En medio de la pandemia y con un déficit fiscal primario que se ubicará en torno al 8 y 8,5% del PBI, el Gobierno comenzó a delinear el proyecto de Presupuesto para el próximo año, en donde se contemplaría una baja importante en el desequilibrio presupuestario, de la mano de un rebote económico que le daría un respiro a la recaudación.

Esos son los principales objetivos concretos que el ministro de Economía, Martín Guzmán, y los principales integrantes del gabinete económico están analizando para conformar un proyecto de Presupuesto para el próximo año, un rompecabezas que deberá tener en cuenta los efectos de la pandemia y el acuerdo que buscará cerrar con el FMI en el transcurso del primer trimestre de 2021.

Entre los principales objetivos macro del próximo presupuesto se ubican una reducción del déficit primario del 1,5 al 2% del PBI. El rebote por la recuperación oscilaría entre el 5 y 6% del nivel de actividad económica, la mitad de lo que se estima perder este año, que estaría entre el 10 y el 12%.

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“Creemos que a partir del segundo trimestre de 2021 la economía tomará un impulso fuerte, lo que llevaría a un importante crecimiento interanual de la recaudación impositiva, especialmente por el lado del IVA, previsional y retenciones al comercio exterior”, explicó un funcionario de Hacienda.

Exportaciones. El capítulo del comercio exterior, en particular, es central, ya que en Economía están calculando que las exportaciones podrían crecer el próximo año entre un 7 y un 10%, por la mejora en los precios de los commodities y la recuperación económica mundial, con lo cual se estima que habrá un impacto positivo en los ingresos tributarios por retenciones.

“Hay que tener en cuenta que ahora hay un margen fiscal importante por el lado del ahorro que genera el acuerdo por la reestructuración de la deuda. Ese margen es el que permitiría reducir el déficit fiscal y seguir atendiendo en el gasto público los terribles efectos de la pandemia”, apuntó la misma fuente del gabinete económico.

El objetivo que se va a conversar con el FMI es acordar un programa de mayor extensión que un stand by, llevando a cabo un esquema de reducción gradual del déficit fiscal, pero teniendo en cuenta el impacto de la pandemia del coronavirus en la economía local.

Sin el problema de la deuda, qué hay que hacer con la economía

La vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, en declaraciones formuladas en AM 750, puntualizó que el Presupuesto 2021 apunta a “reflejar que buscamos una economía más tranquila, como siempre dice Martín Guzmán, queremos una economía más inclusiva, queremos poner los incentivos a favor del valor agregado, del empleo”.

“No queremos chocar con la restricción externa ni bien empezamos a crecer y necesitamos un modelo de desarrollo de mediano y largo plazo que sea federal y soberano. Esos son lineamientos y esto debería verse en el Presupuesto, que parte de una economía muy compleja. No es el Presupuesto modelo, el que nos gustaría tener, pero sí tenemos esos objetivos”, resaltó Todesca.

Inflación. La mejora de las cuentas públicas figuraría en el proyecto de Presupuesto como anclajes para ir delineando una inflación que baje en forma paulatina, con un ajuste “acotado” del tipo de cambio, aunque hasta el momento, en los comienzos de la elaboración del proyecto, aún no hay una previsión concreta de la evolución inflacionaria prevista para 2021.

Hay determinados aspectos que ya se están terminando de trabajar para el proyecto del próximo año, y dentro del mismo, se incluiría un blanqueo y determinadas reformas dentro del esquema impositivo, con mayor presión sobre Ganancias, Bienes Personales. El ministro de Economía tiene dos equipos trabajando sobre una modificación tributaria.

“Por la experiencia que he tenido, el proyecto de Presupuesto, que hay que presentarlo siempre 15 de septiembre en el Congreso como fecha tope, se define generalmente en los últimos diez días o mismo una semana antes”, agregó un funcionario de carrera del Ministerio de Economía.

 

Todesca: “Nuestro diálogo con el FMI ha sido muy bueno”

Sobre el Fondo Monetario Internacional (FMI), la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca reconoció que “es una negociación muy importante, primero porque tenemos que renegociar una deuda de 44.000 millones de dólares que nos dejó la gestión de Macri, hay una gran concentración de vencimientos entre 2022 y 2023, es un montón de plata, la Argentina no tiene para pagar esa deuda y por supuesto hay que sentarse a negociar con el Fondo”.

“Nosotros siempre hemos sido claro con respecto a esto. El FMI tiene una cajita de herramientas, se suben a un avión, y van con esa cajita de herramientas a los países y pretenden solucionar con esa cajita de herramientas cualquier problema que se presente, ignorando estructura productiva, del mercado de trabajo, historia, de cada uno de los países. Nosotros nos vamos a sentar con el Fondo con nuestra caja de herramientas, que probablemente difiera de las que tiene el Fondo. Al mismo tiempo debo decir que el diálogo nuestro con el FMI siempre ha sido muy bueno”, agregó Todesca.