Coca Cola acapara en México 28.2 millones de m3 de agua

Coca Cola acapara en México 28.2 millones de m3 de agua

La trasnacional Coca Cola acapara en México uno de los recursos más importantes para la vida humana: el agua. Datos de la Conagua arrojan que la refresquera de origen estadunidense tiene permiso para explotar 28.2 millones de agua al año. Los mantos que explota se ubican en Yucatán, Tabasco, Quintana Roo, Querétaro, Campeche y Estado de México

Seis de las ocho razones sociales de la trasnacional Coca Cola cuentan con permisos para explotar 28 millones 203 mil 659 metros cúbicos de agua al año, mediante 43 títulos de concesión. Los mantos acuíferos de los que se nutre se ubican principalmente en la Península de Yucatán, revelan datos del Registro Público de Derechos de Agua (Repda) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Los representantes en México de la trasnacional Femsa-Coca Cola han sido de los principales opositores a la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador. Las ocho razones sociales con las que operan son: Arca Continental, Bebidas Refrescantes de Nogales, Corporación del Fuerte, Grupo Embotellador Nayar, Embotelladora de Colima, Coca-Cola FEMSA, Corporación RICA, Bepensa y Jugos Del Valle – Santa Clara.

Inmuebles del Golfo fue descubierta como representante de Coca Cola luego de que el exsíndico de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Miguel Ángel de los Santos Cruz, exigiera que se le retiraran las concesiones de agua por considerar los refrescos tienen efectos negativos en la salud (como diabetes, obesidad, hipertensión, caries) y ponen en riesgo el abasto del agua.

Los más de 28.2 millones metros cúbicos que explota durante los 12 meses para su producción es el equivalente al consumo de agua de 515 mil personas durante un año. Por ejemplo, en Mazatlán, Sinaloa, que tiene 501 mil habitantes; Tutltitlán, Estado de México, 516 mil; Guanajuato, Guanajuato, 521 mil; y el municipio mexiquense de Atizapán de Zaragoza, con 523 mil habitantes.

Alma Rosa Rojas, integrante del Colectivo de Educación para la Paz y los Derechos Humanos (CEPAZDH), indica que FEMSA –así como otras multinacionales que extraen grandes volúmenes de agua– es una muestra de la política de agua que hay en México, de sobreconcesionamiento, de priorizar el agua para estas grandes empresas en vez de hacerlo para la ciudadanía y el consumo humano, como derecho humano al agua.

“Esto se ve y afecta, sobre todo, a la población de escasos recursos. En San Cristóbal tenemos una planta de FEMSA-Coca Cola y esta planta extrae 1.2 millones de litros de agua diarios, mientras que en muchas colonias de la ciudad, rancherías y comunidades a los alrededores que están dentro de la cuenca no tienen acceso al agua. En los barrios y colonias de la ciudad se les tandea el vital líquido, esto es una evidencia de inequidad de acceso al agua.

“Hay una mala distribución, FEMSA tiene la concesión de un acuífero y el servicio público extrae agua de otras fuentes. El agua que se extrae para la población es agua superficial y, como en muchos lugares de México, los sistemas operadores tienen una serie de deficiencias de infraestructura y de operatividad para la distribución del agua”, enfatiza.

Por otro lado, dice la ambientalista, la refresquera –a la que describe como “una empresa depredadora que se roba nuestra agua”– tiene la concesión del líquido subterráneo.

Recuerda que entre la recopilación de información que se hiciera para realizar el Informe sobre violaciones a los derechos humanos al agua potable y al saneamiento en México (Informe DHAyS) presentado al Relator Especial de Naciones Unidas sobre los derechos humanos al agua potable, Leo Heller.

El documento entregado al relator de la ONU señala que “en México también se otorgan cuestionables concesiones de explotación de acuíferos a embotelladoras como Coca Cola, Pepsicola y Danone, siendo estas empresas las que acaparan el 82 por ciento del valor del mercado en términos de ventas totales. Tales concesiones de agua no sólo no son reguladas y fiscalizadas adecuadamente, sino que sus pagos anuales son absolutamente ridículos con respecto a las ganancias que obtienen.

