Si la familia de Alejandro Granados y la de su esposa almorzaran juntas este domingo, entonces en la mesa del Ministro de Seguridad de Buenos Aires se sentaría el jefe de una barra brava.

El cuñado del funcionario es Daniel Visconti, líder de los hinchas que manejan las tribunas de Ferrocarril Oeste.

Daniel es hermano de Isabel Visconti, alias “Dulce”, la mujer de Granados, diputada nacional K que busca de la reelección con apoyo de la Presidenta.

La ONG “Salvemos al Fútbol” (SAF), que pelea en la Justicia para erradicar al crimen organizado que lucra con los negocios que genera ese deporte, describe a Daniel Visconti como “una persona violenta”.

Entre otras cosas, lo acusa de haber estado involucrado e n “una veintena de hechos generadores de violencia -muchos de ellos delictivos independientemente del resultado de los procesos administrativos y judiciales- ...”.

Esos textuales pertenecen a una denuncia que SAF presentó en el Consejo de la Magistratura en contra de la jueza comercial Margarita Braga, quien tramita en su juzgado el expediente de la quiebra de Ferro. Ocurre que, en julio, el club le dio un cargo oficial a Visconti: fue nombrado “coordinador de Fútbol Amateur”.

Para la ONG -en la que trabaja el ex magistrado Mariano Bergés-, la jueza Braga aprobó o no estudió bien los alcances del nombramiento del barra Visconti en un puesto en Ferro, por lo que podría haber incurrido en el delito de “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Visconti, el cuñado de Granados, acepta ser el líder de la barra brava de su club. A su modo: “Ferro tiene un movimiento de expresión popular y soy su referente”, fue la forma en las que él admitió que ocupaba en ese rol. Lo hizo en una entrevista que le realizó Gustavo Grabia para el diario Olé. El periodista, uno de los mayores expertos en el mundo barra brava, le recordó a Visconti varios hechos de violencia en los que estuvo involucrada su barra: amenazas con armas a dirigentes y jugadores, por ejemplo.

Él negó con evasivas y haber participado en esas acciones violentas: “Mirá, a Jesús lo crucificaron, así que conmigo pueden hacer cualquier cosa”. Según Visconti, la barra brava de Ferro es un modelo armónico, sano e inocente: “Acá no se venden entradas, micros, ni se les pide plata a los jugadores”, dijo a Olé.

Visconti trabajó políticamente junto a su cuñado Granados en el Municipio de Ezeiza.

Ya no lo hace. No es el único miembro de los Granados vinculado al mundo fútbol y las barras. Su primo Gastón, hijo del ministro Alejandro , es presidente de club Tristán Suárez, que tiene sede en Ezeiza .

Las barras Ferro y Tristán Suárez fueron capaces entonces de unirse tras mismos los intereses: los hinchas solían ocupar las tribunas de un club o del otro, sin entrar en contradicciones.

Dos primos vincularon a esas barras porque ellos son los que comparten lazos de sangre.