En lo que va del año promedió apenas un 56,6%, algo mejor que en 2024 y el 2020 pandémico aunque, por fuera de esas dos marcas históricamente bajas, se mantuvo muy lejos de una marca óptima y que permita prever nuevas inversiones. El sector se vio perjudicado por la apertura comercial, en un marco de apreciación cambiaria, luego de la baja récord para la postconvertibilidad que se observó el año pasado
Por Mariano Cuparo Ortiz
El uso de maquinarias fabriles continuó con un leve repunte en abril, aunque siguió en niveles bajos en la comparación histórica y por debajo del 60%. En un mes en el que la actividad fabril rebotó parcialmente tras la significativa contracción registrada en el primer trimestre, la Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria (UCII) publicada por el Indec fue del 58,3%, es decir 1,7 puntos por encima de abril del 2024, aunque ese había sido un punto demasiado bajo para la comparación, luego de la megadevaluación de diciembre del 2023. Hacia adelante se espera que una menor incertidumbre cambiaria permita consolidar un rebote, aunque se proyecta que sea a un ritmo lento.
En lo que va del año, la UCII, que representa en qué proporción se utilizaron las instalaciones fabriles, y que va de la mano con la actividad productiva del sector, promedió un 56,6%. Para tomar como referencia, según los manuales un nivel óptimo del uso de las máquinarias ronda entre el 70% y el 80%. Una vez superado ese punto, las empresas resulta esperable que comiencen a proyectar nuevas inversiones para lograr abastecer la demanda. Cuando se manejan muy por debajo de ese número sucede lo contrario. En ese sentido, la Inversión Extranjera Directa (IED) informada por el BCRA a través del balance cambiario viene mostrando un ritmo negativo: entre diciembre y abril las empresas, en lugar de invertir, repatriaron USD497 M por esa vía.
El 56,6% que promedió en lo que va del año fue mejor que el 55,6% que se había observado en el primer cuatrimestre del 2024, pero es históricamente bajo. Salvo en el primer cuatrimestre del 2020 pandémico, que tuvo una UCII promedio mensual del 52,3%, en el resto de los años entre 2016 y 2025 estuvo por encima. De hecho, solo en 2019, con una UCII del 58,8%, en 2020 y en 2024 estuvo por debajo del 60%. Lo mismo sucedía con la anterior serie histórica, que solo en el 2002 de salida de la posconvertibilidad había registrado una merca por debajo de ese punto, por cierto en un bajísimo 51,2%.
La industria pasó un pésimo 2024 que dejó esos niveles históricamente bajos, en parealelo con una caída de la actividad que no se había visto desde la salida de la convertibilidad. La contracción fue del 9,6%, una caída incluso superior a la del 2020 pandémico, que había sido de 7,7%. En 2025 el sector mejoró respecto al 2024, pero sin despegar respecto a diciembre. Lo que afectó en lo que va del año fue la apertura a importaciones en un marco de atraso cambiario. En marzo y abril se sumó el impacto de la incertidumbre cambiaria.
Para LCG, pasada esa dificultad gracias al préstamo del FMI, habrá recuperación aunque será lenta y el año terminará con una mejora explicada por el arrastre estadístico: “Sin un escenario de tanta incertidumbre como el que primó en marzo y abril, la actividad industrial volverá a crecer. De todas maneras, entendemos que la recuperación seguirá siendo lenta, con subas y bajas y heterogéneas entre sectores. Para 2025 proyectamos un crecimiento anual en torno a 5% anual para la industria (en línea con el arrastre que dejó diciembre del 2024)”.
Desde ACM destacaron que, pasada esa zozobra cambiaria, habrá que ver de qué manera impacta la incertidumbre electoral: “Tras un período de incertidumbre vinculado a la redefinición del régimen cambiario, marzo resultó contractivo para la actividad industrial. No obstante, con la política cambiaria ya definida, en abril se observa una importante recuperación en la industria. De acá en adelante, será clave observar si la industria logra mantener la recuperación en un contexto de reacomodamiento macroeconómico y clima electoral. La evolución del consumo interno, la dinámica del crédito y el desempeño de los sectores con mayor incidencia en el índice marcarán el ritmo de la actividad manufacturera durante lo que resta del año”.
Comentá la nota