Cómo Pepsi se convirtió en la sexta potencia militar del mundo tras vender su bebida a la URSS

Cómo Pepsi se convirtió en la sexta potencia militar del mundo tras vender su bebida a la URSS

En tiempos de Guerra Fría, el comercio internacional se complicó. Corrían los años después de la Segunda Guerra Mundial y el capitalismo y el comunismo, cada uno por su lado, se habían tomado las ideologías de gran parte del mundo. Las empresas, que por definición buscan obtener ganancias, lo tuvieron difícil… pero hubo una que logró ingeniárselas: la marca estadounidense de refrescos Pepsi.

Por: Fabián Barría.

En aquellos turbulentos tiempos, consigna el portal español ABC, la compañía estaba a cargo del ejecutivo Donald M. Kendall. Fue él quien logró que la Unión Soviética (URSS), muy reacia a permitir que algún indicio de la idología de occidente entre a sus tierras, levantara el telón de acero y permitiera el ingreso de sus productos para comercializarlos.

Estados Unidos en Moscú

La historia se remonta al verano del hemisferio norte de 1959, cuando Estados Unidos realizó la Exposición Nacional Americana en Moscú, la capital del comunismo en ese entonces. Estuvo patrocinada por el presidente norteamericano, Dwight David Eisenhower. Su objetivo oficial era diplomático, pero la idea también era mostrar cómo se vivía el liberalismo al otro lado del mundo.

Las palabras de apertura estuvieron a cargo del, entonces, vicepresidente Richard Nixon, en su discurso Lo que la libertad significa para nosotros. “La caricatura del capitalismo como una sociedad depredadora y dominada por el monopolio es tan irremediablemente anticuada, en lo que respecta a los Estados Unidos, como un arado de madera”, dijo frente a los asistentes.

Logo de Pepsi en Rusia

En la instancia también participó el ejecutivo de Pepsi, quien regaló una botella del refresco al presidente de la URSS. El momento, diríamos ahora, se volvió viral. Las fotografías de la época fueron ampliamente compartidas y sirvió de publicidad para la compañía.

Tras ese momento comenzaron las negociaciones para llevar la bebida a los hogares de los soviéticos. Pero había un gran problema: la moneda.

Potencia militar

El rublo, la moneda de la URSS entre 1919 hasta su caída, en 1991, no podía ser intercambiado. Y como en esas tierras tenían alcohol de sobra, decidieron pagar con vodka Stolichnaya Moscovita. La marca de bebidas se estableció en el país y, como era de esperarse, se popularizó.

A fines de los 80, consigna el portal Business Insider, el acuerdo estaba por expirar y el vodka que producían no era suficiente para pagar. Era imperante buscar una nueva manera.

Así fue como los soviéticos, en un hecho que ha sido calificado como “desesperado”, decidieron hacer un intercambio militar. Por la producción de bebidas entregaron 17 submarinos, un crucero, una fragata y un destructor, con lo que recibieron 3 mil millones de dólares en refresco.

El acuerdo tenía sentido, pues ya en los años 90 la URSS había comenzado su proceso de desintegración.

Con ese armamento en sus manos, Pepsi se convirtió momentáneamente en la sexta potencia militar del mundo… hasta que vendieron el equipamiento a una empresa de reciclaje.

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