Ayer se extendieron las protestas en varias provincias, con más saqueos y hechos vandálicos. Tres personas muertas en Jujuy, Chaco y Entre Ríos. En el ámbito bonaerense, Scioli decretó una suba a los uniformados, quienes, en su mayoría existían disensos aceptaron la propuesta. A modo de prevención, en Bahía se apostó personal de la GUM en Walmart, en la sucursal del Shopping de la Cooperativa Obrera y en un Vea.
La medida del gobierno provincial dividió a los agentes, dado que la mayoría acató la disposición y levantó sus reclamos, mientras que otros grupos la rechazaron.
Agentes de la guardia de Infantería y grupos que pugnan por la sindicalización de la fuerza de seguridad rechazaron en conjunto esa suba y reclamaron 12.500 pesos de bolsillo, por lo cual mantuvieron tres horas de reunión con el ministro de Seguridad provincial, Alejandro Granados, en busca de una mejora.
Sin embargo, el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, ratificó la firmeza de la decisión de Scioli y elaboró con Granados y la ministra de Economía, Silvia Batakis, el decreto del aumento y les transmitió a los policías las nuevas escalas policiales.
En nueve provincias
Las protestas se intensificaron en nueve provincias, y hubo saqueos y episodios de violencia, al tiempo que el gobierno denunció maniobras desestabilizadoras.
Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco, Tucumán, Corrientes, Jujuy, Chubut y San Luis, las que resultaron afectadas.
Apuntan al massismo
El gobierno nacional denunció un complot desestabilizador y le apuntó, por ejemplo, al concejal del massismo Salvador Baratta. Fue el ministro de Justicia, Julio Alak, quien se encargó de hablar de páginas de Facebook desde donde se "convoca a organizar saqueos incentivados por sectores políticos".
Entre ríos, complicada
En Entre Ríos, policías retirados y en actividad, junto a sus familiares, encabezaron un reclamo en Paraná, Gualeguaychú y Concordia, donde se registraron saqueos y hechos violentos con un saldo de un muerto y 25 heridos.
Presencia de la GUM
En medio de la tensa situación, los agentes de la Guardia Urbana Municipal vigilaron ayer los supermercados más grandes de nuestra ciudad. Ello, tras una orden impartida por la comuna, con el fin de dar aviso al 911 en caso de advertir cualquier anormalidad.
Poco después del mediodía, en una reunión entre el intendente Gustavo Bevilacqua, el jefe departamental de la policía, comisario mayor Gustavo Maldonado, y otros funcionarios, se estableció que el servicio de seguridad se mantendría con normalidad.
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