Por Juan Rubinacci

La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires convocará a una sesión extraordinaria antes de fin de mes en la que buscará retomar proyectos que quedaron frenados durante 2023, aunque con un doble mensaje que llega desde la oficina del gobernador Axel Kicillof: aprobar leyes que refuercen la idea de Estado presente mientras el presidente Javier Milei agita la ola privatizadora y mostrar una Legislatura bonaerense activa y eficiente que no duerme en el letargo de la casta.

 

El presidente de la Cámara baja, Alejandro Dichiara, le confirmó a Letra P que el martes 20 a las 10 de la mañana abrirá la primera sesión del año, en la que, fuera del período legislativo ordinario que quedará formalmente inaugurado el 1 de marzo, Diputados buscará aprobar una serie de proyectos que no siguieron su curso el año pasado, en las dos veces que se abrió el recinto.

El oficialismo pretende tratar la creación de una empresa estatal de medicamentos, propuesta que fue quitada del texto presentado por Unión por la Patria (UP) en las agitadas negociaciones de diciembre con la oposición, cuando el gobernador necesitaba la aprobación del endeudamiento y las emergencias. En momentos en que ese rubro tiene precios por las nubes y castiga el bolsillo de enfermos y jubilados, Kicillof contraataca con la idea de un Estado presente y solidario.

 

 

Fuentes de la oposición consultadas por este medio negaron la posibilidad de que ese sea uno de los temas a tratar, ya que “deberá (el oficialismo) meterlo por comisiones y discutirlo”. Aseguraron que buscarán tratar proyectos de 2022 y 2023 que podrían perder estado parlamentario, aunque admitieron que ninguno es de relevancia. Para ello, deberá haber acuerdo en las negociaciones de labor parlamentaria, teniendo en cuenta que, en sesiones extraordinarias, sólo se pueden tratar temas que hayan quedado postergados en esa misma condición (la empresa de medicamentos cumple el requisito).

Sin embargo, el ex bloque de Juntos por el Cambio (JxC), que sigue funcionando a modo de interbloque, tiene una carta fuerte para frenar esa intención de UP, con una serie de cuestionamientos hacia la obra social de la provincia, IOMA, con pedidos de interpelación a su titular incluido y un proyecto para pedir la emergencia sanitaria.

“Ahí hay quilombo. Si vienen con ese tema se va a picar”, aseguran en el PRO. En esa tropa afirman que “la sesión del 20 va a ser muy light; la convocan temprano para terminar temprano”. De este punto surge una tesis: si hay acuerdo entre las partes para sacar algunas leyes y no meterse en una lucha maratónica con proyectos pesados, será también una señal del oficialismo para mostrar una Legislatura en acción desde el minuto cero, en un mes en el que ni siquiera están conformadas las comisiones y en el que varios bloques aún no tuvieron su reunión inicial.

Para ello, Kicillof alista a su tropa legislativa, compuesta por 37 diputados y diputadas que reportan a diferentes terminales políticas del peronismo –algunos pocos propios-, entre camporistas, massistas y quienes reportan directamente a intendentes, y que deberán trabajar alineados para no romperse ante una oposición tan fragmentada como potente, representada en escaños que van desde la izquierda socialista hasta los libertarios, pasando por el PRO, la UCR y el GEN.