“Por ejemplo, Coca Cola-FEMSA paga 2 mil 600 pesos al año por cada una de las 46 concesiones de explotación de aguas subterráneas que tiene, y tan sólo en 2007 obtuvo ganancias por 32 mil 500 millones de pesos. Esta falta de proporción entre el pago por derechos de explotación y las utilidades de la empresa revela como el sector público privilegia los intereses del sector privado (intereses políticos al servicio de intereses económicos) por encima de los derechos fundamentales, cuando el pago adecuado de estos volúmenes podría financiar la cobertura de agua potable a poblaciones que no tienen aún acceso a ella”, expone.

 Los permisos

Los datos del Repda indican que los permisos fueron otorgados por las direcciones locales de la Conagua en Querétaro, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y el Organismo de Cuenca de la Península de Yucatán, así como el de la Frontera Sur.

De los datos oficiales relacionados con sus subsidiarias se desprende que Arca Continental, Coca-Cola FEMSA ni Corporación del Fuerte o Corporación RICA cuentan con concesiones directas.

Bepensa es la razón social con la más grande de lista de títulos de agua concesionados (23) que le permite extraer con 19 millones 553 mil 554 metros cúbicos al año. Coca-Cola México indica que Bepensa produce, distribuye y comercializa las marcas de Coca-Cola en 22 estados de la República Mexicana, así como en República Dominicana y Estados Unidos.

Jugos del Valle-Santa Clara tiene permiso de extraer 3 millones 148 mil 78 metros cúbicos anualmente, a través de ocho concesiones otorgadas por las direcciones locales del Estado de México y Zacatecas; así como los organismos de cuenca de aguas del Valle de México y Lerma Santiago Pacífico de la Conagua.

La Embotelladora del Nayar es la tercer razón social con más concesiones, pues cuenta con 1 millón 389 mil 101.24 metros cúbicos anuales. La descripción que hace la trasnacional sobre ésta es que Grupo Embotellador Nayar cuenta con Bebidas Refrescantes de Nogales, que embotella y distribuye productos de la marca Coca-Cola y atiende a más de 6 mil clientes. Además, tiene 12 centros de distribución en el estado de Nayarit.

De la Embotelladora de Colima se tiene el registro de 484 mil 638 metros cúbicos de agua al año. Esta embotelladora nació en 1955. “Fue la primera planta en Latinoamérica en embotellar Fanta Naranja y la segunda en venderla en todo México”, indica la empresa.

Bebidas Refrescantes de Nogales es la representación de Coca Cola con menos concesiones de agua al año, al sumar 200 mil metros cúbicos. Obtuvo el título de concesión 02SON100225/07FMGC18 de la Gerencia de Servicios a Usuarios de la Conagua.

El doctor Fermín Reygadas Robles- Gil, cofundador y director ejecutivo de Cántaro Azul, expone que la Coca Cola es una empresa que es dueña de la marca y, después, llega a acuerdo con otras empresas como Arca, que es otra gran embotelladora, para hacer la producción y distribución. En el caso de México, FEMSA y Arca son las dos grandes embotelladoras de Coca Cola.

Doctorado del Grupo de Energía y Recursos de la Universidad de Berkeley, California, Fermín Reygadas señala que dentro de Femsa hay distintas empresas o filiales que llevan a cabo la operación, esto responde a que una empresa como la estadunidense lo que hicieron fue comprar a embotelladores locales y muchas veces mantuvieron la figura jurídica y fiscal que ya operaba antes, lo que puede explicar el registro a distintas empresas.

En San Cristóbal de las Casas (donde se ubica Cántaro Azul), hace 20 años, se podía cumplir con la demanda que tenía la ciudad para abasto de agua de la población; sin embargo, con el crecimiento de la ciudad aumenta la demanda de los servicios y al mismo paso del tiempo no se fortalece el sistema operador del agua y empieza a haber un desabasto del vital líquido en la época de sequías. Estamos en uno de los lugares en donde más llueve en el país, técnicamente no hay un estrés hídrico, este se genera por el crecimiento de la población, el cambio de uso de suelo que no contempla a los ecosistemas fundamentales para retener el agua de la lluvia y la ciudad empieza a extenderse en los humedales, todo esto se da dentro de un marco normativo que privilegia el desarrollo económico de quienes más recursos tienen, como Coca Cola.

Comentá la nota