El tucumano Juan Manzur rompió este jueves el misterio de meses y apareció en el Senado. El ex jefe de Gabinete venía jugando a las escondidas, mientras mantenía bajo cuerda una durísima interna con su sucesor, el gobernador Osvaldo Jaldo.

Desde que dejó la gobernación hace cuatro meses, Manzur estuvo ausente de la discusión política nacional y de su provincia. Restringió sus contactos a su grupo político más cercano y mantuvo un deliberado perfil bajo. "Fue una decisión estratégica, para analizar la situación política", sostienen en su entorno.

Sin embargo, la puesta es riesgosa. En su provincia Jaldo avanza en un acuerdo amplio con la oposición y un alineamiento con el presidente Milei, sin abandonar su identidad peronista.

La existencia del manzurismo como tal es puesta en duda en el peronismo tucumano hasta por algunos ex funcionarios de su gestión, que quedaron expuestos a las movidas de Jaldo para sacarlos de juego. La mayoría de ellos permanecen resguardados en el ámbito de la Legislatura provincial, con un perfil muy bajo. 

En estos meses desde que asumió como senador, Manzur tuvo algunas manifestaciones públicas fugaces. Un viaje a Israel, la firma junto con otros senadores del PJ del pedido a la vicepresidenta Victoria Villarruel para que convoque a sesión especial para tratar el DNU y un mensaje en  X en rechazo al cierre de Télam. No mucho más.

La existencia del manzurismo como tal es puesta en duda en el peronismo tucumano hasta por algunos ex funcionarios de su gestión, que quedaron expuestos a las movidas de Jaldo para sacarlos de juego. 

Sin embargo, el tucumano no abandona sus sueños de grandeza. El ex gobernador se imagina como el nuevo Duhalde, el hombre que reconstruya el peronismo en un contexto de grave crisis política y social. "Manzur todas las semanas dice: Me avisaron que estalla el Conburbano", se burla un compañero de bloque del tucumano.

Como sea, el ex jefe de Gabinete comenzó a reactivar sus contactos en el Senado, entre grandes empresarios amigos y sindicalistas. 

"A Manzur le gusta la idea de convertirse en el hombre que levante el peronismo nacional y el país. Una especie de nuevo Duhalde", confió a LPO un peronista tucumano que habla seguido con el senador. Como intentó en el pasado, volverá a intentar despegarse del kirchnerismo y presentarse como una opción del peronismo más tradicional.

El track record no lo ayuda. Viene encadenando fracasos políticos. Primero se derrumbó su proyecto presidencial Juan XXIII, en las epocas en las que asumió como jefe de Gabinete y "salvador" del gobierno de Alberto Fernández. Luego su candidatura a vicepresidente de Wado de Pedro duró menos de 24 horas y se hundió en un papelón histórico y finalmente la Corte Suprema le bochó la candidatura a vicegobernador, su último plan para evitar que Jaldo barriera con su influencia en el peronismo tucumano.

Sin embargo, Manzur cree que la apuesta de Jaldo por Milei es equivocada y que fue un grave error político romper con el bloque de diputados peronistas.