Litza: “El cristinismo es la expresión de una minoría”

Litza: “El cristinismo es la expresión de una minoría”
La campaña para las elecciones legislativas de este domingo está llegando a su fin. Sin embargo, no hay ningún signo de relajación en la casa de Mónica Litza, aquella dirigente que decidió abandonar el Registro Nacional de Reincidencias para sumarse a las filas del Frente Renovador massista como candidata a diputada nacional(...)
(...)“El gobierno cambió, sin dudas”, advirtió Litza, en una entrevista exclusiva con Agencia Tercera Sección, para justificar su decisión.

En el plano local, la dirigente de Avellaneda dio algunas definiciones sobre el massismo: no descartó un futuro acuerdo con el sector que lidera el concejal José Alessi y, si bien evitó hablar de aspiraciones personales, aseguró que su espacio irá por la intendencia en 2015.

Además de su postulación, Litza se sumó al equipo de técnicos del intendente de Tigre y candidato a diputado nacional, Sergio Massa, en materia de seguridad y justicia. Desde ese lugar, opinó sobre el origen de la criminalidad y cuáles son las soluciones que propone el massismo. Asimismo, hizo un balance de los primeros meses de gestión del nuevo ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Granados.

-¿Qué puede hacer el massismo desde los distintos órganos legislativos para mejorar la seguridad, teniendo en cuenta que el diseño de esas políticas corresponden a los ejecutivos?

Existen herramientas legislativas importantes. El Poder Ejecutivo se maneja con lineamientos que tiene que estar sustentados con leyes. Esa es la idea de división de poderes. El ejecutivo tiene una enorme responsabilidad que tiene que ver con el ejecutar pero hay toda una estructura que sostiene esas políticas. El Frente Renovador se está preparando activamente para el armado de esa estructura legislativa que va a permitir sostener las políticas que se deben implementar desde los ejecutivos.

Massa recibió al ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, conocido por la política de “tolerancia cero” que, en esa ciudad estadounidense, se expresó en prácticas represivas de las fuerzas de seguridad, ¿Puede tomar Massa algo de esa gestión?

Yo quiero distinguir lo que es la “tolerancia cero” de la mano dura. Tolerancia cero con el delito significa ser inflexible ante la menor expresión del crimen. Se debe sancionar hasta la ruptura de un vidrio, para dar un ejemplo de la política de Giuliani. No hay delitos menores; todos deben tener una consecuencia. Si nosotros somos tolerantes en escalas pequeñas, permitimos que haya una escalada mayor. Por eso, Sergio dice que los argentinos tenemos que empezar a respetar la ley en todos los niveles. Tolerancia cero, entonces, significa poner blanco sobre negro los valores que como sociedad debemos respetar.

La mano dura es otra cosa: tiene que ver con el endurecimiento de las penas, con una política que va detrás de los hechos. En cambio, nosotros proponemos la prevención. Esa es la orientación que tiene Massa con respecto a la seguridad.

En su visita a Argentina en el 2000, el ex jefe de la policía neoyorkina en tiempos de Giuliani, William Bratton, aseguró: “La causa del delito es el mal comportamiento de los individuos y no la consecuencia de condiciones sociales”, ¿Cuál es su opinión sobre el origen de la criminalidad?

No se puede criminalizar a la pobreza. Hay mucha gente que tiene muchas necesidades y no es criminal. Yo creo que hay muchos factores que influyen en la criminalidad. En principio, hay que empezar a respetar los valores y generar en la sociedad la idea de que el que comete un hecho ilícito debe tener una consecuencia disvaliosa. Por eso es tan importante la tolerancia cero: si es lo mismo portarse bien que mal algunos van a elegir tomar el camino más corto. No puede ser lo mismo aquel que se esfuerza por comprarse un par de zapatillas que aquel que las roba.

Usted fue crítica de la separación de los ministerios de Justicia y Seguridad en la provincia de Buenos Aires. Entonces, ¿Cómo evalúa los primeros pasos de Granados al frente de esta última cartera?

Yo no fui crítica de la separación de los ministerios sino de la política de seguridad en general. Las carteras se unificaron y después se dividieron. Eso significa que hubo una política errática respecto a la seguridad y a la Justicia por parte del gobierno de (gobernador de Buenos Aires, Daniel) Scioli. Los bonaerenses somos víctimas de esas medidas que nos llevan para un lado y para otro. A mí me gustaría saber dónde está el ministro Granados porque los bonaerenses no lo estamos viendo trabajar activamente por la seguridad. No es visible el trabajo que está realizando.

