Por Mariano Spezzapria

La interna del oficialismo está más agitada que nunca. No solo se registra el enfrentamiento entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, ahora en torno a las importaciones y a los planes sociales, sino que también el Frente Renovador , la tercera fuerza dentro del Frente de Todos, blanqueó el malestar de sus bases con el “desgaste” al que, según entienden, está siendo sometido su líder, Sergio Massa, a raíz de las indefiniciones del Presidente en materia económica y por su negativa a institucionalizar la coalición gubernamental.

 

En medio de ese espeso clima interno, dirigentes de todo el país empujan la convocatoria a un congreso partidario para el 15 de julio en Mar del Plata, donde confluirán los delegados bonaerenses con la mesa nacional del espacio. En términos políticos, se trata de un emplazamiento del massismo a Alberto Fernández para que genere o garantice cambios profundos en el gabinete y el rumbo de la administración si no quiere perder el apoyo del Frente Renovador. La versión, que circula profusamente, no fue desalentada por Massa.

“Muchos dirigentes están cansados de verlo sometido al desgaste de buscar la unidad o evitar los quilombos en la diaria”, deslizó un diputado del FR en referencia a Massa, mientras que otro referente de la fuerza acotó: “Hay compañeros del interior que ven a Sergio demasiado atrapado en la agenda parlamentaria y que eso no le permite caminar el territorio”. Esa frase activó, rápidamente, el pedido -aún interno- para que Massa renuncie a la presidencia de la Cámara de Diputados, tal como lo hizo Máximo Kirchner al bloque.

 

El endurecimiento del FR sorprendió este martes porque el propio Massa había sido parte de la delegación que acompañó al presidente Fernández a la Cumbre de las Américas en los Estados Unidos, donde aprovechó la oportunidad para plantearle su idea sobre la necesidad de “repensar el gobierno”, más allá del “cambio de nombres” que provocó la salida de Matías Kulfas y la llegada de Daniel Scioli al Ministerio de Desarrollo Productivo. Aunque también trascendió la incomodidad de Massa con el encumbramiento del exgobernador.

Sin embargo, las fuentes partidarias consultadas por LA NACION advirtieron que la “falta de reacción” del Presidente y de su equipo inmediato de colaboradores sobre las demandas tanto de Massa como de Cristina Kirchner, más resonantes aún; y el rechazo de Fernández a la convocatoria a una mesa nacional del FDT para darle “orden político” a la coalición gubernamental y para crear un ámbito para “discutir el tema de la inflación”, llevó a dirigentes del FR a reclamar un endurecimiento a su propio jefe.

De todos modos, los voceros rechazaron la posibilidad de que haya una ruptura formal del Frente de Todos. “Ruptura no va a haber y menos por él, pero el hartazgo está incrementándose”, advirtió una diputada. Aunque no descartó la posibilidad de que en el congreso de Mar del Plata se le pida a Massa que renuncie a la presidencia de la Cámara baja para “que tenga más tiempo para hacer política en el territorio”. Ese es el camino que tomó Máximo Kirchner: asumió en el PJ bonaerense y tomó distancia de la actividad legislativa.

La convocatoria al congreso partidario del FR había sido, originalmente, para el 23 de abril pasado, también en Mar del Plata, pero el propio Massa la desactivó cuando supo que varios referentes bonaerenses del espacio propondrían retirarse del Frente de Todos, ante la interna declarada entre el Presidente y la vice. Pero ahora el malestar se intensificó y el tigrense no solo no frenó el llamado al congreso para el 15 de julio sino que tampoco desalentó las críticas a la gestión de Fernández que surgieron desde su propia fuerza.

 

“Por las políticas inadecuadas del Gobierno venimos perdiendo la confianza de la gente. Si no hay un golpe de timón, se verá más afectada la calidad de vida de nuestros ciudadanos”, afirmaron los renovadores más críticos, entre ellos diputados nacionales, bonaerenses, intendentes y funcionarios. También referentes del interior como Roger Nediani (La Banda, Santiago del Estero), Germán Braillard (Corrientes) y Silvia Rojas (Misiones). “Cuando nuestros vecinos van a los supermercados, nos putean en todos los idiomas”, advirtieron.

 

Por la noche, tras un plenario en la primera sección del conurbano que tuvo lugar en Morón, el ministro de Transporte bonaerense, Jorge D´Onofrio, ratificó la convocatoria al congreso partidario para el 15 y 16 de julio en Mar del Plata y aseguró que el Frente Renovador pedirá allí “consensos” internos para avanzar en el combate a la inflación y la conversión de los planes sociales en trabajo, como planteó Cristina Kirchner en el acto de la CTA en Avellaneda, del que el propio D´Onofrio participó el lunes por la tarde.