No diré nada pero habrá señales: Gobierno ve dólar a $600, bancos compran a $1350

No diré nada pero habrá señales: Gobierno ve dólar a $600, bancos compran a $1350

El Gobierno licitó Bopreal y los bancos pagaron el dólar a $1350. Pero le dicen a los productores que va camino a la apreciación. Llamados del FMI.

Por Julián Guarino

 

No diré nada, pero habrá señales. Mientras el ministro Luis Toto Caputo posteaba en la red social X contra los artífices del paro que tuvo lugar ayer, en el apático planeta del dólar, hubo algunas trayectorias que han comenzado a cruzar la bóveda verde.

Mencionaremos dos, o mejor tres, si es que acaso el lector se siente interesado en la tarea de recolectar muestras y mandarlas al laboratorio. La primera, la colocación Bopreal de las últimas horas. La segunda evidencia, cierta declaración de un importante funcionario de Economía que en las últimas horas pareció encender un buscapié de incertidumbre. La tercera, una insospechada confesión de un funcionario de alto nivel de una empresa de capitales estadounidense atado al FMI. ¿Qué derrotero puede tomar el dólar en términos reales? ¿Qué tan barato o caro puede llegar a ubicarse con respecto al resto de los bienes y servicios de la economía? ¿Qué mensaje baja el Gobierno por estas horas?

Resumen rápido. Señales. El BCRA colocó ayer u$s1.709 millones de la Serie 3 de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL). La idea fue darle una ventana de oportunidad a las empresas y entidades que buscaban girar utilidades y/o dividendos al exterior. De la composición total de lo licitado, sólo u$s69 millones correspondió a empresas con deudas por importaciones y u$s1.640 millones fue para giro de utilidades a no residentes. El dato, busquemos un lápiz rojo para subrayar, es que las empresas prefirieron convalidar hoy un dólar de $1.350 antes que esperar que se levante el cepo y asimilando un camino de apreciación que tiene al billete en los $890. ¿Por qué los bancos y las empresas extranjeras piensan que es mejor pagarlo en esos niveles? Santander, Galicia, Macro y BBVA informaron esta semana a la Bolsa que el BCRA los autorizó a distribuir utilidades por un total de 1,1 billones de pesos. Como los Bopreal pagan el impuesto PAIS, el tipo de cambio implícito de la Serie 3 en el primario contra pesos y venderlos en el secundario contra dólares es de alrededor de 1.350 pesos por dólar.

 

No habrá devaluación, señores. Vendan.

Vamos al punto dos. Declaracionismo de Juan Pazo, el subsecretario de Economía. ¿Qué dijo este señor en la hipótesis que lo escuchaban atentamente algunos referentes del mercado granario? En el cierre de la primera edición de “A Todo Trigo”, que se realizó en la ciudad de Mar del Plata, sostuvo: “Hay expectativa de apreciación cambiaria consistente, que dejará el tipo de cambio cerca del piso de $550 o $600. La tasa probablemente le gane al dólar y sea más conveniente invertir en pesos que esperar devaluación”, advirtió el secretario de Planeamiento, quizás ponderando ese valor en términos reales, hacia adelante. El funcionario dijo que la idea es “ordenar la macroeconomía” en primer orden porque, si eso no se logra, “el riesgo es volver a la situación anterior”, refiriéndose a gobiernos que convaliden políticas intervencionistas. Dicho de corrido, podría pensarse que el Gobierno busca el operativo inducción para que el campo liquide y por esa razón mantiene la sobretasa de interés a los productores (de aquellos que no quieran vender su soja). En cambio, la discriminación no aplica para tomar créditos bancarios o comerciales en dólares que es lo que busca el Palacio de Hacienda, ya que el propio Pazo dijo que “con las tasas actuales puede ser conveniente financiarse en dólares y eso no inhibe la capacidad de retención de soja de los productores”.

Paguen la luz, por favor. FMI y otras yerbas.

Con todo, hay otra referencia obligada. En el marco del seminario de energía organizado por LIDE, se coló una declaración que, en la traducción, ahí va: el Fondo Monetario Internacional (FMI), la embajada de los Estados Unidos, el Departamento de Estado y el Departamento de Energía de ese país expresaron su preocupación por la "ruptura de contratos" energéticos en Argentina, luego que el Gobierno nacional ofreció a las generadoras de energía una quita del 50% de la deuda de casi u$s1.000 millones y pagar el resto con bonos. Así lo afirmó el presidente de AES Argentina, Martín Genesio, en medio de la polémica entre el Gobierno y las generadoras eléctricas, luego de que la Secretaría de Energía de Eduardo Rodríguez Chirillo instrumentara el pago de la deuda por subsidios con el bono AE38, que implica una quita del 50% según las empresas. El empresario reveló públicamente que recibió llamadas del FMI y de las distintas áreas del gobierno de los Estados Unidos para preguntarle sobre el impacto en las compañías energéticas de las Resoluciones 58 y 66, que ya rechazó la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGEERA). "Nos llamaron y nos preguntaron qué está pasando. En mi opinión personal, romper un contrato es una muy mala señal. Mi expectativa es que se pueda solucionar de otra forma y no se rompan acuerdos previos", sostuvo Genesio.

Así, mientras el Gobierno busca hacerse de dólares baratos, los bancos se aseguran esos dólares pero a $1350 y la expectativa de que el FMI inyecte más billetes en el BCRA se aleja a raíz de las advertencias sobre la forma en la cual el Gobierno ha obtenido el superávit fiscal, algo que reclama no sólo por cuestiones de sensatez -el ajuste del 35% en las jubilaciones- sino también por los “contratos” que el Gobierno parece querer romper.

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