Mendoza: Vale acumula deudas por 700 millones con proveedores y podría desencadenar ola de quiebras y más despidos

La minera brasileña sigue monopolizando la atención del gobierno de Paco Pérez. A la bomba de tiempo que plantea el despido de miles de trabajadores que se dispararían el 11 de abril cuando venza la conciliación obligatoria, ahora se suma el default masivo de proveedores que podría llevar al cierre a numerosas pymes.

Entre 300 y 700 millones de pesos debe Vale a diversos proveedores según quién saque la cuenta. Entre contratistas, subcontratistas, empresas de servicio y hasta por el alquiler de un avión exclusivo de 50 pasajeros, la cifra de lo adeudado es cientos de veces millonaria. Y es lo que hoy por hoy más preocupa al gobernador de Mendoza, Paco Pérez, quien a puesto a uno de sus funcionario de más confianza a trabajar para lograr un plan de pagos por parte de la minera.

Marcos Zandomeni es el secretario de Ambiente, y uno de los cuatro funcionarios que Paco a designado para que trabajen casi exclusivamente el tema Vale. En este caso, Zandomeni es el encargado de la atención a los proveedores de Vale que fueron perjudicados por la decisión de la empresa de “suspender” el proyecto Potasio Río Colorado.

La repartición que maneja Zandomeni ha hecho un relevamiento con todos los perjudicados por Vale, mendocinos, empresas desde gigantescas como Cartellone hasta las más pequeñas, como la proveedora de las máquinas de café. La intención es, primero, intentar un plan de pagos de la minera; segundo, tener un diagnóstico lo más fino posible de los trabajadores que podrían quedar en la calle una vez que se cumpla el plazo de conciliación obligatoria establecido por el Ministerio de Trabajo de la Nación para la minera.

El detalle es que las empresas contratistas y subcontratistas, unas 30 en total incluidas las que conformaron UTEs, tienen compromisos que muchas no han podido enfrentar, como el caso de la constructora Skanska, que debe tres meses de sueldos por un total de 45 millones de pesos, que deberían ser afectados de los 170 millones que le debe Vale.

Otras, como la poderosa CEOSA –que suele ganar las licitaciones de la obra pública mendocina–, ha podido reubicar a los 300 trabajadores que tenía afectados a Vale más allá de la deuda de 25 millones que mantiene la brasileña.

Larga espera

El viernes pasado, Zandomeni esperó en Buenos Aires más de 5 horas para que lo recibiera la Natasha Nunes, encargada de Asuntos Corporativos para América Latina de Vale. El funcionario mendocino logró entregarle un paper con los detalles de las deudas y reclamó, diplomáticamente, un plan de pagos, o, al menos, un compromiso de que la minera no dejará de honrar sus compromisos. La ejecutiva sólo manifestó que la situación de los proveedores “se analizará en Brasil”.

No obstante el negro panorama, los empresarios mendocinos más experimentados en negociaciones internacionales, le han hecho saber al Gobierno que más allá de las gestiones que lleve adelante, intentarán negociar en forma directa con la minera.

Es el caso del flamante titular de la Empresa Mendocina de Energía, Emesa, Alejandro Neme, hasta hace una semana directivo de Distrocuyo, empresa que junto a Cartellone estaban levantando la línea de alta tensión que abastecería al emprendimiento de Vale. Según dijo: “Vale va a pagar, es impensable que una empresa brasileña de su magnitud no lo haga. Aunque va a negociar como se suele hacer en el ámbito privado cuando se cae un contrato”.

Esta es la esperanza del Gobierno, que Vale finalmente se siente a firmar cheques y se logre evitar que la crisis también termine arrastrando a contratistas, aumentando la ya sideral cifra de despidos.

Es que el proyecto incluyó pymes que se dedican a tareas muy específicas, y que adquirieron maquinaria o tecnología para Potasio Río Colorado y ahora enfrentan un panorama de cierre o reconversión forzosa.

El gremio

Desde la UOCRA, el sector más perjudicado por la ida de Vale de Mendoza, son reticentes a dar detalles sobre despidos. La estrategia, acodada con el Gobierno, es esperar. El 11 de abril es la fecha clave, cuando termina la conciliación obligatoria.

Sin embargo ya se han registrado desvinculaciones pese a que están prohibidas por la conciliación. “Aunque por el momento no son muchos, por suerte”, explicaron desde el sindicato a LPO. Se trata de personal temporario de subcontratistas de contratistas de Vale. Son empresas pequeñas, que pagaban jornales quincenalmente, es decir que se manejaban al día y sin espalda financiera.

Mientras, las esperanzas están puestas en las gestiones de Paco Pérez y en la posibilidad de la reactivación de alguna obra de magnitud para reabsorber a los despedidos. Se menciona a las represas Los Blancos o Portezuelo del Viento, largamente prometidas. Pero por el momento no hay presupuesto para concretarlas.

Comentá la nota