La interna kirchnerista detrás del desalojo de la toma de Lugano

La ministra de Seguridad puenteó a Berni y fue la clave para destrabar el desalojo, que repudiaron los legisladores K.

Las contradicciones ideológicas del kirchnerismo tuvieron un ejemplo inestimable en las últimas horas tras el desalojo del predio de Lugano, que estaba tomado desde febrero.

El desalojo del “barrio Papa Francisco”, que se demoró durante seis meses tanto por la inacción del gobierno de Mauricio Macri como por la falta de respaldo del Gobierno nacional, se efectivizó este sábado y desnudó las diferencias entre el ala dura del kirchnerismo, encarnada en organizaciones como La Cámpora, el Movimiento Evita y Nuevo Encuentro, y el ala más pragmática del Gobierno.

 

Macri siempre quiso sacarse el tema de encima e incluso el Fiscal General de la Ciudad, Martín Ocampo, intentó traspasarle el conflicto a la Nación mientras disfrutaba de un viaje de parranda por Miami con la banda del Tano Angelici.

 

Pero la jueza que llevaba el caso, María López Iñíguez, falló en contra del pedido de Ocampo y dejó la toma de Lugano en la órbita de la Ciudad. Pese a esto, el gobierno porteño no avanzó ni en el desalojo ni en una alternativa habitacional para los ocupantes del predio.

 

“La Metropolitana, no quería hacer nada sin el respaldo de fuerzas federales que se ensuciaran y Berni no prestaba la Policía Federal pese a sus constantes declaraciones mediáticas”, resumió a LPO una fuente que participó activamente del proceso de desalojo.

 

Como Berni no le garantizaba a la jueza el respaldo de alguna de las fuerzas federales para que la Policía Metropolitana efectivizara el operativo de desalojo, quien curiosamente lo puenteó al secretario fue la ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez.

 

Rodríguez es en teoría quien debería autorizar a Berni en cada una de sus apariciones, pero el Secretario se mueve con autonomía. La ministra fue quien le garantizó a la jueza la presencia de efectivos de Gendarmería para que la Metropolitana pudiera concretar el desalojo. Es por eso que la magistrada dio luz verde para el operativo tras seis meses de demora.

 

 

Contradicción

 

La determinación de Rodríguez chocó de frente con la resistencia del kirchnerismo porteño, que en medio del desalojo que facilitó pura y exclusivamente una funcionaria del Gobierno nacional, se hizo presente en el predio de Lugano para apoyar a los ocupantes.

 

Tanto el titular de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, como su amiga íntima, la legisladora Paula Penacca y los legisladores María Rachid (Movimiento Evita) y José Cruz Campagnoli (Nuevo Encuentro), acudieron en rescate para rechazar el accionar de la Metropolitana.

 

El Movimiento Evita, que rechazó el mismo sábado el desalojo, organizó la resistencia de un grupo de ocupantes que aún protestan a metros del predio.

 

Hoy, en tanto, la presidenta del bloque de legisladores del Frente para la Victoria, la ex ibarrista Gabriela Alegre, presentó un proyecto para repudiar el desalojo. El proyecto lo firmaron todos los aliados del kirchnerismo en la Legislatura porteña.

 

En simultáneo, la jueza envió un comunicado para agradecer “muy especialmente” a la ministra y omitió olímpicamente a Berni. El secretario no se quedó cruzado de brazos y calificó la orden de la jueza como una “locura” porque fue "improvisada" y "sin consultar a nadie”, pese a que su jefa, la ministra, fue la clave para destrabar el operativo.

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