Celulosa Argentina y Grupo Albanesi se sumaron al listado de las empresas del agro que avisan que no pagarán sus deudas. Distintas políticas del Gobierno de Javier Milei desajustan los balances del sector privado.
Eugenia Muzio
Dos importantes empresas incumplieron el pago de su deuda esta semana y se suman a la lista de firmas del agro que inauguraron un período de primeros defaults. Se trata de Albanesi, la primera productora de energía eléctrica y Celulosa Argentina, la papelera con más peso del país, que entraron en un período de gracia para renegociar condiciones con sus acreedores por distintas razones, pero por un contexto en común: el ajuste y el volantazo en la política económica del Gobierno de Javier Milei. La situación enciende las primeras alarmas para el mundo corporativo y en el exterior ya apar
El caso más reciente es el de Celulosa Argentina, productora de pulpa y papel, que anunció en una carta a la Bolsa de Comercio que no afrontará los vencimientos de Obligaciones Negociables de mayo, bajo el argumento de la caída de ventas mayor al 30% en el mercado doméstico; un incremento sustancial de los costos fijos medidos en dólares, ocasionado por la fuerte apreciación del peso, y el “incremento de la percepción de riesgo sistémico en el mercado financiero por eventos como el concurso preventivo de la firma Los Grobo y el default de Red Surcos”.
Factores que se desprenden de las decisiones de política cambiaria y enfriamiento del consumo, por el plan económico del Gobierno. La firma es parte del complejo foresto industrial, un sector competitivo con potencial exportador incluido en el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI), pero perjudicado, por el costado externo, por un tipo de cambio barato que provocó que muchas pymes se lanzaran a importar a menores valores y que la exportación genere menos márgenes de ganancias y, por el interno, por la baja del consumo.
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La papelera es controlada por Tapebicuá Investment Company, con el 66,4% del capital y también está integrada por los empresarios Douglas Albrecht; José Urtubey y Juan Collado, que en el último tiempo redujeron su participación accionaria. El 7 de abril, la compañía contrató a la consultora VALO Columbus para analizar alternativas de reperfilamiento de su deuda.
Energía, golpeada por el ajuste de Cammesa
Días antes, el Grupo Albanesi, controlador de Generación Mediterránea y de Central Térmica Roca, anunció a sus acreedores que no afrontaría el pago de USD 19,5 millones en concepto de intereses. Según pudo saber PERFIL, el problema se remonta a mayo del 2024, cuando Cammesa, la mayorista eléctrica, interrumpió el flujo de pagos y provocó fuertes deudas en las generadoras.
El agujero en Albanesi fue de USD 1.200 millones y la compañía lo cubrió con una quita de capital del 50% sin intereses; apalancada por proyectos de inversión por USD 600 millones para nuevas centrales eléctricas, volvió a salir a buscar deuda en pesos. Fuentes cercanas a la firma aseguraron que se trata de un problema de liquidez y no de solvencia y afirmaron que analizan alternativas para, en el transcurso de un mes, evitar el default.
“Es una compañía sumamente apalancada, más que ninguna otra en el sector, y tiene mucho para pagar en intereses. Cuando se cayó la demanda de pagarés dollar linked, pasó al mercado de pagarés en pesos, pagando tasas desorbitantes, (ya que) eran los que más caro pagaban en el mercado”, explicó Diego Méndez, economista de Portfolio Personal de Inversiones (PPI).
El dólar, el problema del agro
La situación de Los Grobo, Agrofina y Surcos tiene en un punto en común: son empresas que “venían planificando en función de un escenario económico”. “Con Milei el escenario cambia 180 grados y quedan descalzadas, sin plan B”, analizó el experto Javier Preciado Patiño, en diálogo con este medio. El tipo de cambio barato sostenido a costa de la intervención en la brecha y absorción de pesos, sumado a la quita del cepo, eliminó la generosa rentabilidad que dejaba la brecha cambiaria bajo la dinámica de comprar a dólar oficial y vender al paralelo.
Red Surcos, un gigante de los fitosanitarios, tiene un concurso preventivo de crisis abierto desde febrero y, según reveló la Justicia de Santa Fe, debe más de USD 1.000 millones a casi 600 acreedores e, incluso, se investiga si no incurrió en estafa por haber colocado ONs por USD 100 millones poco antes de avisar que no cumpliría con el pago de sus deudas.
Los Grobo y Agrofina comunicaron a fines de 2024 una situación de liquidez transitoria que se extendió hasta el pedido de apertura de un concurso por un pasivo de más de $500.000 millones a 3.700 acreedores. Ambas, propiedad de Victoria Capital Partners y la familia Grobocopatel, inauguraron un período de default en el mundo corporativo local que hasta ahora sumó más firmas del agro y alcanzó al sector de la energía y el papel.
La situación que asoma en el sector privado ya hace ruido en el mundo. Jaime Reusche, el vicepresidente y analista principal de Moody’s Ratings, afirmó: "Desde el punto de vista de la calificación soberana, que es más macro, esto es uno de los elementos que nos dice 'avancemos, pero con cautela'. Creemos que van a haber ciertos problemas en algunos sectores conforme la economía se va rebalanceando, porque se viene un contexto muy difícil a un contexto más abierto donde se reducen los controles, pero hay mayor volatilidad".
La calificadora de riesgos más escuchada del mercado ya había advertido a comienzos del año que en 2024 hubo un fuerte deterioro en la liquidez de las compañías, producto de la caída de la actividad y que “aquellos emisores con niveles de liquidez por debajo del 50% que posean bajo nivel de líneas ociosas con entidades financieras y no posean la capacidad de colocar deuda hard dollar enfrentarán un mayor riesgo de refinanciación en 2025".
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