Empresas vinculadas a Coca Cola son las que más desechos plásticos importan a México

Filiales de la refresquera procesan desechos plásticos de países altamente industrializados; el compromiso para ocuparse de los residuos que generan sus productos está lejos de cumplirse.

Por: Kennia Velázquez.

GUANAJUATO.- Coca Cola es la compañía de bebidas azucaradas más grande del mundo y al mismo tiempo una de las mayores productoras de plástico. Pero en México, además, es una de las empresas que más desechos importa. 

Un análisis de los datos de aduanas realizado por OjoPúblico y PopLab revela que en los últimos diez años la compañía y sus filiales introdujeron a México 72.921 toneladas de desechos plásticos desde Estados Unidos y China. Estos residuos son procesados en este país y luego, de acuerdo a la información obtenida, son enviados de regreso como material procesado para ser reutilizado.

Entre las empresas vinculadas a Coca Cola que se encuentran como principales importadoras de basura plástica se encuentran: PetStar, Industria Mexicana de Reciclaje, Industrial de Plásticos Arma, Plásticos Técnicos Mexicanos y Bebidas Mundiales. 

The Coca Cola Company ha sido duramente criticada por grupos ambientalistas por no hacerse cargo de los envases de sus productos. Para responder a las acusaciones, en 2018 la corporación global anunció su campaña “Un mundo sin residuos”, que plantea, entre otras metas, reciclar el 100% de sus envases al 2025 y que la mitad del material con que se elaboren provenga de plásticos reutilizados.

Para Ornela Garelli, activista de Greenpeace México, estas importaciones muestran que la compañía tiene “una política engañosa”, pues mientras “habla de recuperar y reciclar todas las botellas que ponen en el mercado, realmente no está haciendo ninguna aportación al ambiente”. 

La activista especializada en océanos y plásticos sostiene que Coca Cola debería “asegurar primero el reciclaje de los residuos que se generan en el país en lugar de estar importando”.

La compañía de bebidas se ha comprometido a trabajar para “fortalecer la infraestructura de acopio y reciclaje, buscando incrementar el promedio actual de recolección de 6 de cada 10 envases que pone en el mercado, para llegar a 10 de 10 en 2030”. 

Lo que las filiales de Coca Cola ingresaron a México representa el 8% del volumen de residuos que llegaron en una década a este país, según los datos de aduanas global analizados para esta investigación.

Pese a sus compromisos, en 2021, la compañía utilizó 3.224 millones de toneladas de envases, es decir un 8% más que en 2020. Y, a pesar de las promesas de reciclar más, incrementó el uso de plástico nuevo. 

La organización Break Free From Plastic, que audita anualmente la basura plástica en el mundo, señaló por quinto año consecutivo a Coca Cola como una de las empresas más contaminantes del 2022, debido a la gigantesca producción de botellas de plástico y los pocos porcentajes que reciclan. 

De acuerdo al reporte, del 2018 a la fecha la empresa ha triplicado la producción de botellas desechables y reducido el porcentaje de material reciclado.

PetStar: reciclaje e importaciones

De 2012 a setiembre de este año, las empresas vinculadas a Coca Cola importaron a México un total de 72.921 toneladas de basura plástica. 

La Industria Mexicana de Reciclaje importó 468 toneladas, Industrial de Plásticos Arma, 573 toneladas; mientras que Plásticos Técnicos Mexicanos, introdujo al país mil 200 toneladas. Por su parte, Bebidas Mundiales importó 15 mil 119 toneladas de desechos plásticos entre 2021 y 2022.

De las empresas importadoras vinculadas a la refresquera destaca PetStar,  una recicladora de PET que con apoyo del Banco Mundial en 2009 puso en marcha una planta de reciclaje en el Estado de México, con la promesa de “reducir significativamente el volumen de residuos no biodegradables y contribuir a aumentar la vida útil de los rellenos sanitarios de México” y hoy es promocionada como “la planta de reciclaje más grande del mundo”.

