«Contra la crueldad»: la marcha que puede ser un punto de inflexión para la motosierra del Gobierno

«Contra la crueldad»: la marcha que puede ser un punto de inflexión para la motosierra del Gobierno

Jubilados, el colectivo Ni Una Menos, científicos, universidades, personal de salud embanderados en el Garrahan, el sector de discapacidad y hasta migrantes confluyen por primera vez de manera unificada. Frente a una oposición dividida o aletargada, la respuesta al ajuste del Gobierno surge de la calle.

 

Por: Gustavo Sarmiento

@GustSarmi

La mayoría de los gobiernos tuvieron alguna manifestación social que caracterizó simbólicamente a cada proceso político. La dictadura tuvo la Marcha de las Madres, Alfonsín los paros generales, Menem la Carpa Blanca, la Alianza los cacerolazos, Cristina las protestas del mal llamado «campo», hasta podríamos incluir los reclamos contra «la cuarentena» en el mandato de Alberto Fernández. La «marcha de los jubilados» va camino a ser el símbolo del actual gobierno. Y la de este miércoles, en particular, puede transformarse en un punto de inflexión. El nombre lo dice todo: es la marcha «contra el ajuste y la crueldad».

Frente a una oposición aletargada, dividida (algunos sectores negociadores, que nunca faltan), sin ofrecer alternativas que entusiasmen, y en un contexto de bajísima participación electoral que se vuelve el caldo de cultivo ideal para un oficialismo con su núcleo duro de seguidores, quien sale a hablar es la calle. Obligada, ante la motosierra sin freno, que muestra los peores rostros de la crueldad.

Foto: Antonio Becerra

Este miércoles por la tarde los jubilados no estarán solos frente al Congreso. Confluirán con la marcha de Ni Una Menos, que en 2025 cumple 10 años, con científicos, con trabajadores de la salud embanderados en el Garrahan como símbolo mayor del ajuste; con el sector de discapacidad, con el universitario, también con representantes sindicales, y hasta con migrantes que rechazan la reciente reforma anunciada por el Gobierno. Todos eslabones de una sociedad que cruje, frente a un sistema que los invisibiliza y grandes medios que los omiten o le hacen el juego al oficialismo. Otro lema que se repite en las marchas que hasta venían sectorizadas y hoy se unirán: «Nadie se salva solo».

Del otro lado, se prevé mayor despliegue policial. Se verá si cumple el cometido de «meter miedo». Se verá si reprimen, nuevamente, como cada miércoles. Se verá si volverán a aparecer los infiltrados de siempre, cada vez más obvios, menos disimulados, porque si algo caracteriza a la Argentina distópica de hoy, es que todo ocurre sin velos, los ataques son directos, ya no se esconden los ajustes ni las maniobras de poder ni negociados.

Foto: Antonio Becerra

Acciones tan directas que apabullan, que terminan generando una sociedad aturdida que empieza a naturalizar represiones, castigos, motosierras, gente sufriendo y otra gozando ese sufrimiento, el «ma’sí, ya fue todo».

Quizás este miércoles pueda aparecer, al menos en algún punto del horizonte, una luz que diga «paren un poco». Puede que quede en nada, que el oficialismo busque desgastar o dividir, que los grandes medios le rebajen el efecto, pero lo que parece claro es que si en algún momento llega esa luz, será de la calle, de la misma sociedad.

Jubilados y discapacidad, en el podio de la crueldad

Mientras ocurra la Marcha frente al Congreso, dentro del recinto, la oposición buscará a partir del mediodía lograr una sesión especial para debatir una suba en las jubilaciones y declarar la emergencia en discapacidad. El Gobierno ya avisó que si se llegan a aprobar en ambas cámaras, las vetará.

En la competencia de crueldades que inauguró el mileísmo, la gestión de la Agencia Nacional de Discapacidad pelea entre los primeros puestos. No sólo por los dichos que trascendieron de su titular, Diego Spagnuolo, ante la mamá de un niño autista. También por haber emitido una resolución que trataba de “idiotas, imbéciles y débiles mentales” a las personas con discapacidad, por sembrar un manto de sospecha sobre quienes reciben pensiones no contributivas (una situación que ya fue elevada a la ONU por organizaciones sociales), auditadas mediante procesos que no contemplan la accesibilidad, y por dejar pasar meses y meses sin respuesta a prestadores de cuyas terapias depende el bienestar de más de 250 mil personas.

