Chaco: se termina un 2019 marcado por las internas partidarias y el ocaso de importantes dirigentes

Chaco: se termina un 2019 marcado por las internas partidarias y el ocaso de importantes dirigentes

El 2019 no fue un año más para el Chaco y ya llega a su fin con la misma particularidad con la que comenzó: el caos. A pesar de que fue un año con intensas disputas partidarias internas que se dirimieron en las urnas, los resabios de una bronca sin solución siguen flotando por el ambiente.

 

El caso más significativo es el del justicialismo, que a lo largo de los últimos 12 meses estuvo inmerso en un calvario y que concluye con persecuciones y cacería de brujas entre los propios compañeros. Por el lado del radicalismo, con un caudillo con Ángel Rozas casi jubilado, Convergencia Social logró supervivir y comenzó a despagarse de un macrismo que cerró el año casi convirtiéndose en mala palabra.

En enero las desastrosas lluvias que casi pusieron en jaque a toda la provincia permitieron estirar la definición de una interna peronista que estaba a punto de explotar. Tras la emergencia, en marzo, comenzaron los primeros enfrentamientos mediáticos entre un Domingo Peppo que se lanzaba en busca de una difícil reelección y un Jorge Capitanich que coqueteaba con su retorno a la gobernación pero no lo confirmaba oficialmente. En medio estaba un Gustavo Martínez que no sentaba posición ni con uno, ni con otro, pero que sí se postulaba públicamente como candidato a intendente de Resistencia. Ya con las definiciones nacionales, en las que se acordaban las candidaturas de Alberto Fernández a presidente, y de Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta, la disputa política en el Chaco se intensificó.

El ring de pelea nuevamente se trasladó a la Cámara de Diputados del Chaco, donde quedó manifiesto el apoyo del gustavismo y la Corriente de Expresión Renovada (CER) al gobernador Peppo. En una polémica jugada y en contubernio con el radicalismo, se suspendieron la Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias Paso (PASO) en la provincia y se inició una seguidilla de hechos bochornosos que culminaron con un quiebre interno irreconciliable entre los máximos exponentes del justicialismo chaqueño. Parte de esta disputa se comenzó a dirimir en las urnas, cuando Coqui Capitanich vapuleó a Peppo en las primarias para definir el candidato a senador nacional del Frente de Todos, acto eleccionario que también sirvió para destruir la candidatura testimonial de Martínez a diputado nacional. Ya sin más excusas, la novela se trasladaba a las elecciones generales provinciales.

Con el abandono de Peppo tras un acuerdo en donde se le prometió la embajada en la hermana República del Paraguay, algo que todavía no se concretó, Capitanich despachó a Carim Peche en las elecciones del 13 de octubre y se convirtió en el único gobernador en iniciar su tercer mandato en la provincia. A lo que se le suma otra perlita: también se convirtió en el primer intendente de Resistencia en lograr convertirse en gobernador, algo que se le venía negando a varios jefes comunales capitalinos a lo largo de la historia. Totalmente expuesto, solo restaba saber qué iba a pasar con el otro caudillo peronista –Gustavito-, al que solo le quedaba lograr la epopeya de ganar la intendencia capitalina no solo para sobrevivir, sino también para renovar su amplio poder político que corría peligro por la supremacía que iba logrando el Coqui a lo largo de los distintos actos eleccionarios. Pero ni el envión final de Capitanich para posicionar a Diego Arévalo, ni el piso de 30 por ciento de votos que ostentaba el radicalismo que impulsaba al Zorro Leandro Zdero fueron suficientes para evitar un contundente triunfo del líder del CER que se convirtió en el nuevo jefe comunal capitalino y logró el objetivo tras largos años de esfuerzos y derrotas eleccionarias.

¿Y cómo termina el año? De la misma manera que se inició, con fuertes disputas internas que siguen estando instaladas en la Legislatura, bastión recuperado por Hugo Sager y con el coquismo, pero que sigue siendo indomable a la hora de poder lograr la aprobación de las importantes leyes que requiere el Ejecutivo provincial. Este lunes 30 de diciembre, nuevamente, se intentará llevar adelante una sesión extraordinaria para tratar el proyecto de Presupuesto 2020 y otro paquete de normas enviadas por Coqui. Habrá que ver si el radicalismo y el Gustavismo nuevamente logran sabotear el tratamiento, o si de una vez por todas Sager lograr terminar el año con los objetivos marcados por el flamante gobernador. Si no será salud, felicidades y las esperanzas se trasladarán al próximo período legislativo que se iniciará el 1 de marzo de 2020.

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