El BCRA suma reservas y baja su posición de dólar futuro, pero reduce su tenencia de bonos

El BCRA suma reservas y baja su posición de dólar futuro, pero reduce su tenencia de bonos

En busca de mantener la calma cambiaria y acumular reservas, la entidad persiste con su estrategia de vender bonos en el mercado, convalidando un riesgo país cercano a los 1500 puntos.

El Banco Central (BCRA) viene logrando estabilizar el tipo de cambio tras meses de elevada volatilidad. En los últimos dos meses ha comprado reservas y bajó su posición de dólar futuro. Sin embargo, para calmar al dólar en el mercado local estuvo vendiendo bonos y estiman que ya usó el 25% de su tenencia recibida tras el canje de deuda. La clave para los analistas es llegar a mayo, con la liquidación de la cosecha y que ello le genere un puente hasta octubre, con las elecciones.

De acuerdo a datos de Portfolio Personal Inversiones (PPI), el BCRA recibió u$s 8000 millones en bonos tras el canje de deuda. Desde entonces, siempre según los cálculos de la firma, vendió títulos por u$s 415 millones en septiembre, u$s 6 millones en octubre, u$s 686 millones en noviembre, u$s 241 millones en diciembre y u$s 548 millones en lo que va de enero. ¿El objetivo? Calmar al contado con liquidación (CCL).

De esta manera, al BCRA le quedarían u$s 6103 millones de poder de fuego en bonos. Desde la compañía entienden que se trata de una suma considerable para calmar al billete, a costa de convalidar tasas de interés de los bonos en niveles altos.

De alguna manera, vender bonos a privados en el mercado a tasas con las que opera actualmente los bonos, del 17%, implica un financiamiento implícito a la tasa del bono. Por ello es que la estrategia de vender bonos que rinden 17% conlleva convalidar un riesgo país de casi 1500 puntos.

Dentro del mercado la coincidencia es que el Gobierno busca alcanzar un puente hasta el inicio de la liquidación de la cosecha y evitar que existan sobresaltos en el tipo de cambio ya que ello podría repercutir negativamente en el resultado electoral de medio término.

Mauro Mazza, research de Bull Market Brokers, entiende en cambio que el poder de fuego propio del BCRA es nulo. "La tasa de interés cuando las reservas liquidas son negativas, como la situación actual, pierde eficiencia. Todo depende de las regulaciones para disminuir el ritmo de importaciones", explicó.

Según proyecta Mazza, el BCRA recién podrá tener un respiro en abril, con la llegada de la cosecha gruesa . Pero advierte que dependerá de la emisión que se tenga que hacer para pagar los riesgos de restricciones por el virus.

"Nuestro foco está en marzo, sobre todo la segunda quincena, para estimar como viene el estrés cambiario y si el Gobierno logrará contenerlo. Nuestro mayor temor es que choque la compra de reservas a partir de abril con un gasto público nuevamente alto y financiado con el BCRA por el coronavirus. De ser así, la brecha cambiaria volverá a subir hasta el 90% o más, y eso obligará a medidas excepcionales contra el MEP y CCL, no descartamos que vuelvan las restricciones de parking", comentó Mazza.

Para Maza, de darse dicho escenario, es probable que el BCRA se vea obligado a intervenir cada vez más fuerte en los dólares financieros y explicó que "la brecha cercana al 100% comprometerá la liquidación de dólares en MULC".

EL BCRA ACUMULA RESERVAS

Del lado positivo, el BCRA logró comprar reservas y bajar su posición de dólar futuro. Las restricciones que impone el cepo cambiario y la liquidación del campo, que aprovecha precios altos de la soja para liquidar parte de su tenencia, le han permitido a la entidad que preside Miguel Pesce sumar reservas. Sobre todo entre diciembre y la primera quincena del corriente mes.

Los últimos datos oficiales vinculados a la intervención cambiaria del BCRA mostraron que el 20 de enero la autoridad monetaria vendió u$s 69 millones y dos días después se desprendió de otros u$s 75 millones. Pese a ello, en los últimos dos meses mantiene un saldo positivo que, según precisaron fuentes oficiales, ronda los u$s 840 millones.

Fernando Marull, economista y director de FMyA, explica que la clave para el Gobierno será llegar a mayo sin sobresaltos, para alcanzar luego un puente hasta las elecciones de octubre.

"El BCRA viene acumulando reservas gracias al agro que liquida, con la soja recuperando y a la existencia de un cepo cambiario. Otro factor positivo para el BCRA es que logró bajar su posición vendida de dólar futuro a u$s 4000 millones desde el pico de u$s 5700 millones hace tres meses. Sin embargo, aún hay desafíos importantes que se resumen en llegar a mayo sin sobresaltos. La condición necesaria es que se garantice calma cambiaria hasta las elecciones, y luego jugará un papel central la política y el resultado electoral. Un revés en las elecciones podría hacer levantar los precios de los activos", estimó Marull.

De esta manera, el BCRA necesita seguir por el sendero de acumulación de reservas para contar con mayor recursos para hacer frente a un año que se muestra desafiante desde lo cambiario y financiero.

Adrián Yarde Buller, economista jefe de Grupo SBS, explicó que las ventas de reservas sirven en el corto plazo para amortiguar los vaivenes de la demanda de dinero y evitar que pueda haber movimientos disruptivos en contextos de baja liquidez, pero no son una estrategia que pueda anclar expectativas de manera sostenible.

"Lo más importante es mantener una tasa de devaluación que sea consistente con la tasa de crecimiento de la cantidad de dinero, de lo contrario la brecha tiende a crecer. Esto fue lo que pasó en la primera mitad del año pasado, cuando tuvimos un déficit fiscal muy grande que fue financiado íntegramente con emisión monetaria y una tasa de devaluación que no acompaño ese enorme ritmo de expansión monetaria, impulsando la brecha. En los últimos meses de 2020 la emisión se frenó bastante y el BCRA aceleró la tasa de devaluación, lo que ayudó a que la situación se estabilizara y la brecha cambiaria cayera", afirmó Yarde Buller.

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