Según se consignó, la muestra domiciliaria de 800 casos en seis localidades representativas de Chaco, determinó que la jefa comunal capitalina es la elegida por el 26 por ciento de los encuestados por sobre los 10 puntos que obtienen los dos hombres ya lanzados del PJ, Eduardo Aguilar y Oscar Domingo Peppo, ante una pregunta directa: "¿Quién le gustaría que sea el próximo gobernador del Chaco?.

Hace pocos días los medios nacionales ya habían dado cuenta del crecimiento en las encuestas de la intendente de Resistencia Aída Ayala, luego de señalar que ese podría ser uno de los motivos por los que, el actual Jefe de Gabinete Nacional y Gobernador del Chaco en uso de licencia, Jorge Capitanich, volvería a esta provincia con el objetivo de reasumir el Gobierno provincial o al menos el liderazgo político local, para intentar retener su distrito electoral de origen.

Los medios nacionales confirman la expectativa política que genera la postulación de Aida Ayala a la gobernación la que se sustenta en las últimas encuestas, cuyo resultado preocupa y mucho al Partido Justicialista del Chaco, principal integrante del Frente Para la Victoria.

En los últimos meses se ha verificado un avance sustancial en los números que arrojan ciertos muestreos políticos de algunas consultoras locales y nacionales, sobre la consideración popular de Ayala de cara a las elecciones del año próximo, lo que habría generado cierta inquietud en la militancia y en la mesa chica del principal partido gobernante, donde se habría lanzado la idea de que Capitanich regrese a la provincia en breve.

Esta señal, la de las encuestas de opinión, puso los pelos de punta a muchos que quieren seguir el mismo camino de Ayala e incluso a otros que van por la disputa del Municipio de Resistencia, tal el caso de Gustavo Martínez que pretende lograr la Intendencia capitalina y estaría acelerando tiempos para evitar que la figura de Aída Ayala y su potencial candidato Leandro Zdero terminen de bloquear esa ilusión.

Por otra parte, los otros precandidatos para gobernar el Chaco a partir de 2015, tal el caso de Domingo Peppo, ya lanzado, confiarían en sus propias fuerzas pero temen por el lastre que le provocaría la actual gestión plagada de discursos de confrontación permanente y repleta de problemas políticos en el frente interno del partido gobernante, algunas de ellas movilizadas por el Gobernador a cargo Juan Carlos Bacileff Ivanoff, quien pareciera más preocupado por posicionar a su hijo Darío como futuro Vicegobernador que en organizar una estrategia global a nivel partidario que sume a todos y deje de restar como hasta ahora.

Por su parte Aída, viene sumando en el frente interno de Unión por Chaco, convocando a la unión de todos con el objetivo de gestionar primero y luego pensar en eventuales discusiones internas. La intendente conoce las preferencias de los chaqueños y sabe también que sus fortalezas tienen que ver con su vocación por hacer y gestionar de modo eficiente. Sus recorridas por el interior no hacen mas que confirmar el rumbo y el acercamiento de muchos dirigentes de su sector político y de otros hablan a las claras de como se va consolidando esa opción entre los comprovincianos.

Ayala tiene en claro que su gestión y experiencia es el eje de la actual señal que le envían las encuestas y eso también lo saben sus circunstanciales competidores, por ello es probable que en las próximas semanas las estrategias comiencen a verse con más claridad, más teniendo en cuanta que ya comienza a trascender su nombre en la prensa nacional, síntoma concreto de su nivel de aceptación popular.

Como se suele decir, las piezas están a la vista y en el dominó político no se pueden esperar grandes sorpresas. La jugada será entonces que los precandidatos a cargos electivos en el Chaco encuentren caminos que promuevan acciones que seduzcan al electorado pero al mismo tiempo recompongan filas en ambas orillas partidarias, algunos con actores en este campo de batalla y otros con la idea de repatriar caudillos para resurgir de las incipientes cenizas que deja la gestión al frente del gobierno.