El massismo les suelta la mano a los rebeldes del FdT rionegrino

El massismo les suelta la mano a los rebeldes del FdT rionegrino

En el entorno del tigrense no avalan la ruptura y la conformación de un bloque Renovador en la Legislatura. Se reaviva la interna del peronismo en la provincia.

Es con todos. La consigna de campaña que llevó al peronismo de retorno a la Casa Rosada en 2019 es la respuesta que emana del entorno del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, a la hora de opinar sobre la salida de tres legisladores del Frente de Todos (FDT) en Río Negro para conformar el bloque del Frente Renovador (FR) en la provincia. En un nuevo episodio de los constantes problemas del peronismo rionegrino para mantenerse ordenado, la escisión de la bancada se originó por factores personales, políticos y partidarios entre algunos de los actores principales. Lo cierto es que el tridente rebelde dijo dar el paso al costado para "construir una alternativa distinta de ser y hacer oposición” en un nuevo espacio “en línea política con Massa", pero fueron desautorizados desde Buenos Aires.

La jugada se dio en la previa del inicio de sesiones ordinarias del 1 de marzo. El diputado Alejandro Ramos Mejía, acompañado de su colega Luis Albrieu, oficializaron su acercamiento a Massa con una visita a la Capital Federal. La foto de ambos demostró que algo importante se venía, pero nadie esperaba una ruptura. Las declaraciones de Nicolás Rochás, flamante jefe de la nueva bancada, negando una salida del FDT con la justificación de que el terceto se sumará a “un interbloque”, no coincide con lo que responden voceros de titular de la Cámara de Diputados y líder del Frente Renovador ni sus excompañeros parlamentarios.

Fuentes del entorno de Massa consultadas por Letra P se mostraron sorprendidas con la decisión de los tres legisladores díscolos y desmintieron que en la reunión porteña se hubiera pautado el quiebre en Río Negro. “El Frente Renovador no propicia en las legislaturas provinciales hacer algo diferente a lo que pasa en el Congreso, donde estamos todos unidos”, respondió una voz calificada del massismo nacional a este medio. En ese plano, en la mesa chica de Tigre resaltan la positiva relación con Juntos Somos Río Negro (JSRN), el oficialismo rionegrino que conduce el senador nacional Alberto Weretilneck, pero recuerdan que nunca existió un pacto electoral. “De ninguna manera propiciamos la división del Frente de Todos”, subrayó la fuente.

En tanto, los diputados provinciales del peronismo, en un duro comunicado, cuestionaron la movida. "La ruptura del bloque no es tibia ni inocente: no hay interbloque posible, no hay medias tintas, hay nuevo bloque con nuevo presidente que no está incluido en nuestro espacio político", afirmaron los 14 legisladores que ahora constituyen la bancada del FDT.

De los tres dirigentes que armaron rancho aparte, el caso más llamativo es el de Rochás. Este abogado recibido en Córdoba fue uno de los cuadros técnicos más cercanos al exgobernador Carlos Soria en sus 20 días de gobierno y a su hijo Martín Soria durante la gestión partidaria. Asentado en Viedma, fue por mucho tiempo los ojos y la voz del actual diputado nacional. Ese rol lo consolidó como apoderado del Partido Justicialista (PJ), lugar que estaría por perder en las próximas horas. Durante la campaña del entonces intendente de General Roca a la gobernación, entre 2015 y 2019, desempeñó un papel preponderante en el parlamento: denunció y criticó todo lo que pudo a JSRN.

En la previa a las elecciones provinciales de 2019, la relación de Rochás con los hermanos Soria se desgastó. Su nombre sonaba como potencial integrante del gabinete rionegrino si el peronismo ganaba los comicios, dejándolo fuera de la lista de diputados provinciales. Eso lo preocupó. En un viaje al Alto Valle acordó su ingreso a la nómina, forzando acuerdos. Desde entonces, la confianza empezó a diluirse. Las posturas parlamentarias de Rochás empezaron a chocar con el rumbo político de Soria. Tras la asunción de la gobernadora Arabela Carreras y de los nuevos legisladores, se dio la última de las muestras de la ruptura. Rochás incidió con su voto en la designación de María Eugenia Martini en la presidencia de la bancada del Frente de Todos, algo contrario a los intereses del roquense. Su juego con el ala más moderada del PJ, que pedía un nuevo rumbo en el partido, terminó de dilapidar lo construido.

Ahora, la fractura del FDT beneficia en primera instancia a Juntos Somos Río Negro (JSRN), ya que debilita un poco más a su competidor directo en un año electoral donde el oficialismo se juega la ampliación de su fuerza en el Congreso, además de la representación en algunos municipios del interior profundo. “Esto tiene más un corte administrativo que político”, minimizó Rochás esta semana en radio VyP de Viedma, en claro antagonismo al planteo de hace una semana, cuando el trío rebelde se diferenció del peronismo para sostenerse lejos “del insulto, la confrontación permanente y la violencia”.

Mientras, el FR como partido toma forma. Se creó una junta promotora y la semana próxima avanzará en la presentación del papeleo normal en estas instancias. Lo harán en el Juzgado Federal de la capital rionegrina. El encargado es Horacio Pierucci, delegado rionegrino del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom).

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