Luego de exigirle que no desfinancie a la Anmat, el gobernador encabeza un acto en Pilar con profesionales del sector; el Presidente responsabilizó al kirchnerismo por las muertes
María José Lucesole
La decenas de muertes relacionadas con el fentanilo contaminado que se investigan en la Justicia se metieron de lleno en la campaña electoral, como eje de un contrapunto entre el presidente Javier Milei y el gobernador Axel Kicillof, que se culpan mutuamente por las fallas en los controles y el encubrimiento político de la tragedia.
En ese marco, el gobernador de la provincia de Buenos Aires encabezará hoy, a las 15.30, en Pilar, un acto junto a referentes y profesionales sanitarios bajo el lema: “La Fuerza de la Salud”. Estará acompañado por el ministro del área, Nicolás Kreplak.
“Fentanilo nunca más”. Esa es, en pocas palabras, la idea que busca trasmitir el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Una respuesta al lema “kirchnerismo nunca más” de los libertarios y una forma de señalar al gobierno nacional como responsable de la ausencia de controles sobre el sector.
Quince días atrás, Milei denunció públicamente en un acto de campaña, en La Plata, que el kirchnerismo encubrió a los responsables de las muertes por fentanilo contaminado.
El principal imputado como responsable de comercializar ese producto es el empresario Ariel García Furfaro. Detenido, declaró ante la Justicia y señaló como responsable de un supuesto sabotaje a Andrés Quinternos, exsocio y exdiputado provincial por Unión por la Patria.
El Presidente no sólo marcó esta cercanía entre los empresarios ahora investigados y el kirchnerismo. Además, amagó con pedir la recusación del juez federal Ernesto Kreplak, a cargo de la investigación, por ser hermano del ministro de Salud de la provincia.
El lunes que pasó, el ministro Kreplak le respondió al Presidente, a quien le exigió no desfinanciar la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (Anmat).
“La Justicia tuvo que investigar el hecho y a todo el sistema de salud: lo que hizo fue enviarnos oficios. En el sistema provincial de hospitales no se encontraba el lote de ese laboratorio. Sí en algunas instituciones privadas. Lo que nos llega en el oficio, a todos los ministros de Salud de todas las provincias, fue información sobre en qué lugares estaba este lote, si se había utilizado y cruzarlo con situaciones de rescate de las bacterias e historias clínicas”, afirmó el ministro.
“Ahora la preocupación es por el sistema de regulación, que es la Anmat. Tiene que haber más inversión en los sistemas de control para que no suceda nunca más un episodio de medicamentos que pueda poner en riesgo a la población”, destacó Kreplak.
La causa
Según consta en el expediente judicial se investigan dos lotes de fentanilo que pudo estar contaminado. Uno incluía 154.530 ampollas producidas entre el 18 y 19 de diciembre del año pasado. Fue liberado para su comercialización el 4 de enero de este año. Su distribución a los hospitales y centros privados que compraron el producto se hizo a través de las droguerías Alpharma. El otro lote incluía 151.430 dosis y se liberó para su venta a través de droguerías el 6 de enero.
En ambos casos, la adulteración durante la producción consistió en la contaminación del medicamento con las bacterias Klebsiella pneumoniae, Klebsiella variicola y Ralstonia mannitolilytica, lo que fue comprobado en análisis realizados en el Instituto Malbrán. El tribunal determinó que ese proceso de elaboración tuvo “múltiples falencias”, entre las que hubo “muchas” consideradas críticas y con “pluralidad de alertas que no fueron atendidas”.
El juez avanza en función de una primera premisa: sobre 16 muertes analizadas por el cuerpo medico forense, 12 pudieron estar vinculadas a la inoculación del fentanilo contaminado. En total se investigan 96 muertes reportadas en distintos puntos del país, tras la distribución de las ampollas en distintos nosocomios.
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