PetStar tiene como socias a las fabricantes de bebidas Arca Continental, Bepensa, Corporación del Fuerte, Corporación Rica, Grupo Embotellador Nayar, Embotelladora de Colima y la Industria Mexicana de Coca Cola.

De 2015 a la fecha, PetStar ha importado a México 55.547 toneladas de desechos de envases plásticos. 

Los primeros tres años importó 58 toneladas, al año siguiente no se registró ingresos, pero en 2020 adquirió 10.586 toneladas y en 2021 fueron 31.964 toneladas de desperdicios de PET (polietileno tereftalato, es un tipo de plástico utilizado en envases y botellas de gaseosa, agua y aceite, entre otros). Hasta el 30 de septiembre de 2022 había importado 13.113 toneladas.

Hugo Gómez Squivias, vicepresidente de materia prima en la Asociación Nacional de Industrias de Plásticos (ANIPAC) en México, explicó a OjoPúblico que las empresas importan desechos plásticos para ahorrar los elevados costos que tienen los procesos de lavado de los productos que se quieren reciclar en el país.

“Esto implica tanto costos de agua como de tiempo. En ocasiones, [dentro del país] no se consiguen los productos [envases reciclados] limpios y es por eso que tenemos la necesidad de estar importando estos productos”, señala.

México es el segundo mercado más grande de Coca Cola después de Estados Unidos. Las embotelladoras de la corporación, Femsa y Arca Continental, reportaron haber vendido 32.130 millones de litros de bebidas en 2021. 

El director de la organización El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, es bastante crítico contra el papel de esta corporación en la importación de residuos plásticos. “Se dice que en México estamos reciclando, que somos uno de los países que más recicla, pero parece que estamos reciclando los desechos de otros países”, señala. 

Uno de los compromisos de Coca Cola es “recuperar y reciclar el equivalente al 100% de los envases que se ponen en el mercado”. Esto implica que no necesariamente procesan sus propias botellas, sino que podrían reciclar otras. 

Para Marcos Alegre Chang, exviceministro de Gestión Ambiental de Perú, los desechos plásticos “tienen un valor en el mercado, porque en muchos países las empresas tienen que cumplir con metas de reciclaje o metas de incorporación del reciclaje en sus envases”. 

PetStar, que se define como parte de la “industria mexicana de Coca-Cola” señala en su sitio oficial que no recibe directamente botellas recicladas de parte de grupos acopiadores y sugiere a las personas interesadas en reciclar que busquen plantas de acopio que cuenten con puntos de compra.

Alejandra Parra integrante de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA) sostiene que en América Latina hay “capacidad para reciclar, pero no estamos recuperando material de nuestra propia basura, de nuestros propios residuos, sino que se está importando los desechos de países desarrollados”. 

Coca Cola México no respondió a la solicitud de entrevista para este reportaje. PetStar respondió que el organismo que tiene toda la información sobre el reciclaje de México es Ecoce (asociación civil creada y auspiciada por la industria para el manejo adecuado de residuos de envases y empaques en México).

Consultado sobre el tema, el vocero de Ecoce respondió que iba a revisar su disponibilidad, pero no volvió a responder las comunicaciones.

 

 El precio del plástico limpio

Para reciclar las botellas usadas éstas deben ser previamente sometidas a un proceso de lavado y enjuague en agua a altas temperaturas y soda cáustica. El objetivo es eliminar cualquier insumo que pueda ser peligroso.

Según PetStar, gasta un litro de agua por cada 55 botellas recicladas. Si, como ellos aseguran, procesan 3.100 millones de envases cada año, esto significa que usan alrededor de 56 millones de litros de agua. 

Esta cantidad equivale al agua que 2’800.000 personas necesitan para cubrir sus necesidades básicas de higiene y alimentos durante un día. La empresa no explica cuánto del agua que utilizan es finalmente tratada.

La información sobre las importaciones de basura plástica de parte de PetStar no figura en su sitio oficial ni en su informe de sustentabilidad ambiental. 

La compañía también realizó exportaciones: de 2012 a noviembre del 2022 ha enviado, principalmente a Estados Unidos y China, alrededor de 94.665 toneladas de residuos plásticos procesados.

