Fernando Rozas, un funcionario pistolero: la 9mm habría sido provista por la armería del SPB

Fernando Rozas, un funcionario pistolero: la 9mm habría sido provista por la armería del SPB

Cada día que pasa, aflora una nueva irregularidad en el Servicio Penitenciario Bonaerense: lejos de transparentar y reorganizar el funcionamiento en la institución, la intervención comandada por Fernando Rozas, ex diputado denarvaista, multiplicó los casos de corrupción e instaló un nuevo mecanismo de gestionar: con el arma en el escritorio.

 

Otra denuncia llegó a la redacción de NOVA. Esta vez, un trabajador se comunicó para denunciar cómo actúa Rozas en los pasillos del Servicio Penitenciario, puertas para adentro: “Tiene una pistola 9mm en la cintura, y cuando se reúne en su despacho, la apoya en el escritorio, como una forma de intimidar y de que se haga al pie de la letra lo que él dice, esté bien o mal”.

Según indicaron fuentes cercanas, que no quieren dar a conocer su identidad por miedo a represalias, la pistola fue provista por la Armería del Servicio Penitenciario, cuando el protocolo indica que solo se debe entregar a personal de penales: Rozas no es del Servicio (es un interventor externo), es civil y no posee portación.

El crítico estado de las Unidades Penitenciarias y los magros sueldos se potenciaron con los más de 1000 despidos y los 5000 nuevos sumarios: el ánimo de los empleados se caldeó y, para hacerse respetar, el interventor decidió “calzarse”, como se dicen en la jerga carcelaria.

El mundo tumbero que rodea la vida penitenciaria, hizo que Rozas se coma el personaje y actúe como un “patrón del mal”. Lo grave es que esta actitud se complementó con graves hechos de corrupción, que lo tendrían a él como cabecilla: habría armado una organización (con familiares, amigos y políticos) que se instaló en distintos estamentos del SPB, donde montaron una farmacia paralela, llevaron a cabo sobrefacturaciones, inventaron viáticos inexistentes y se le atribuyeron ascensos a “ñoquis” que no trabajan desde hace meses.

Esas maniobras habrían generado un motín millonario, lo que permitió que algunos funcionarios limpien el dinero de diversas formas, como comprando mansiones en Estados Unidos a partir de fideicomisos o llevando niveles de vida  irrisorios, en countries privados, con todos los lujos posibles.

Ahora, ¿Esta es la manera de combatir las mafias en las fuerzas que prometió la gobernadora María Eugenia Vidal? ¿Esta es la purga que anunció el ministro de Justicia Gustavo Ferrari? ¿Esta es la transparencia que pregonó el Frente Cambiemos?

Mientras tantos, miles de familias penitenciarias están en la calle por ausencias sin aviso o por presentar un certificado médico tardío, cuando los mafiosos siguen sentados en sus sillones. Todos coincidieron que se tenían que apretar las clavijas para que se cumpla con el trabajo asignado, pero esta no es la forma.

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