Manzur y Alfaro reafirmaron su tregua política

Manzur y Alfaro reafirmaron su tregua política

El gobernador y el intendente de San Miguel de Tucumán compartieron ayer la foto oficial y el tedeum por la fiesta patria. Manzur y Jaldo llamaron a dejar de lado las diferencias políticas. Alfaro afirmó que concurrió por su responsabilidad institucional y evitó hablar de “acercamiento”

En las escalinatas de la Casa de Gobierno, ataviado con la banda y el bastón, el gobernador, Juan Manzur, inclinó su torso hacia adelante. “Germán (Alfaro), ¡te guardé chocolate!”. El intendente no llegó a escuchar. El vicegobernador,Osvaldo Jaldo, que estaba parado entre ambos, sonrió. “Que te guardé chocolate, porque hay muchos traviesos aquí, hay que tener cuidado”, insistió Manzur en alusión al tradicional desayuno en el salón Blanco. Alfaro y su esposa, Beatriz Ávila, celebraron la chanza. Ambos acababan de abrirse paso, detrás de Manzur, entre los funcionarios y legisladores que posaban ayer para la foto de familia del 25 de Mayo. La inesperada presencia de Alfaro cerró el mensaje de unidad que Manzur y Jaldo acababan de pronunciar en el salón Blanco.

Alfaro tenía previsto asistir sólo al tedeum, pero un llamado del Ejecutivo -según fuentes municipales- lo habría persuadido para adelantar su llegada. Desde 2013 que un intendente de la capital no estaba en la imagen, cuando comenzó el divorcio político entreJosé Alperovich y Domingo Amaya

Limón, caña y un pedido 

Miembros del Ejecutivo y del Legislativo e intendentes, comisionados y concejales se mezclaron en el salón Blanco desde las 8.30. Las mesas estaban vestidas con arreglos cargados de limones y de cañas de azúcar y con galletitas celestes y blancas. Treinta y seis litros de chocolate y 25 de café se distribuyeron en las tazas. 

Manzur entró rodeado de sus colaboradores más cercanos. Se abrazó con gauchos y chinitas y subrayó que era la antesala de las celebraciones por el Bicentenario. Frente a los micrófonos, el gobernador hizo un balance de los siete meses que lleva de gestión. Enumeró las medidas por las que hay que “agradecer a la Nación”: el aumento del volumen de bioetanol en naftas; las obras en el aeropuerto; las gestiones por el ingreso del limón en Estados Unidos; la devolución de la coparticipación y el plan nacional de obras de agua y cloacas. 

“Siempre pongo todo de mi parte para hacer las cosas lo mejor posible. Uno nunca tiene que estar satisfecho, debe aspirar a más. Puedo poner todo de mi parte, pero no soy una persona que cree que se las sabe todas ni orgullosa. Me tienen que acompañar y poner su granito de arena parar que Tucumán vaya adelante”, expresó. Afirmó que su ocupación y preocupación estuvieron y estarán relacionadas con la generación de puestos de trabajo. Aseguró que si bien se avanzó, “no estamos bien”. “Nos falta mucho y por eso en estas fiestas patrias, por arriba de las cuestiones pequeñas y sectoriales, tenemos que unirnos”, concluyó. En esa misma línea, Jaldo afirmó que era una fecha para reasumir compromisos. “Llamamos al consenso. El país lo está necesitando en estos momentos difíciles en lo institucional y en lo económico. El año del Bicentenario nos convoca al diálogo, más allá de que no vengamos de espacios políticos iguales. Demostramos la voluntad política con hechos. Convocamos a todos los que tienen responsabilidad institucional municipal, provincial y nacional de otros espacios”, manifestó. 

Cerca de las 9, la esposa de Manzur, Sandra Mattar Sabio, lo buscó para bajar a la explanada. “Juancito, ya es hora de bajar”, lo invitó.

