Bebidas energéticas: dudas, mitos y riesgos

Bebidas energéticas: dudas, mitos y riesgos

Se han ganado la fama de ser infalibles a la hora de mantener la atención y la alerta pero... ¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones? ¿Realmente contienen sustancias que ponen en peligro la salud?

Esta semana se ha viralizado una publicación en el British Medical Journal en la que, para variar, que ya va tocando, el protagonista no es el omnipresente coronavirus, sino las bebidas energéticas.

El artículo explica el caso de un joven de 21 años al que se ha diagnosticado miocardiopatía inducida por la ingesta continuada de bebidas energéticas. Concretamente, el paciente consumía cuatro latas diarias de 500 ml. La noticia reabre la polémica sobre este tipo de bebidas y la "difícil relación" que se establece entre ellas y algunas personas, especialmente los jóvenes.

¿A cuántos cafés equivale una de estas bebidas?

Un café expresso contiene aproximadamente 80-90 mg de cafeína y una lata de bebida energética de 500 ml, unos 150 mg. Por tanto, esta lata de 500 ml equivaldría aproximadamente a dos cafés y una lata de 250 ml, a un café.

¿Cuántos cafés puedo tomar al día sin poner en riesgo la salud?

La ingesta máxima de cafeína recomendada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) son 400 mg diarios, es decir, unos 4-5 cafés. Por tanto, la ingesta del paciente con miocardiopatía (cuatro latas diarias con 150 mg cada una) supone unos 600 mg en total, lo que excede en un 50 % la cantidad máxima recomendada de cafeína.

¿Qué nos puede ocurrir si abusamos de las bebidas energéticas?

En general nos enfrentamos a dos problemas: el exceso de cafeína y el exceso de azúcar. En cuanto a la cafeína, como comentábamos, hasta llegar a una ingesta de 400 mg diarios o de 200 mg de cafeína en una sola ingesta no hablaríamos de riesgo. A partir de esta dosis pueden aparecer problemas relacionados con el sistema nervioso central como el sueño interrumpido, la ansiedad, las arritmias y los cambios en el comportamiento.

Resulta fundamental vigilar la ingesta en los niños ya que, según las encuestas, muchos de ellos consumen estas bebidas y sabemos que por encima de 5 mg/kg se pueden producir trastornos de ansiedad, irritabilidad y nerviosismo. Consumir este tipo de bebidas durante el embarazo también puede estar asociado a trastornos en el crecimiento fetal.

Con respecto al azúcar, este suele estar presente en un porcentaje entre el 10 y el 15 %. Esto supone que una lata de 250 ml puede tener unos 25 gr de azúcar mientras que una lata de 500 ml (un formato habitual como el consumía este paciente) podría contener hasta 75 gr de azúcar. Teniendo en cuenta que la cantidad máxima diaria azúcar recomendada por la OMS son 25 gr, una lata de 500 ml podría ¡triplicar! la dosis recomendada.

¿Realmente "funcionan" estas bebidas?

Sí, pero no por los "ingredientes mágicos" y marketinianos que supuestamente son la clave. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha autorizado un health claim que afirma que la ingesta de dosis de cafeína entre 40 y 75 mg aumenta la capacidad de atención y la alerta. Como hemos comentado, una lata de bebida energética de 250 ml contiene unos 80 mg de cafeína, por tanto, es cierto que podría aumentar la capacidad de atención y la alerta. Pero ¡ojo! También es cierto que un simple café contiene en torno a 90 mg, así que no estamos descubriendo la pólvora ni recibiendo beneficios adicionales. Vamos, que para ese viaje no hacen falta tantas alforjas.

¿Qué ocurre con la taurina? ¿Y con el ginseng?

El mito afirma que la taurina de estas bebidas proviene de los testículos del toro. Y claro, uno lee en la composición "taurina" junto a un toro pintado en la lata y se viene arriba. ¿Qué hay de verdad? La taurina se extrajo por primera vez en 1827 de la bilis del toro. Pero de ahí a que hoy en día nos estemos bebiendo el extracto selecto de los testículos de toros hay todo un mundo de fantasía.

En la actualidad, la taurina de las bebidas energéticas se produce sintéticamente en el laboratorio. La mala noticia es que ni la taurina ni el ginseng han demostrado que aumente el rendimiento físico ni intelectual. En este caso, tras ser evaluados, a diferencia de lo que ocurre con la cafeína, la EFSA no ha autorizado ningún health claim para ellos. Sí, han leído bien. La única sustancia que ha demostrado ser eficaz para mantener la atención y la alerta entre todas estas sustancias que contienen las bebidas energéticas es la vieja amiga cafeína.

¿Cuáles son los riesgos de mezclar las bebidas energéticas con alcohol?

Al aumentar la capacidad de alerta puede que el individuo no sea consciente de que realmente está ebrio. En definitiva, uno se viene arriba porque los efectos del alcohol quedan camuflados. Se genera una "falsa resistencia" al alcohol que puede llevar al individuo a beber más o incluso a tomar malas decisiones como coger el coche y lanzarse a la carretera. Por este motivo, en 2010 la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) prohibió las bebidas que mezclaban alcohol y bebidas energéticas. Aunque, evidentemente, siempre puedes mezclarlas por tu cuenta.

Conclusión: Si lo que deseas es mantener la atención y la alerta, el café dentro de la dosis recomendada (máximo 4-5 tazas diarias) es la opción más sencilla y saludable. Las bebidas energéticas pueden servir como recurso puntual, pero no hay razones científicas (ni desde luego económicas) para consumirlas.

Comentá la nota