Las fallas en una planta de tratamiento de efluentes cloacales en Junín despertó la atención en el distrito vecino de Chacabuco, desde donde partieron pedidos de informes a la Provincia para que constate si existe contaminación en el Río Salado y en la Laguna Rocha.

Si bien el tema no es nuevo, el pedido del intendente Víctor Aiola, de Chacabuco, a la Autoridad del agua, para que constate si existe contaminación acuífera, y en tal caso que corrobore si tiene origen en la planta juninense, sumó un capítulo al conflicto, que ya fue abordado por la Justicia en 2011.

Ahora, según consignó el diario Democracia, la representante de la Autoridad del Agua bonaerense en Chacabuco, Mercedes Lacentra, afirmó  que ese organismo ya inició investigaciones para determinar si existe contaminación, justamente por pedido de la Comuna.

La sospecha de que la planta depuradora de Junín sería la causal de la contaminación tiene asidero del otro lado de la frontera municipal. El propio intendente juninense, Pablo Petrecca, reconoció a INFOCIELO que “la planta no está funcionando adecuadamente, lo que hemos hecho es trabajar con Provincia para dejarla en condiciones”.

En ese sentido, consignó que “ya se licitó para limpiarla y analizar qué trabajos hay que realizar. Es parte de lo que hemos recibido sin funcionar. Es una planta que hace años que no funciona correctamente”.

Su secretario de Obra Públicas, Diego Frittayón, fue todavía más allá y confirmó que la planta directamente no funciona, por lo cual los residuos cloacales “se estaban arrojando en crudo al Río Salado” desde los tiempos de Mario Meoni, antecesor de Petrecca en el cargo.