El envío de gendarmes, por ejemplo, forma parte de esa política errática porque no se está apuntando hacia donde se debe. No se está buscando tener una fuerza de seguridad importante en la provincia. La gendarmería no es una fuerza de Buenos Aires sino nacional. Es un cuerpo militarizado, con otros objetivos y otra preparación. No tiene ni la capacidad operativa ni los medios necesarios para estar en la provincia en condiciones dignas. Por eso, creo que debe apuntarse a recuperar las fuerzas de seguridad propias con sueldos dignos. Hoy, muchos oficiales de la Policía Bonaerense emigran a la Metropolitana en busca de otras condiciones de trabajo que aquí no tienen. Ahora, les dieron a los miembros de la policía 200 pesos de aumento. Eso es una burla a los responsables de la seguridad de todos los bonaerenses.

OPINIONES POLÍTICAS. Mónica Litza, en julio de este año, tomó la decisión de dejar el cargo que ocupaba dentro del Gobierno Nacional para sumarse al grupo de dirigentes que apoyan a Massa. “El gobierno se fue radicalizando y recostándose sobre algunos grupos hasta convertirse, prácticamente, en una secta que excluye a muchos sectores como a los trabajadores, a los peronistas y a muchos dirigentes”, argumentó. En el mismo sentido, explicó: “El cristinismo se recostó en Unidos y Organizados, La Cámpora y D´Elía, todos sectores que no tienen nada que ver con el peronismo. Lo que me pasó a mi es lo que le sucede a millones de argentinos que votaron a Cristina en 2011 y que hoy están en veredas opuestas. Hoy, el cristinismo es la expresión de una minoría. Aquello de gobierno nacional y popular dejó de ser una realidad”.

A nivel local, en Avellaneda, su posición frente a la gestión del intendente, Jorge Ferraresi, ha sido mucho más benevolente. En algunas entrevistas, incluso, lo destacó como un gran gestionador y aseguró que no tenía “nada para criticarle”.

¿Por qué cree que siete de cada diez votantes, como el mismo Ferraresi dijo, no lo acompañaron en las PASO?

Yo creo que la gente no plebiscitó con su voto la gestión en Avellaneda. Me parece que hay un hartazgo del electorado con las políticas del Gobierno Nacional, con la inflación y con la inseguridad. La gente votó al espacio que le habló de sus problemas reales y le hizo propuestas concretas para solucionarlos. Eso excede a la gestión municipal. No se municipalizó la discusión. Me parece que Ferraresi, como muchos otros intendentes, sufrió las consecuencias de que la gente haya votado con vistas a políticas no locales sino de mayor rango.

En el marco de la interna del massismo de Avellaneda, el ex intendente de la ciudad, Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, decidió apoyar a la lista que encabeza José Alessi, competidora de la que usted promueve, ¿Cambia el escenario político?

No, porque “Cacho” ya acompañó a Alessi en las PASO y, sin embargo, la lista oficial que encabeza (presidente del Concejo Deliberante, Armando) Berttolotto ganó. Si bien Alessi y Bertolotto no compitieron entre sí porque Alessi fue con una colectora, Armando consiguió una diferencia muy abultada de votos. Nosotros estamos confiados en que no sólo se va a repetir el resultado sino que esa diferencia se va a profundizar aún más.

Tras el recambio legislativo de diciembre, ¿Ve viable un acuerdo entre los dos sectores del massismo en el Concejo Deliberante?

La política es el arte de lo posible. Yo creo que tenemos que esperar el próximo escenario y a tener los números en la mano. Después veremos cómo queda el Concejo Deliberante. Además, el que gana conduce y el que pierde acompaña. Y yo creo que Massa será el encargado, como conductor del espacio, de alinear y decidir el orden que debemos tener en el proyecto.

Si logran confirmar el resultado positivo que usted augura para este domingo, ¿Van por la intendencia en 2015?

Sin dudas que sí. Sergio, seguramente, va a ser el próximo presidente de los argentinos y Avellaneda va a estar en la misma línea. Por eso, aspiramos a ser gobierno en 2015.

Comentá la nota