Todos comenzaron a salir del salón para la foto y el izamiento de las banderas. Bajo el sol, los balcones del edificio lucían embanderados con 300 metros de telas celestes y blancas. Debajo, en el piso de la escalera había papelitos blancos que indicaban qué invitados debían estar en cada escalón para la foto. El primero estaba reservado para el gobernador y la primera dama; el vicegobernador; los ministros y diputados y senadores. En ese acomodaron a Alfaro y Ávila. Los otros intendentes presentes -ninguno de la oposición-, estuvieron más atrás.

¿Este es un acercamiento con la Provincia?, le preguntaron a Alfaro. “No diría acercamiento... es un acto institucional y estamos en vísperas del Bicentenario. Lo mejor que podemos hacer por la provincia es pasar el cumpleaños de la patria todos juntos”, respondió. 

La primera dama.- “Estoy de acuerdo con todo lo que dijo el obispo en cuanto a que tenemos que ser una familia y unirnos para sacar esta provincia adelante y estar festejando todos juntos el Bicentenario”, reflexionó la primera dama, Sandra Mattar Sabio (foto izquierda). Para los actos del 25 de Mayo lució un sobrio vestido negro de gasa con unos apliques de encaje en los laterales. Una cadenita de oro con el símbolo maronita era su único adorno. “Es una medalla que me la regaló un cura cuando nos casó y siempre trato de llevarla”, contó. También hizo el balance de los seis meses de gestión de su marido, Juan Manzur. “Está poniéndole mucha energía. Apuntando a todos los frentes, tratando que en esta provincia salga todo el empresariado junto y poder imponerlos en mercados internacionales, pero también ocupándose de la educación, salud y bienestar de la gente”, opinó. 

Fuera de libreto.- “Aquí la Argentina tiene que encontrarnos en el inicio del tricentenario unidos en un proyecto de nación. Hay que dejar de macanear y tirar todos del mismo carro”, señaló el arzobispo, Alfredo Zecca, al finalizar el tedeum. Dijo que hacen falta gestos concretos y “dejarse de jorobar”. “Si hubo diferencias, bueno basta se acabaron las diferencias ahora nos ponemos de acuerdo. Hay que instaurar un diálogo efectivo y conducente”, agregó. 

Pocas vallas.- A diferencia de años anteriores, la plaza Independencia no estuvo completamente vallada. Sólo se desplegaron las cercas metálicas frente a la Casa de Gobierno y en inmediaciones de la Catedral, para cubrir el tramo por el que caminarían las autoridades. 

Decoración y banderas.- La subsecretaría de Representación y Coordinación Ejecutiva, encabezada Lorenna Cuba, estuvo a cargo de organizar la ornamentación de la Casa de Gobierno y del catering para 600 personas en el salón Blanco. Desde esa área destacaron que eligieron la sobriedad. 

Un intruso en la Catedral.- Un perro callejero se llevó todas las miradas ayer en la Catedral. Antes del inicio de la ceremonia del tedeum, el animalito estaba acostado en las escaleras del altar. Oscar Assan, encargado de la parte de comunicación en la Catedral, alzó al can y lo sacó a la vereda (foto derecha). El gobernador, Juan Manzur, y su esposa, Sandra Mattar Sabio, miraron la escena con atención. 

Chocolate municipal.- La Municipalidad capitalina repartió ayer 120 litros de chocolate y 60 kilos de bollo en la plaza Independencia. Además, actuaron frente a la Catedral el ballet Sol Naciente y “Las voces de Ranchillos”. 

Un ministro ausente.- El único ministro que no participó de las celebraciones fue el de Economía, Eduardo Garvich, que se encuentra enfermo. 

Locro en un club.- Tras los actos oficiales, el gobernador comió locro junto a vecinos de la capital en el club Estudiantes, en un mitin organizado por el legislador Marcelo Caponio. 

Debajo de la bandera argentina, flameó ayer en el mástil de la plaza Independencia la de la Libertad Civil. Sucedió por primera vez desde que fue consagrada como símbolo patrio histórico. La insignia blanca, creada por Manuel Belgrano, fue reconocida mediante la ley N° 27.134. De acuerdo con la norma, debe ser exhibida siempre en forma conjunta con la bandera oficial de la Nación.

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