Mauricio Macri juega en Boca y mueve otra ficha en su mapa de poder 2024

Mauricio Macri juega en Boca y mueve otra ficha en su mapa de poder 2024

El expresidente decidió competir en la contienda del club para blindar la boleta de Andrés Ibarra. La gran CFK: irá como candidato a vicepresidente. La boleta se presenta el lunes, límite para el cierre de listas.

Por Gonzalo Prado

Mauricio Macri tiene decidido volver a su primer amor: Boca. Casi emulando la jugada de Cristina Fernández de Kirchner en 2019, el nombre del expresidente se imprimirá en el lugar reservado para la vicepresidencia en la lista que encabezará su exministro de Modernización, Andrés Ibarra. Fue su exfuncionario quien confirmó la fórmula que integrarán juntos este miércoles, en una entrevista en radio Rivadavia. "Él toma la decisión de participar como vicepresidente. Lo confirmaremos oficialmente el lunes en conferencia de prensa. La decisión que tomó es porque queremos volver a poner a Boca ahí arriba y armar un equipo muy importante”, apuntó Ibarra.

En la previa, mientras los rumores tomaban fuerza, quienes conocen la política xeneixe aventuraban que recién el lunes se haría el anuncio formal, al límite del cierre de listas del martes. Después de sellar un pacto con Javier Milei para el ballotage presidencial, el ingeniero trasladará la pelea nacional al club, donde apuesta a unificar un frente opositor al actual vicepresidente Juan Román Riquelme, que no oculta su amistad con Sergio Massa.

El regreso a Boca siempre fue un anhelo para Macri, que considera a la institución como su segunda casa. Su motivo ahora es por partida doble, al convertirse en otra arena de combate contra el kirchnerismo. "Lo motiva el odio que tiene a Massa, por eso juega a fondo", le dijo a Letra P una fuente del armado macrista en el club de la Rivera. Tal es la obsesión que tiene el expresidente con una eventual victoria de Ibarra en las elecciones del 3 de diciembre que le encomendó al extitular del club, Daniel Angelici, que explore un acuerdo con el exvice oficialista Mario Pergolini y con el candidato ya anotado por la oposición, Jorge Reale.

 

 

El binguero maneja directamente las negociaciones, sin intermediarios, y busca convencer a Pergolini y Reale de que la mejor forma de sacar al oficialismo es con un gran frente opositor que incluya a todos los que están en contra de la forma que maneja Riquelme al club, si bien el presidente en los papeles es Jorge Amor Ameal. Justamente la intención de Macri es polarizar con el exjugador para instalar la idea de un "titular fantasma", otro espejo con la realidad nacional, en referencia al jefe de Estado, Alberto Fernández. La misma estrategia que usa para la competencia por la Casa Rosada, aplicada a Boca.

Macri quiere que la ambulancia con los heridos de la gestión Riquelme no se detenga ni un minuto antes del cierre de listas del martes. A la par espera que la derrota en la final de la Copa Libertadores y las malas elecciones del Consejo del Fútbol en cuanto a los técnicos (el club tuvo cinco en cuatro años) generen un incentivo para que las agrupaciones enojadas con las formas de Riquelme lo abandonen.

El Club Atlético Boca Juniors comunica a socios, socias y simpatizantes que este domingo 5 de noviembre, después de las 21 horas, Jorge Almirón informó que él y su cuerpo técnico, con contrato vigente hasta fin de la temporada, habían tomado la decisión personal de no continuar… pic.twitter.com/E3zaQcf0Mw

— Boca Juniors (@BocaJrsOficial) November 6, 2023

El expresidente cuenta también con el apoyo de Milei. Quienes frecuentan a Macri para hablar sobre el mundo Boca suelen destacar el reciente guiño del economista al expresidente, previo al acuerdo electoral, cuando poco antes de las generales reveló que dejó de ser socio de Boca cuando en 2010 se le renovó el contrato a Riquelme. En aquel entonces, mientras completaba el mandado de Pedro Pompilio, que falleció producto de un infarto, Ameal se fue alejando cada vez más de Macri, con quien había integrado una alianza en las elecciones de 2007.

Ya como jefe de Gobierno porteño, para mantener injerencia en el club, consiguió que Angelici controlara las cuentas de la institución. Cuando el dirigente radical se apuso a la renovación del futbolista, no sólo se puso fin al acuerdo sino que se comenzó la campaña de Ameal para arrebatarle el club, algo que recién ocurrió en 2019.

Para sumar más ruido al batifondo, la mala relación entre Macri y Riquelme se remonta a 1999, cuando el futbolista tenía todo arreglado para ser transferido al Parma de Italia y, por motivos que nunca quedaron del todo claros, esa operación se truncó. Luego vino el famoso festejo de gol a "lo Topo Gigio", las quejas por los premios y la venta al Barcelona luego de que fue secuestrado -y luego liberado- uno de los hermanos del 10.

Pero si a la elección en Boca y el enfrentamiento Macri-Riquelme no tuviera condimentos suficientes, se le agrega que una parte del sector de la UCR que desafía al expresidente en Juntos por el Cambio por su acercamiento a Milei también juega con el oficialismo del exjugador en el club de la Rivera. Son figuras radicales encolumnadas detrás del exministro de Interior, Enrique "Coti" Nosiglia, que desde el primer día acompaña la gestión de Ameal.

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