Por miedo al contagio y a la inseguridad, hay autoservicios orientales que abren menos de 4 horas al día. Muchos dueños continúan varados en China.
De los 13.000 supermercados chinos que hay a lo largo y ancho de la Argentina, unos 200 cerraron en los últimos 7 meses. Si bien de esa cantidad, aún se desconoce si son todos cierres definitivos, son diversas las razones que justifican que mantengan hasta hoy sus persianas bajas.
“Hay muchos dueños de supermercados que quedaron varados en China y todavía no pudieron volver”, sentenció Yolanda Durán, presidenta de la Cámara de Supermercados Chinos (Cedeapsa). “En muchos casos los encargados intentaron mantenerlos abiertos, pero por los contagios o el ausentismo no pudieron hacerlo y tuvieron que cerrar”, agregó. Esta situación se da en distintas ciudades de Mendoza, Santiago del Estero, San Luis y varias localidades del Gran Buenos Aires. Al respecto, aguardan ansiosos a que se concrete el regreso de los vuelos internacionales para que los empresarios chinos que quedaron a más de 18.000 kilómetros puedan retomar sus actividades.
Sumado a esto, hay algunos autoservicios orientales que desde hace meses trabajan bajo un esquema reducido de horarios y no está en vista en el corto plazo una vuelta a la normalidad. “Abren 3 o 4 horas, no más, se da mucho en el conurbano, por ejemplo en Lanús, Lomas de Zamora y Moreno”, agregó. Según explicó Durán, funcionan pocas horas por temor a los contagios y a los crecientes casos de inseguridad.
En lineas generales, todo el comercio está sufriendo una baja del consumo. Pero, en los supermercados de proximidad se evidenció una caída en las ventas del 25%. “Cada día hay menos demanda y desde marzo hasta la fecha hay productos que aumentaron en promedio un 30%”, explicó Durán.
Los supermercados chinos sufrieron durante la cuarentena todo tipo de barrera: discriminación, faltantes de productos, cierres fluctuantes. La falta de stock fue un golpe devastador a mitad de año, y si bien continúan con algunos problemas de abastecimiento, en lineas generales las góndolas comienzan a verse un poquito más pobladas.
De todas maneras, no sólo los locales de proximidad sufren los coletazos de la crisis. Las regalerías y los locales de comida al peso solían ser otros de los negocios fuertes de la comunidad china. Si bien no hay números oficiales, muchos también se vieron golpeados por la situación económica y decidieron cerrar sus puertas para siempre.
Comentá la nota