El BCRA impide que cerealeras hagan negocio con el Baade

Habilitó a que compren dólares con fondeo del exterior, pero las obliga a mantener los bonos hasta el vencimiento
El Banco Central (BCRA) dejó bloqueada ayer la posibilidad de que las empresas que ingresen divisas obtenidas mediante operaciones de financiamiento en el exterior para comprar el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade) puedan desprenderse de ese título en el mercado secundario, en pesos y a un tipo de cambio diferencial y sensiblemente superior al oficial, para hacer "rendir" sus inversiones en el país.

La medida, aprobada ayer por el directorio del BCRA (que sesiona desde hace casi un mes con quórum estricto), parece diseñada para abortar el surgimiento de lo que se dio en llamar el "dólar Bulgheroni", en referencia al anuncio que hizo el empresario de que su petrolera Bridas ingresaría al país US$ 500 millones "en blanco" para comprar ese bono. Ese anuncio tuvo lugar apenas 24 horas después de que la presidenta Cristina Kirchner decidiera extender por decreto la vigencia del polémico régimen de blanqueo de divisas.

La concreción de esa inversión, que tenía por destino final el financiamiento de inversiones de Bulgheroni y sus socios chinos en Vaca Muerta, había quedado supeditada a distintas resoluciones oficiales destinadas a habilitar cambios regulatorios que, de concretarse, significarían un paso más hacia un desdoblamiento formal del mercado de cambios.

Pero la norma aprobada ayer por el BCRA parece dar por tierra con esa especulación, a la vez que confirma que el blanqueo de divisas tiene defensores y detractores en igual proporción en el elenco de funcionarios supuestamente encargado de viabilizarlo.

La circular (Comunicación "A" 5487) informa a los bancos que están habilitados para recibir inversiones en Baade de residentes del sector privado no financiero con financiamiento obtenido en el exterior, siempre que éste haya sido obtenido a un plazo promedio no inferior a 3 años. Y el acceso a la adquisición de dólares para suscribir el Baade será posible en el mismo momento en que los fondos de ese endeudamiento ingresen al mercado local de cambios.

Además, dispone que el tenedor del Baade deberá comprometerse a mantener el bono en cartera hasta su vencimiento, dentro de tres años, pero si quisiera venderlo antes en el mercado secundario "deberá hacerlo en dólares e ingresar esa liquidación al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC)", es decir, que la conversión a pesos será finalmente al valor oficial. Incluso dispone que también deberá liquidar en la plaza local y en idénticas condiciones lo que perciba por el cobro de intereses (el bono los pagará de manera semestral).

En el BCRA admitían que la norma tiene que ver con un reciente acuerdo suscripto con empresas cerealeras para que cancelen prefinanciaciones de exportaciones tomadas en pesos de la banca local y vuelvan a tomarlas en dólares de bancos del exterior, "para evitar presión alcista sobre las tasas de interés y asegurar una liquidación de dólares en la parte final del año". Hablan incluso de un pacto para acercar al país unos US$ 2000 millones antes de fin de año, que en las cerealeras reconocen, pero bastante más austero.

También admitían que la circular de ayer apunta a dejar en claro que el blanqueo no será la excusa para permitir que algunos sectores impongan "un tipo de cambio diferencial". Esto no hace más que incrementar la percepción de un marcado tironeo entre funcionarios respecto de los términos de la medida ideada para atraer dólares y la cuestión cambiaria.

Por caso, llama la atención que se mencione la posibilidad de generar un mercado secundario en dólares para el Baade, dado que, por normativa, la totalidad de los bonos en dólares que se operan en la plaza local se transan obligatoriamente en pesos.

El Baade fue uno de los dos bonos lanzados por el Gobierno para el blanqueo, algo así como el hermano menos conocido del promocionado Cedin, que apuntaba al público general y cuyo atractivo residía en que es canjeable en forma automática en los bancos por dólares en efectivo. El Baade, en cambio, es un título clásico: tiene una tasa de interés del 4% anual (que es menos de la mitad de otros similares), con el capital cancelable a su vencimiento en 2016 e ideado, en principio, para acercar inversiones en energía, a la vez que evitar un deterioro mayor de las reservas del BCRA. Pero, por su tasa, no resultaba muy atractivo como inversión para las empresas que buscaron mediante ingentes negociaciones agregarle atractivos, algunos de los cuales habrían quedado bloqueados ayer.

Con todo, las negociaciones desde otras áreas del Gobierno para tratar de reflotar el Baade continuaron en los últimos días. En el sector de las cerealeras admitían que hay reuniones activas para llegar a un entendimiento que les permita compra Baade sin pérdidas patrimoniales. "No pueden pretender que compremos a 100 algo que vale 70 en el mercado", dijo un ejecutivo del sector. En tanto, cerca de Eduardo Eurnekian, señalado como otro de los potenciales compradores, descartaron que haya interés en este instrumento, por razones financieras. En este sentido, como los bancos, el dueño de AA 2000 propuso en el Gobierno invertir en YPF (no en Vaca Muerta), pero no recibió ninguna respuesta concreta. Los bancos siguen siendo los que más se resisten a la adquisición de estos títulos.

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