Falta de agua: cuando la solución no puede envasarse

Falta de agua: cuando la solución no puede envasarse

Desde la inauguración de la embotelladora Xuma, jujeños de distintas zonas han manifestado severos inconvenientes con la recepción de agua potable. En el peor de los casos llevan años esperando obras hídricas que siquiera comenzaron a ejecutarse. En tanto el gobierno avanza con su plan millonario para expandir la capacidad de la empresa estatal.

Decenas de reclamos por falta de agua se registran mensualmente en todas las regiones de Jujuy. Mientras tanto el gobierno insiste en el mega emprendimiento de agua embotellada Xuma. Para el 2022 se invertirán otros $200 millones para su expansión hacia una nueva línea de producción.

Mientras los principales líderes políticos y activistas ambientales tratan el futuro cercano del planeta en Glasgow (Escocia) entre acuerdos por la explotación de hidrógeno verde, el fin definitivo de la deforestación masiva y la reducción del metano, a más de 10 mil kilómetros de distancia habitantes del Jujuy Verde reclaman con desesperación la llegada de un suministro sostenido de agua que les permita subsistir en pleno siglo XXI.

La insólita situación ocurre en la misma provincia con ínfulas vanguardistas donde se celebró con creces la inauguración de la embotelladora Xuma durante marzo del corriente año. Mega emprendimiento ideado por Gerardo Morales y pergeñado por el presidente de Agua Potable Víctor Galarza; dentro del Plan Maestro Plurianual recibirá otros $200 millones durante 2022 para abrir una nueva línea de producción única en el mercado latinoamericano.

Desde aquel lanzamiento y su posterior venta al público tres meses después, han tenido lugar en el territorio provincial decenas de “acontecimientos” relacionados con la falta de agua, cuya solución hasta la fecha sigue sin hallarse dentro de un envase plástico. Pero incluso durante su gestación, Xuma fue objeto de numerosas críticas: desde el propio sindicato de Trabajadores Sanitarios en 2018 ponían el grito en el cielo al exponer una inversión millonaria en detrimento de las necesidades laborales y la implementación de obras que garantizaran el suministro de agua corriente a localidades donde no llegaba el servicio de agua corriente.

“¿Para quién es el negocio? A la gente hay que llevarle el agua por la cañería. Esto no tiene nada que ver con la empresa”, expresaba la secretaria general Yolanda Mamaní en una observación todavía vigente tres años después. En su breve recorrido empresarial Xuma también recibiría severas críticas especializadas, entre ellas del abogado ambientalista Kevin Ballesty que no lograba interpretar su objetivo fundacional.

 "Con la escasez de acceso al agua potable que hay en la provincia en qué cabeza cabe hacer una empresa embotelladora de agua, una empresa con un fin comercial. Este tipo de políticas, estas decisiones que toma el gobierno me generan un repudio total y hasta un desprecio al tipo de línea que toman".

UN REPASO POR LOS ANTECEDENTES DE LA FALTA DE AGUA

  • Cuando se cortaba el listón del hermoso edificio de Avenida 10 de Junio y San Luis, en simultáneo desde Los Blancos (localidad rural de Palpalá) vecinos le recordaban al gobernador que “la pobreza está acá”, en relación al histórico retraso en materia de obras hídricas. La falta de agua continúa afectando hasta la fecha el dictado normal de clases y la actividad agro ganadera. Aunque recientemente obtuvieron un compromiso político, la provisión a través de camiones cisterna continúa siendo insuficiente.
  • Por esa misma fecha Estela Cruz presidenta de la comunidad Aborigen de Huancar relataba a Radio 2 la odisea diaria para abastecerse del líquido elemento a través de una manguera. En el interior de la provincia la realidad de las comunidades de la Puna muestra una necesidad histórica y desatendida a lo largo de distintas administraciones: la falta de obras para garantizar el acceso al agua, un problema acrecentado durante la pandemia que obligó a cerrar dos escuelas por causas de fuerza mayor.
  • Pero para conocer historias/problemas con la provisión de agua potable no es necesario adentrarse en lo profundo de Jujuy. Miles de vecinos del barrio Obrero, instalados allí desde hace seis años carecen de servicios básicos e insisten con la necesidad de un profundo plan de urbanización. "Hoy a 6 años del barrio Obrero, no tenemos los servicios, no tenemos agua, no tenemos luz. Hace poco se quemó el medidor que era el único que teníamos y ahora es un peligro para todos los que vivimos ahí", describió recientemente la referente Victoria Méndez.
  • De nuevo en Palpalá, la realidad no dista mucho. Familias de las 124 Viviendas (barrio Florida) llevan un período similar en la zona y aunque en este caso las viviendas fueron debidamente adjudicadas a través del Instituto de Vivienda y Urbanismo (IVUJ) para Agua Potable el lugar continúa siendo considerado espacio verde. Solo con la ayuda de algunos vecinos de sectores aledaños alcanzan a juntar agua en baldes para cocinar, asearse, etc.
  • Entre los reclamos que acapararon la atención mediática recientemente figura la sexta caminata por el agua y la vida. Nada menos que nueve días llevando las banderas de los pueblos originarios en un recorrido a pie desde el norte de la geografía jujeña para denunciar los abusos de la megaminería en la zona afectada. Rosa González de la comunidad del Angosto del Rodero denunció al llegar a la ciudad:

"Esta caminata para nosotros es un peregrinar buscando justicia. Ingresaron máquinas de vialidad de la provincia y destruyeron territorio sagrado. Maquinas ingresan, marcan el camino y de noche rompen el suelo. Se han hecho las denuncias correspondientes, nos dijeron que nos iban a entregar un informe que nunca llegó".

  • Luego de trasladarse hasta el centro carmense, residentes del Paraje Las Urracas se sumaron a la enorme fila de reclamantes que tampoco encuentran respuestas en las laureadas presentaciones de Xuma 500 ml o 1,5 litros. Hasta el momento prenden velas a las autoridades municipales para que intercedan donde Agua Potable SE no ha aparece; para los productores zonales, mantener un suministro regular de agua implica un costo financiero enorme inaccesible para los vecinos

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