Buscan alivianar la circulación enla zona portuaria de Buenos Aires

Buscan alivianar la circulación enla zona portuaria de Buenos Aires
Entre las medidas, figura la limitación del estacionamiento de camiones sobre Ramón Castillo y Comodoro Py.

x Agustin Barletti Buenos Aires

El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, presentó, ante la Agencia Metropolitana de Transporte, un proyecto de estacionamiento, circulación e ingreso de camiones al Puerto Nuevo de Buenos Aires. El objetivo es descongestionar el tránsito en las avenidas Ramón Castillo, Comodoro Py y Antártida Argentina.

“Con esta medida, apuntamos a descongestionar una de las principales vías de entrada y salida de Buenos Aires utilizada por el transporte de cargas y por vehículos particulares”, señaló el funcionario.

El titular de Interior y Transporte dijo, además, que “se limitará el estacionamiento de camiones sobre Ramón Castillo y Comodoro Py, lo que impactará positivamente sobre todo en las horas de mayor afluencia vehicular. El fin es reordenar el tránsito pesado y darle mayor fluidez. Con esta propuesta, minimizaremos las demoras de ingreso y esperas innecesarias en zonas de acceso a puerto”.

La presentación del proyecto contó con la presencia del Subsecretario de Transporte Automotor, Edgardo Colombini, y el interventor de la Administración General de Puertos (AGP), Sergio Borrelli, y prevé el reordenamiento de la circulación de tránsito pesado dentro del puerto y la habilitación de un punto de concentración de camiones de más de 60 mil metros cuadrados en la zona de relleno del sexto espigón del puerto para control, clasificación y coordinación de tránsito, según destino de cada camión con carga.

“La AGP ya ha comenzado a otorgar un nuevo sistema de turnos con el que los camiones ingresarán a la nueva playa; allí se ordenará el ingreso a las áreas operativas y se realizarán los controles operativos y de documentación. Ahora, toda carga que ingrese o salga del puerto será coordinada con anticipación con el objetivo de evitar las excesivas esperas de los transportes” explicó Borrelli.

Por su parte, Colombini señaló que “esta propuesta comprende un enorme esfuerzo de coordinación en la diagramación de recorridos pre establecidos para la circulación del tránsito pesado con origen y destino portuario; de colocación de señalización adicional, instalación de separadores centrales que dividan claramente el tráfico, en uno y otro sentido, e impida el estacionamiento irregular de vehículos”.

Intersección conflictiva

El último censo de tránsito llevado a cabo por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires señala que por las arterias que confluyen a la zona portuaria ingresan 9.000 camiones de cuatro o más ejes por día. Esto representa un 28% del total de camiones que ingresan a la Ciudad.

La intersección más conflictiva que se vincula al área portuaria es la de Avenida Madero y Maipú, donde, además, convergen el cruce ferroviario a nivel, cerca del Hotel Sheraton, y los movimientos de la estación Terminal de Ómnibus y los de Retiro. Sin embargo, de acuerdo a estadísticas emanadas de la AGP, solo ingresan 3.400 camiones diarios al puerto. La diferencia de 5.600 unidades se explica por los camiones pasantes a través de la ciudad que no tienen origen o destino en Puerto Nuevo, aunque un millar de ellos tendría circulación hacia o desde el puerto de Dock Sud.

Otro estudio llevado a cabo por el Centro Tecnológico de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial de la UTN señala que, por el eje Madero-Huergo, sólo el 27,8% del tránsito corresponde a camiones pesados. También indica que el 14,4% son vehículos relacionados con la actividad portuaria y el 7,9% corresponde a vehículos relacionados con la actividad del Puerto Buenos Aires. Adicionalmente a las interferencias entre el tránsito urbano y portuario en el eje Madero-Huergo, sobre las Avenidas Ramón Castillo y Rafael Obligado, se produce otro tipo de interferencias debido a la contracción del flujo que supone la utilización de los camiones a la espera de la entrada al puerto. Se reduce así la capacidad de las avenidas que, si bien son anchas, podrían quedar despejadas de camiones si a los mismos se los ubicara en estacionamientos específicos, tal como lo prevé el plan presentado por el ministro Randazzo.

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