La decisión generó polémica en el ámbito yerbatero, en el que surgieron dudas sobre qué puede ocurrir con la rentabilidad de los pequeños productores
El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INMY) dispuso la desregulación completa de la actividad, con la derogación de una estructura normativa que consideró “desactualizada y obsoleta”, con el objeto de avanzar con la “simplificación administrativa” y hacia la “libre iniciativa privada”.
Entre las principales medidas aprobadas, se elimina la suspensión de las actividades de cosecha y secanza de yerba mate en octubre y noviembre de cada año, una decisión que generó polémica en el ámbito yerbatero, ya que algunos productores consideran que podría afectar la calidad del producto.
Los cambios en la normativa general de la actividad yerbatera quedaron plasmados en la resolución 146/2025, publicada hoy en el Boletín Oficial, en lo que constituyó la primera decisión del Directorio de INMY luego de la designación de Rodrigo Correa como representante del Poder Ejecutivo Nacional.
Las decisiones del Directorio
El cuerpo colegiado analizó la necesidad de mantener la resolución 37/2007 del Instituto, que estableció la suspensión de las actividades de cosecha y secanza de yerba mate en octubre y noviembre de cada año.
Al respecto, sostuvo que si bien esa suspensión “estaba orientada a la protección de la planta de yerba mate y a la calidad del producto cosechado y procesado en estas fechas”, entendió que puede ser una regulación “concebida como una prohibición con consecuencias sancionatorias” y que “impide la libre iniciativa privada”.
No obstante, aclaró que “es responsabilidad de cada operador, respetar los ciclos biológicos del cultivo y la calidad del producto que cosecha y procesa en los períodos en los que la planta de yerba mate se encuentra en plena etapa de brotación y floración”.
La decisión de desregular por completo el mercado de yerba mate viene generando discusiones en las provincias productoras, con posiciones encontradas en las que, por un lado, se asegura que deja a la actividad sin la posibilidad de protección a los pequeños productores, pero por el otro hay sectores que acompañan la medida por entender que favorece la libre competencia.
Desde el inicio de la Presidencia de Milei
La desregulación del mercado de yerba mate es uno de los primeros objetivos trazados en la Presidencia de Javier Milei, al punto que en el DNU 70 del 20 de diciembre de 2023 considera “necesaria una modernización” del INYM, "focalizando sus actividades en las verificaciones de calidad, al tiempo de impedir su intromisión en un mercado competitivo, replicando así el exitoso modelo de la industria del vino que ha logrado una mayor inserción internacional”.
Ese decreto modificó la ley 25.564, readecuando los objetivos del INYM, ya que elimina el “fomento” de la actividad y lo sustituye por la "protección del carácter competitivo de la industria” y también suprime la posibilidad de desarrollar programas que contribuyan a “facilitar las acciones tendientes a mejorar la competitividad del sector productivo e industrial”.
“El Instituto ha iniciado un proceso de depuración y simplificación de las normas que se aplican en el desarrollo de sus funciones”, destacó la resolución, aunque aclaró que ello no implica “resignar las facultades el control y verificación de la consistencia de las declaraciones juradas que presentan los operadores, la trazabilidad del producto con el que operan y las cuestiones indispensables para la salubridad y calidad del producto”.
Treinta días
El 17 de noviembre se dictó el decreto 812/2025, por el que se derogaron una serie de normas que regulaban el procedimiento para la fijación del precio oficial de la materia prima y establecían medidas para “facilitar el equilibrio entre la oferta y la demanda de la yerba mate y derivados”.
"El INYM no podrá dictar normas o establecer intervenciones que provoquen distorsiones en los precios de mercado, generen barreras de entrada, impidan la libre iniciativa privada y/o interfieran en la libre interacción de la oferta y la demanda en la producción y comercialización de la yerba mate y derivados”, dictaminó.
Asimismo, instruyó al Instituto a que en un plazo de 30 días releve y adecue toda normativa que lo contradiga.

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