Foto: Antonio Becerra

“De no determinarse una solución urgente, todo el sistema de prestaciones básicas se va a desarmar. Tiene que ver con servicios marcados por la Ley 24.901 y el Estado Nacional hace oídos sordos. Spagnuolo y Lugones son la cara visible de esta destrucción sistemática”, resume Eduardo Maidana, del Foro Permanente Discapacidad.

Advierte que el gobierno va por más: “se corre el rumor desde fuentes del propio Estado de que van a sacar un decreto de desregulación que destruiría todo el sistema único, la disolución del Directorio, el pasaje de las escuelas especiales y los transportes a las provincias o municipios. Lo que importa es sólo el ajuste y las personas quedan arrojadas a su suerte”. De hecho, ya hubo un intento en mayo de 2024, incluso circuló el borrador de ese decreto, firmado por Spagnuolo y frenado –hasta ahora– a fuerza de repudios.

Foto: Antonio BecerraGarrahan, marcha y paro

En cuanto al Garrahan, el Gobierno convocó a los gremios para este miércoles a las 14 en la Secretaría de Trabajo, buscando destrabar la movilización y acciones de fuerza. Sin embargo, por un lado residentes insistieron en seguir con el reclamo, porque la suba anunciada por Salud fue de 300.000 pesos como bono no remunerativo, y por otro lado, el resto del personal del Garrahan no fue contemplado en el anuncio de supuesta suba salarial, por lo que decidieron un nuevo paro desde las 21 de este miércoles hasta las 7 del viernes, que incluirán movilización el jueves. De no mediar soluciones, harán otro paro el martes y miércoles de la semana que viene.

«Evidentemente, la determinación mostrada por el conjunto del equipo de salud del Garrahan, con asambleas masivas y paros contundentes, sumado al enorme apoyo social que recibimos, definió al gobierno nacional a convocarnos a dialogar. Importante conclusión», remarcaron desde la Asamblea de Profesionales y Técnicos del Garrahan.

Foto: Antonio Becerra

«A la vez, asistiremos a esta audiencia siempre atentos al mandato de asamblea y con el compromiso de someter a la misma mecánica de democracia sindical lo que ocurra en esa instancia. Todas las medidas resueltas en Asamblea se mantienen y ratifican, hasta que una nueva asamblea, eventualmente las modifiquen», acotaron.

Y completaron: «Este miércoles vamos al Congreso a las 16 hs reclamando que Diputados y Senadores traten y aprueben una Ley de Financiamiento y Blindaje Presupuestario para el Garrahan para una salida estructural a la grave situación que atravesamos. Además, confluiremos allí con CONICET, jubilados, colectivos de la discapacidad, docentes y la Asamblea Ni una Menos. El jueves ratificamos el paro de 24 hs con movilización. Y la semana que viene, de no haber soluciones al reclamo salarial para el conjunto del hospital, ratificamos las medidas de fuerza para los días 10 y 11 de junio. El Garrahan ya es causa nacional. Nadie se salva solo».

Foto: Antonio Becerra«Punto de inflexión»

El Garrahan depende en un 80% del Estado Nacional y el 20% del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, aunque los residentes dependen directamente del Ministerio de Salud nacional. Además, el hospital genera ingresos propios por más de 2.000 millones de pesos mensuales a través del cobro de prestaciones a obras sociales y prepagas bajo el régimen de autogestión SAMIC (Servicios de Atención Médica Integral para la Comunidad). Sin embargo, esos fondos —según denuncia el gremio— no se han utilizado para recomponer salarios ni cubrir las vacantes generadas por las renuncias.

Gastón Linaldelli es médico residente. Está en cuarto año, a punto de terminar: “ya estoy buscando trabajo. A priori en un lugar privado. No es que paguen exorbitantemente, pero pagan mínimo el doble de lo que estamos ganando hoy. Hubiese querido quedarme en el hospital. En septiembre, cuando me vaya, nadie va a querer entrar en estas condiciones. En los últimos seis meses se fueron siete residentes. Ya hubo fuga de unos 200 profesionales de la salud en el último año y medio”.

“Se llegó a un punto de inflexión. La situación no da para más. Si la gente no lucha con nosotros, si no alzan la voz, estas personas que nos gobiernan se van a llevar puesto el Garrahan. No vemos ningún tipo de gesto ni inclinación por querer resolverlo”, alerta Linaldelli. 

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