Ornella Garelli Ríos sostiene que para que la política de Coca Cola se cumpla, “deberían reciclar los envases que ponen en el mercado, no el equivalente”.

La activista considera que este proceso es una trampa porque la compañía recicla otros desechos, cuando “debería garantizar sistemas adecuados de recolección o recuperación de sus envases”. 

Más allá de las campañas, los activistas y especialistas consultados para este reportaje, consideran que los esfuerzos de Coca Cola para recuperar las botellas de plástico que generan, aún son limitados

Como parte de la campaña Un Mundo Sin Residuos, Coca Cola señala que ha comenzado a utilizar los envases retornables de PET, que “pueden ser reutilizados en promedio 15 veces y los de vidrio 35, para posteriormente ser reciclados y transformados en nuevas botellas u otros productos”.

Según la empresa, el porcentaje de envases reciclados en todo el mundo el año pasado alcanzó el 90%. Sin embargo, al pie de página de su informe de gestión de residuos precisa que esto “solo es reciclable donde existe infraestructura”, lo que excluye a gran parte de los países en desarrollo.

La industria estima que en los próximos años aumentará la demanda de botellas de plástico. En 2019, el agua embotellada representó el 34% del consumo mundial de botellas de plástico y las bebidas azucaradas como las gaseosas representaron el 27%.

Para el exviceministro de Gestión Ambiental de Perú, Marco Alegre, el problema de la importación de plástico en América Latina es que se “ha sido muy al filo de la formalidad y, como tiene un valor, entonces estimula la informalidad porque se ahorran muchos costos, y eso no está mal, pero lo que sí está mal es que no hay un control de calidad sobre las condiciones sanitarias y ambientales de todas esas transacciones”.

Por su parte, el representante de la industria plástica en México, Hugo Gómez dice que es muy complicado contar con la ruta que tiene el plástico antes de ser importado. 

Alegre Chang coincide en que esto es un problema. “De dónde se está sacando ese plástico reciclado para fabricar, por ejemplo, botellas de plástico recicladas. Y ahí muchas empresas se quedan calladas porque muy probablemente estén comprando a informales, lo cual no debería ser”, dice el especialista.

Para María Esther Briz, integrante de la organización Break Free From Plastic, que “una empresa privada está usando recursos naturales locales, como el agua, para limpiar plástico que proviene de otra parte del mundo para luego no usarlo localmente, sino exportarlo, eso no es responsable, no es justo”. 

“El reciclaje sigue siendo un proceso industrial que consume energía eléctrica que consume agua, emite gases de efecto invernadero y otros tipos de vertidos y residuos. Si esto estuviera bien lo reciclarían el país de origen, muchas veces lo que se hace es exportar a otros países porque es más barato hacerlo”, precisa.

Otro de los cuestionamientos más recientes tiene que ver con el patrocinio de la compañía global a la Conferencia de las Partes de la convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP27). 

Un grupo de 59 organizaciones promotoras de la salud en el mundo se sumaron a la petición de eliminar a la compañía como patrocinadora por su contribución a la crisis climática y al incremento de enfermedades relacionadas a la obesidad y diabetes. 

Durante la cumbre climática, Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, pidió ser cero tolerantes con el greenwashing –como se conoce a la estrategia de lavado de imagen para hacer creer al público que las medidas de impacto ambiental de una empresa o entidad son mayores de las que efectúa en realidad– y pidió a las empresas compromisos más concretos y no socavar las políticas públicas a favor del ambiente.

Desde la COP27, en Egipto, Amiteshwar Singh, fundador de People’s Health Hearing Collective, dijo a OjoPúblico que este patrocinio le resultaba decepcionante.

El activista cuestionó el papel de Coca Cola en la cumbre. “Estas compañías tienen mucho más dinero que nosotros, tienen muchas más estructuras de poder que nosotros”, insistió. Pidió no perder de vista el daño a salud que provocan las bebidas con elevadas cantidades de azúcar y que al mismo tiempo generan muchos residuos plásticos. 

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