El consumo siguió recuperándose en el primer trimestre

El consumo siguió recuperándose en el primer trimestre

El Banco Central adelantó datos acerca de los factores de la demanda agregada. El gasto de los hogares subió 3% y siguió mostrando una dinámica positiva pero, como ya es costumbre, mucho más lenta que la de la inversión, que mejoró 9,8% 

El consumo siguió recuperándose durante el primer trimestre del 2021. Lo hizo a un ritmo lento y bastante por debajo de la dinámica de la inversión. Pero lo cierto es que siguió anotando variaciones positivas, de la mano de un salario real que, por unos meses, dejó de caer e incluso recuperó algunas décimas. Según el indicador de consumo del BCRA, durante el primer trimestre del año la mejora fue de 3%, en la comparación contra el último trimestre del 2020. La inversión, en cambio, trepó 9,8%.

Ambas comparaciones son respecto al trimestre previo y sin factores de estacionalidad. El Banco Central publicó el Informe de Política Monetaria (IPOM) del primer trimestre del 2021 y ahí incluyó las estimaciones. Como el Indec aun no publicó las variaciones de los factores de la demanda agregada medidas por la Dirección de Cuentas Nacionales, y lo hará recién el 23 de junio, sirve como adelanto.

La dinámica de la caída de la actividad observada desde adentro, a partir de los factores de la demanda agregada, viene mostrando que inicialmente la inversión cayó mucho más fuerte, en lo peor de la cuarentena, frente al cierre casi total de las fábricas y empresas en general. En el segundo trimestre del 2020, en Fase 1, la formación bruta de capital fijo cayó 27,3%, según los datos de Cuentas Nacionales. En cambio, el consumo bajó “solo” 18,9%. Inicialmente, aunque las empresas estuvieran cerradas y, por ende, sin producir, los hogares siguieron consumiendo algunos productos, abasteciéndose de los stocks.

En el tercer trimestre inició la recuperación de la actividad económica. Se empezaron a abrir más sectores, el empleo empezó a rebotar luego del desplome histórico, las empresas empezaron a rehacer los stocks perdidos, en cambio, el consumo se empezó a mover de forma más tímida que la inversión, frente a la caía de los ingresos. En ese sentido, cabe destacar que hubo tanto una caída del ingreso en sí como también un deterioro en la distribución, con sesgo hacia los sectores más ricos, con una mejora de las rentas y beneficios empresarios.

El consumo creció 10,2% en el tercer trimestre. Mucho. Pero más aun lo hizo la inversión: 42,9%. Siempre en la comparación desestacionalizada contra el trimestre previo. En el cuarto trimestre esa dinámica continuó: el consumo subió 4,2% y la inversión 17,3%.

Los números del Indec correspondientes al primer trimestre del 2021 todavía no están y falta un mes para que salgan a la luz. Pero los publicados por el BCRA a través del IPOM dejaron entrever una nueva continuidad en ese sentido: el consumo trepó 3% trimestral y la inversión 9,8%. Se van moderando las subas y siguen las diferencias en velocidad.

La baja de los salarios implica más inversión y menos consumo

En una nota reciente de BAE Negocios, el profesor de la Universidad Carlos III de Madrid e Investigador del IIEP-BAIRES, Damián Pierri, destacó que hay una relación entre la suba más veloz de la inversión y la caída del salario. Para que la inversión crezca, primero las empresas tienen que ganar dinero.

La baja en los sueldos de los empleados hace que las empresas ganen participación en la distribución del producto, aumentando sus excedentes. Por eso después logran invertir más y por eso el consumo crece menos. De hecho, la participación del consumo en el total del PBI no dejó de caer durante el año pasado. Pasó de 60,6% en el cierre del 2019 a 58,9% en el último trimestre del 2020. En cambio, la de la inversión subió de 12,8% a 15,8%. 

En ese sentido, los datos del Indec muestran que en el último año, y particularmente en el segundo semestre, la participación de los salarios cayó, mientras que los ingresos empresarios crecieron. Mientras que los asalariados se embolsaban el 46,3% del valor agregado en el cierre del 2019, pasaron a quedarse con apenas el 45,5% en el último trimestre del 2020. El excedente de explotación empresario, en cambio, pasó del 42,5% al 45,2%. De la mano de las subas en los precios de sus productos, pasaron a captar más proporción del ingreso. Esa dinámica no es nueva. Los asalariados se quedaban con el 52,6% del PBI en el cierre del 2017 y los empresarios con el 37,7%.

Las exportaciones empiezan a aportar lo suyo

Por último, el BCRA observó una mejora en las exportaciones, luego de tres trimestres de puras contracciones desestacionalizadas: “Las Exportaciones netas contribuirían positivamente a la demanda agregada durante el primer trimestre de 2021. De acuerdo con la información referida al Intercambio Comercial de Bienes del Indec, se espera una reversión parcial del comportamiento observado durante el trimestre anterior, con un aporte positivo de las Exportaciones netas cercano a los 2 puntos. Las cantidades comercializadas en el exterior registraron una suba trimestral de 19,1% sin estacionalidad mientras que las importaciones medidas a precios constantes desaceleraron fuertemente su crecimiento, hasta 3,2% trimestral sin estacionalidad”.

 

Por Mariano Cuparo Ortiz

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