El concejal Martín Jofre, del bloque Nuevo Tres de Febrero, visitó LaNOticiaWeb y dejó sus advertencias sobre el peligro de continuar con la cuarentena mucho tiempo más. Pide que haya concientización, responsabilidad ciudadana, que vuelvan los chicos a la escuela y que se permita la apertura de comercios, pero sobre todo de la construcción.

Fuiste uno de los primeros que planteó hacer algunas aperturas en la cuarentena, y pareciera que justamente puede pasar todo lo contrario en la provincia de Buenos Aires

Obviamente que hay que tomar recaudos. En un primer momento cuando se decidieron estas medidas, para aislar al país y saber lo qué estaba pasando, fueron decisiones acertadas. Se pudo controlar y analizar a partir de lo que pasó en otros países. Se pretende comparar con los peores, que sufrieron situaciones mucho más graves, como España, Italia o Estados Unidos. Estuvo bien aislarse. Y lo que pasó en Argentina es bien distinto a lo que pasó en otros países. El virus llegó con otra intensidad y se pudo controlar. Hubo más de 80 días para preparar el sistema de salud. En otros países se vio al sistema de salud colapsado, donde había que elegir a quién salvar y a quién no. Ya tuvimos muchos días para prepararnos. Los contagios que vemos no son de tanta gravedad. Hay un sector para cuidar como los abuelos o personas con enfermedades preexistentes. Que después de casi 90 días de encierro nos estén planteando que hay que volver a fase 1 me parece una locura.

La gente con comercios la está pasando muy mal. Eso se advierte en Tres de Febrero. Algunas cosas se habilitaron pero no alcanza. 90 días más parece inimaginable. Tampoco se puede aguantar psicológicamente. Pero en Provincia y en Nación dijeron que a este ritmo de crecimientos colapsa el sistema de salud. ¿No les crees?

No es que no les crea. Sería muy grave no creerle a quienes gobiernan. Pienso que están equivocados. Se sabe en la región las camas que tenemos ocupadas, y cómo avanza la curva. Es duro hablar de eso pero también miramos la cantidad de muertos que hay, no solamente los contagios. En el Ministerio de la Provincia dicen que hay 180 personas en terapia intensiva. Trato de saber cuántas camas hay, cuántos respiradores, no tenemos un número exacto. Si nos guiamos por los números que dio el gobernador Axel Kicillof hace un par de semanas, rondaban las dos mil camas. Si tenemos ocupadas 180, estamos en un 10%.

¿Qué propondrías? Pareciera que en la Ciudad de Buenos Aires hay algunos permisos más, y en provincia hay más Pymes. ¿Volverías a una apertura normal?

Trataron a toda la región como el AMBA, como si fuésemos todo un mismo tema. Desde un primer momento se manejó mal. El cierre que hizo Larreta fue excesivo, con cierres tremendos. Y de la misma manera hoy Larreta pudo habilitar más comercios que en los municipios. Primero hay que mirar la realidad. Una cosa es cuando prendemos la televisión y otra cosa es lo que pasa en la calle. Hoy está todo el mundo en la calle, en los comercios de cercanía, en transporte público, saliendo a correr. Si vamos a seguir pensando en una cuarentena que en los papeles ya no existe, vamos mal. Desde un primer momento dije que estamos en un mundo distinto, tenemos que hacernos cargo, establecer reglas y protocolos, y el estado debe regularlos y controlarlos. Para mí ese es el camino. Prácticamente todo el mundo está trabajando. Faltan algunas cosas como peluquerías, gimnasios, y lo más importante es habilitar la construcción. El empresario inyecta dinero en el mercado, en una obra trabaja la ferretería, pinturería, corralón, la casa de comida, de ropa. Y en una construcción hay plomeros, electricistas, y preguntan por qué no pueden trabajar si en una obra están todos separados.

No parece tan difícil de poder implementarlo. Se habla de la cuarentena responsable, que la gente se cuide sola. Peor también mucha gente se va al otro extremo y se ven imágenes en los trenes o el primer día que salieron a correr, o con los jubilados en los bancos. Parece difícil que el Estado pueda tener confianza.

Son cosas distintas. Lo de los jubilados, los runners, o los que viajaron en transporte público. El otro día un intendente hablaba del bicho que pulveriza. Tenemos que darnos cuenta que en nuestro país parece no tener el mismo nivel de contagio que en otros lugares. Vamos a los barrios, asistimos, ayudamos, vemos que los que se enferman, se curan. No tuvimos esa masividad de contagios, y eso debe darnos tranquilidad. El estado tiene que regular las actividades, controlarlas. Obviamente que algunas actividades no podrán volver, como eventos deportivos, artísticos. Se tiene que revisar la vuelta a la escuela. Los chicos tienen que volver a la escuela. Pero no se puede controlar si salen todos a la calle a correr o si se juntan un montón a bailar en la vereda. El gobierno no lo puede controlar ni es culpable. Hay que concientizar y buscar la forma de que no vuelva a pasar. Son temas distintos que no se deben mezclar. Sino, por los irresponsables, sentenciamos a toda la sociedad, a los comerciantes, a los que producen. El más castigado acá es el que laburó toda la vida. El que puso un comercio en el barrio, un restaurant…

Se está fundiendo…

Ya está fundido. Más de la mitad de esos no van a volver a abrir. Las Pymes tampoco. Y encima esto nos volvió a meter en la grieta. Esto no se trata de Macri o Cristina. Yo estoy parado en el medio en lo político, y en la última elección elegí acompañar al actual Presidente. Y quiero que le vaya bien. Nadie quiere que le vaya mal. Y que siga siendo nuestro Presidente. Pero se están equivocando, están administrando mal la cuarentena.

 

¿Hablas con el intendente Valenzuela? Apoyó a Larreta que hasta hace poco era lo mismo que hacía Alberto Fernández y Kicillof.

No puedo hablar por el intendente. Tenemos una excelente relación. Valenzuela es muy prudente, con el cuidado de la salud. Tiene una responsabilidad mucho mayor que la mía. Respeto su posición pero planteo la mía. En mucho coincidimos y en otras cosas no. En esto opino que hay que establecer protocolos y ordenarlos.

Y abrir la actividad comercial…

Si no abrimos la actividad comercial, si no analizamos riesgos, va a ser peor el remedio que la enfermedad. Cuando esto pase, suena duro y mal, vamos a tener muchos más muertos de desnutrición y chicos en la miseria. La mitad de los comercios que cierran en los distritos, son la mitad que no pagan impuestos, de donde sale la ayuda para los más humildes.

Además son emprendimientos familiares, por lo tanto si cierran tenes una familia o varias en problemas.

Sí. Pero además un comercio de barrio, por ejemplo Pablo Podestá, o Ciudadela, le dan trabajo a gente del barrio. Esa gente se queda sin trabajo, ese comercio no paga impuesto, y el Estado se queda sin el dinero para ayudar a esas familias en estado de vulnerabilidad.