Homenaje a Antonio Cafiero: La defensa de la democracia, de los carapintadas con Alfonsín al atentado a Cristina Kirchner

Homenaje a Antonio Cafiero: La defensa de la democracia, de los carapintadas con Alfonsín al atentado a Cristina Kirchner

Un emotivo encuentro convocado por la diputada Gisela Marziotta en el Congreso rindió homenaje a la entrañable figura del peronista, demócrata y custodio de doctrina.

 

Por Patricia Chaina

“El peronismo no es una lucha de individualidades, sino una construcción colectiva”: la frase solía ser pronunciada por Antonio Francisco Cafiero quien hoy cumpliría cien años. Y fue recordada este lunes en el salón de Pasos Perdidos del Congreso de la Nación, al conmemorarse su nacimiento, el 12 de septiembre de 1922. Fue en un acto convocado por la diputada del Frente de Todos Gisela Marziotta, con el que se homenajeó al emblemático “político, intelectual, estratega y militante peronista” quien fue ministro de Juan Domingo Perón, con apenas 30 años de edad, y un militante activo por la unidad del peronismo durante toda su carrera política. 

El encuentro recuperó el perfil humano de este hombre que fue contador público pero dedicó su vida a la política convirtiéndose en una emblemática figura del Justicialismo donde batalló tanto por la unidad como por sostener la doctrina. Sobre todo cuando la embestida menemista arrolló con los mandatos tradicionales del partido. Cafiero (fallecido en 2014) le imprimió al peronismo en sus setenta años de actividad política, "convicción democrática" desde una sostenida militancia católica, e institucionalista.

El grupo de oradores elegidos para recordarlo, convocó a familiares y compañeros de militancia: junto al exgobernador de la provincia de Buenos Aires y diputado mandato cumplido Felipe Sola, quien lo conoció en 1982, estuvo Ana Cafiero, una de las hijas de Antonio, e integrante del Consejo Asesor del Ministerio de Mujeres bonaerense; Francisco Cafiero, nieto de Antonio y actual Secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa; el productor de cine Osvaldo Papaleo; y el historiador Aritz Recalde, cuyo texto “El estadista bonaerense” recrea la biografía política del hombre que a fines de la década del ’80 le devolvió al peronismo la posibilidad de “volver”, al ganar la gobernación de la provincia de Buenos Aires (1987-1991) luego de la derrota del ‘83. “Un triunfo histórico, le ganamos al mejor (Raúl) Alfonsín”, recordó Papaleo sobre las elecciones que llevaron a Cafiero a la gobernación, luego de la presentación de un video que recuperó varios de los mejores momentos políticos del dirigente.

Renato Miari, el jefe de prensa de la gobernación bonaerense “en tiempos de Antonio” y Oscar Balestieri, su Subsecretario de Vivienda, se destacaban entre los asistentes. Junto al jefe del bloque del FdT, el diputado Germán Martínez, y a la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau, quien tomó la palabra para recordar entre anécdotas familiares “el afecto” del que era portador Cafiero “que es patrimonio de todos”. Otros legisladores como Mara Brawer, Eduardo Valdes y Daniel Arroyo, compartían junto a dirigentes políticos y gremiales como Víctor Santa María, el recuerdo y el legado doctrinario del patriarca bonaerense.

Así, “en la casa de la democracia”, como señaló el legislador porteño Matías Barroetaveña (FdT) que ofició de moderador --Gisela Marziotta no asistió por motivos personales— el recuerdo de "Antonio" recorrió la historia política de la Argentina peronista. Desde su inicio el 17 de octubre de 1945, donde Antonio comenzó a reconocerse “peronista”, como puntualizó el historiador Recalde, a “la tristeza por la derrota del ’83”, como señaló Barroetaveña, de la que "salimos por la voluntad popular en el camino de la Renovación Peronista" que fue su legado. Y el regreso "al peronismo doctrinario”, explicó Recalde.

La formación política fue una obsesión de Antonio, referían y reiteraban quienes lo conocieron. Y “la convicción democrática que expresaba” --recordó Barroetaveña--, cuyo punto más alto puede leerse en ocasión del alzamiento carapintada de 1987, en la colaboración que prestó al entonces presidente Raúl Alfonsín. “No dudó en acompañar y estar al lado de Alfonsín en el balcón, cuando hubo que defender la democracia y acompañar al gobierno constitucional”, revivió Papaleo; aunque eso le costara después “no llegar al sillón presidencial”.

Para Francisco Cafiero --uno de sus 39 nietos--, la figura de su abuelo Antonio se sintetiza en una frase que refiere a “los que sueñan” y definen “a la clase de dirigentes que nos enorgullece”. Porque solo “el que sueña junto a otros es capaz de hacer historia”, señaló Francisco. Ana Cafiero trajo a la actualidad la convicción democrática de su padre. “Me pregunto qué nos diría hoy ¿qué mensaje nos daría?”, y no dudó al señalar que “estaría al lado de Cristina (Kirchner) para defender codo a codo a la democracia, que es hoy lo que nuestra patria necesita”, subrayó.

 

El sentido de la militancia y el valor de la doctrina y de la formación política, fueron señalados como parte fundante de su legado. Antonio Cafiero es recordado como “un hombre de doctrina y de acción”. Un hombre de fe, “católico y comprometido”. Buscó formar a los cuadros jóvenes, era un escritor consecuente, recordó Felipe Sola. “Pero se arremangó y salió a buscar voto por voto, cuando tuvo que hacerlo, con la convicción de saber que los nuestros son los que están abajo”, enfatizó Papaleo. “Antonio podía ganar el debate académico”, coincidió Sola y también "patear la calle para dar la pelea". “Era un demócrata y un peronista hasta los tuétanos”, afirmó luego el exgobernador bonaerense al recordar entre anécdotas emotivas, cómo el legendario dirigente transmitía doctrina a través de los actos. Así, la unidad del peronismo, la institucionalidad y la formación política quedaron selladas a su legado.       

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