A Colombi no le cierran los números

A Colombi no le cierran los números

La referencia al posicionamiento de Camau Espínola surgió del propio encuestador del oficialismo, Enrique Zuleta Puceiro, quien advirtió que el 56,3% no quiere que el candidato sea radical y ubicó a Gustavo Canteros como el hombre fuerte para la sucesión del Gobernador.

En los hechos, el problema de Ricardo no pasa sólo por la definición de su delfín en medio de una interna radical desordenada. Se exploran variantes en la conformación de la alianza electoral y hasta un cambio de las reglas de juego con el doble desdoblamiento. Por un lado, las legislativas y, por otro, la Capital, con el voto electrónico de por medio. La cuestión de fondo es que en todos los contextos el candidato a la Gobernación del justicialismo lidera los sondeos.

El Gobierno está complicado, no es un secreto. Ricardo aún no termina de digerir la caída de la reforma. Según Noel Breard, el desdoblamiento es un pase de factura al peronismo que le dijo no a la reforma.En la vereda de enfrente, Camau aparece bien plantado. Apoyado en sondeos que lo posicionan como el más claro aspirante a quedarse con el Sillón de Ferré, el ex medallista olímpico deja en claro que está dispuesto a votar cuando quieran y como quieran. Como se dice, no lo conmueve la posibilidad ni del desdoblamiento de las legislativas, ni del anticipo de las elecciones en la Capital. Sabe que el tema es político y, desde la política, los que mandan son los votos. Aun así, no actúa sólo por intuición o con la convicción de un hombre que, forjado en la disciplina del deporte y de la competencia, sabe sobreponerse a la adversidad con el fuego sagrado de quienes saben que sólo el esfuerzo y el sacrificio llevado al límite es el que reporta satisfacciones.Tras Camau hay un par de encuestadoras que son algo más que profesionales dedicados a la medición de la opinión pública. Aportan a la mesa de las decisiones sus propias opiniones que contribuyen al análisis. Sobre esta base, Camau está convencido del triunfo e imagina una oferta electoral que convoque a todos los correntinos que esperan el cambio y la esperanza de un mañana mejor. No habla de sus contendientes que hoy no están definidos. Menos de Colombi, que considera el pasado y no estará expuesto en la oferta electoral. Prefiere apuntar a las asignaturas pendientes que dejan los 16 años de gobierno radical. Prefiere no hablar de culpas, no hablar del pasado, sí de futuro y siempre de los correntinos más allá de toda sectorización.Mientras tanto, Colombi busca el agujero al mate en soledad, con varios interrogantes abiertos. El primero, quizás el más traumático, definir a quién confiará la posibilidad de quedarse con el sillón que aspira a recuperar en cuatro años más. Y por separado qué hacer, viendo que los números no le cierran ni con la definición del candidato, ni con la alianza en la versión actual. Imagina, desde hace tiempo, la posibilidad de fortalecer una pata peronista que nunca logró consolidar, aunque es consciente de que en este terreno la propuesta de Camau ha calado hondo puertas adentro de un justicialismo que ve como límite a Colombi. El crecimiento del ex medallista olímpico dentro de la orgánica partidaria es una realidad, al punto que en un rápido paneo por la realidad territorial no queda departamento dispuesto a jugar por fuera del PJ, en línea con las aspiraciones de Colombi, que afanosamente busca una pata peronista que no encuentra, al menos con la suficiente consistencia como para robustecer la oferta electoral de ECO, que de por sí encuentra insuficiente para pasar el rubicón.

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