Golpeado, Puricelli admitió a su hija que dejará su cargo en marzo

Golpeado, Puricelli admitió a su hija que dejará su cargo en marzo
Por F.O.

Arturo Puricelli volvió a manifestar su cansancio y dijo que iba a renunciar a su cargo de ministro de Defensa. Esta vez no sólo se lo manifestó a sus principales colaboradores, sino que también a su hija Juliana, quien trabaja con él en el Edificio Libertador. Habló de marzo como fecha probable, pero no es la primera vez que dice que se va a dedicar a la venta de cerezas.

El miércoles Puricelli reconoció que se le iba a caer “la cara de vergüenza” cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le preguntara cómo se hundió el buque Santísima Trinidad en la Base Naval de Puerto Belgrano. La ocasión llegó el jueves, cuando la mandataria lo recibió en la quinta presidencial de Olivos para escuchar sus explicaciones.

Frente a la Presidenta volvió a ensayar la tesis del “sabotaje”, un argumento bastante usado en las filas del kirchnerismo cuando algo sale mal. “Cuando hablo de sabotaje no necesariamente hablo de un explosivo. Sabotaje es, por ejemplo, dejar adrede las puertas abiertas en los compartimentos del buque”, esgrimió el funcionario el viernes en declaraciones a radio El Mundo.

También sostuvo que “no es un tema presupuestario”, sino “un gesto de atención y vigilancia mínima que debía tener la guardia asignada, que se ve que no ha cumplido con su rol”. Un día antes, Puricelli ordenó al jefe de la Armada, almirante Daniel Martín, que abra una investigación y que acelere todos los tiempos.

En principio, el planteo del funcionario no parece descabellado. Más si se tiene en cuenta que hay una guardia, que el destructor se encontraba amarrado en el puerto y que una nave de semejante porte no se hunde en cuestión de minutos como si fuera de papel.

Pero la tesis de Puricelli contradijo un comunicado que emitió la Armada el lunes en el que se indica que la situación del Santísima Trinidad fue a raíz de “la rotura de una tubería de seis pulgadas, lo cual produjo un importante ingreso de agua”. El destructor fue pasado a la condición de “receso temporario” en el año 2000, “radiado definitivamente del servicio activo en el año 2004” y desde esa fecha “solamente permanecía a bordo una mínima cantidad de personal de guardia”.

En la Base Naval de Puerto Belgrano todos parecen saber que alguien habría dado la novedad cuando el destructor se encontraba “a una escora de entre tres o cinco grados”, aseguró a PERFIL un uniformado con destino en ese puerto. Es más, dos buques civiles que pasaron por la zona habrían advertido la misma situación. Otro dato: en la guardia, en el muelle donde estaba amarrado el destructor Santísima Trinidad, “había tres personas que rotaban”.

Puricelli ya había llevado a la Casa Rosada su renuncia en octubre a causa de la retención de la fragata Libertad en el puerto ghanés de Tema, por un embargo trabado a pedido de los denominados fondos buitre. Cuando lo hizo, sus colaboradores preparaban sus bártulos para dejar el Edificio Libertador. Pero la Presidenta rechazó su renuncia.

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