"Llegué al 7 y era un grande, ahora soy el último"

"Llegué al 7 y era un grande, ahora soy el último"
El periodista está a punto de quedar fuera de la emisora estatal. Estilo cuestionado y acusaciones mutuas.

Otra vez, vía Twitter se supo que la relación de Juan Miceli con Canal 7 estaba en crisis. Luego, la emisora dio su versión vía Facebook (ver recuadro). PERFIL habló con el periodista quien relató cómo se sucedieron los hechos que derivaron en este incierto presente profesional.

¿Te sentís castigado?

Claramente. Si el conductor de la noche faltaba por alguna razón, antes me llamaban a mí para reemplazarlo; después ya no. Para los actos patrios, cuando se emitía un programa especial también me llamaban para conducirlo; luego no lo hicieron más. Y lo último, lo del otro día (N. de la R.: miércoles 28 de agosto) cuando se trataba la Ley de Medios. Un productor me llamó y me dijo que no iba a haber noticiero porque se transmitiría un programa especial sobre la ley... Después, estando en casa haciendo zapping, veo que estaba mi conductora en el horario del noticiero con otro conductor, Fernando Alonso. Hoy (jueves) hicieron lo mismo.

¿Sentís que te fueron relegando, sacando espacio?

Sí, imaginate que llegué al 7 y era un grande, un tipo con trayectoria, credibilidad y ahora pasé a ser el último: si hubiese habido un horario a las 6 am, me pasaban ahí.

¿Tenés miedo que ahora te usen para pegarle al Gobierno y a Canal 7?

Miedo no. Es muy probable que esto se use, pero eso ya escapa a mis manejos.

¿Cómo fue trabajar en el 7? Imagino que dejaste El Trece por un proyecto mejor y ahora...

Es importante aclarar que no me pasé del 13 al 7. Yo renuncié y estuve seis meses sin trabajar.

¿Cómo llegaste al 7?

A los seis meses me llama Omar Basano, que era productor del 13 y estaba en el 7. Le expliqué que no era kirchnerista, que quería trabajar siempre que hubiese libertad y que no me iba a pasar al kirchnerismo. Me contestó que en el 7 me querían mucho, que les parecía muy creíble y que querían que esté en el noticiero central.

¿Sentís que ese respeto ya no está?

Creen que porque te dan trabajo te van a manejar. Es como que te llaman porque les gusta tu laburo, y después te empiezan a pedir cosas que no van con tu manera de trabajar.

¿Te lo hicieron saber?

No tuve muchos encuentros, pero hubo uno en 2012: me llamó el subgerente, Víctor Taricco, y me dijo que me tenía que alinear políticamente.

¿Cómo fue esa reunión?

No fue light, fue tensa. Ahí cada cual dijo su posición: yo dije que hacía periodismo profesional y que no correspondía que me pidiera un alineamiento político. Esto fue luego de una entrevista –que no les gustó– que le hice a Martín Sabbatella por la Ley de Medios.

¿Ese fue el primer llamado de atención?

Nunca fueron llamados muy explícitos. El primero fue un comentario en el pasillo de Carlos Figueroa, el gerente, quien me dijo que había estado duro en la entrevista que le hice a (Florencio) Randazzo. Después fue lo de Sabbatella. Ellos saben que yo hago periodismo y si no les gusta están en todo su derecho a no elegirme.

¿En 2012, cuando sucedió lo de las inundaciones también te llamaron?

No. Después de lo de Sabbatella no hubo más diálogo, nunca más me hablaron. Con lo de Larroque vino uno de La Cámpora que iba a La Plata a ayudar y me dijo que fuera con ellos como me había pedido Larroque por cámara.

¿Quién de La Cámpora?

No sé.

¿Y quién sería La Cámpora en Canal 7?

El gerente y el subgerente que, creo, fueron puestos por (Juan) Abal Medina.

¿Es cierto que La Cámpora maneja todo el canal?

No. El área de noticias, sí; la de programación, no.

¿Es cierto que revisabas cada noticia que te daban para leer antes de salir al aire?

Sí, lo hago siempre porque el que pone la cara soy yo y puede haber algún error involuntario, o no.

¿Y hubo alguna situación en la que no estuvieras de acuerdo con lo que te daban para leer?

Para mí, el tema no era que estuviese o no de acuerdo, sino que la información fuera exacta.

¿Hubo casos de tergiversación?

No te puedo decir que cambiaban las cosas, pero quizá, había errores. Recuerdo un caso de abogados –a favor y en contra de la Ley de Medios–, me los habían dado al revés. O un comunicado que decía que Malena Galmarini había dicho que su empleada doméstica era la novia de quien les había entrado a robar. Ellos decían que ella lo afirmaba y yo sabía que no era así; entonces avisaba que quien lo había dicho había sido Aníbal Fernández y ahí cambiaban.

La palabra de la emisora

Canal 7 publicó en su sitio de Facebook: “La TV Pública informa que el conductor del noticiero, Juan Miceli, no se presentó a trabajar en el día de hoy (29 de agosto de 2013), sin informar motivo alguno”. El periodista no está de acuerdo con esta versión, PERFIL se comunicó ayer con Víctor Taricco, subgerente de noticias y dijo: “Este tema lo trata Relaciones Institucionales”. Ayer este diario intentó hablar con esa oficina, pero al cierre de esta edición no dieron respuesta alguna. Según pudo saber PERFIL, el canal estaría buscando caras nuevas y jóvenes. En la gerencia del canal, los menos afines al Gobierno, admiten que el “error” con Miceli fue doble: esperar una actitud distinta de su parte, y haberlo contratado.

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