Durante los últimos doce años Buenos Aires fue la provincia que perdió mayor participación en la distribución secundaria de la coparticipación federal, al pasar del 23,8% que recibía en el año 2000 sobre el total de transferencias automáticas al 19,2% que percibió en 2012. Según un informe de la consultora Ecolatina, ese deterioro se vincula principalmente con el monto fijo que Buenos Aires recibe por el impuesto a las Ganancias, consistente en un 10% del total de la recaudación hasta un tope de $ 650 millones, mientras el excedente se reparte al resto de las provincias.

Si se considera el crecimiento de la economía en términos nominales, la participación del distrito gobernado por Daniel Scioli en las detracciones previas de Ganancias se redujo del 70% al 3,4% durante el período, por lo que las autoridades del distrito reclaman una actualización de ese tope, ajuste que –de acuerdo con los cálculos de Ecolatina– implicaría alrededor de $ 13.000 millones.

El informe de la consultora también subrayó que el gobierno bonaerense también considera que la provincia es “discriminada” por la alícuota de la coparticipación secundaria, ya que la fracción que recibe (20%) representa la mitad de su peso en el PBI (40%). “Esta cuestión debería entrar en una discusión integral del federalismo fiscal en Argentina, ya que respetar vis-a-vis las proporciones exacerbaría las desigualdades regionales y entraría en conflicto con la reducción de las asimetrías regionales”, planteó Ecolatina.

Al respecto y si bien reconoció como “válido” el reclamo de Buenos Aires, el informe subrayó que la solución a las asimetrías del federalismo fiscal argentino “no pasan sólo por actualizar el reparto de Ganancias o modificar la distribución secundaria, ya que de esa forma solo se tratarían los desequilibrios horizontales (entre provincias) sin atender a la pérdida de autonomía del consolidado de las 24 jurisdicciones”.

En esa línea, la consultora analizó los planteos provinciales para que se restituya a las jurisdicciones el 15% que cedieron a la Anses en la década del ‘90 o el pedido para garantizar la coparticipación plena del impuesto al cheque. Esas dos propuestas implicarían para las provincias una mejora de 8 puntos porcentuales en el presión tributaria total (unos $ 55.000 millones en 2013), en desmedro de la Nación. Sin embargo, Ecolatina advirtió que la Nación buscaría compensar esa importante pérdida de recursos recortando parte de los $ 42.000 millones presupuestados para giros no automáticos y otras asistencias financieras a las provincias, situación que –en opinión de la consultora– redundaría en “un juego de suma cero”, aunque con una ganancia en autonomía provincial y mayores fricciones entre los diferentes niveles de gobierno”.