Las importaciones vienen creciendo mes a mes y peligra la sostenibilidad del magro superávit que viene arrojando la balanza comercial en los primeros meses de este año.
Gonzalo Martínez
La demanda de dólares por importaciones incrementó un 35,7%. En el primer cuatrimestre de 2025, la importación de bienes alcanzó los USD 24.078 millones, lo que implicó USD 6.341 millones más que el año pasado. De acuerdo a los analistas, de seguir con esta dinámica, el magro superávit comercial logrado en los primeros meses del año podría revertirse en junio. El Gobierno necesita dólares y compensar la fuga, por ejemplo, del turismo. Por eso el oficialismo apuesta a que el campo, el gran hacedor de divisas aún de la economía argentina, siga liquidando para sostener las reservas del BCRA. Ese sería el motivo de la extensión de la baja de retenciones a la cosecha fina.
Según el Indec, el saldo comercial de bienes en abril arrojó que las exportaciones totalizaron USD 6.664 millones, con incremento interanual del 2,3%; en tanto que las importaciones resultaron en unos USD 6.460 millones, con una suba del 37,3% contra el mismo mes del año pasado. Así, el saldo superávit fue de USD 204 millones, 88,7% menos respecto al mismo periodo de 2024, según el informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA). El saldo comercial acumulado en los primeros cuatro meses del año es de USD 1.265 millones, frente a los USD 6.208 millones del 2024, lo que significó una baja del 79,6%.
“Los aumentos de exportaciones están en torno del 2% y 3%, y los aumentos de las importaciones están corriendo por la banda del 40%. Esos porcentajes son en bienes, a eso tenés que agregarle servicios. Dentro de servicios tenés turismo, obviamente todo rojo. Por lo tanto, te diría explícitamente, a partir tal vez del mes que viene o del otro, ya vamos a entrar en déficit de la balanza comercial”, sostuvo a PERFIL Miguel Ponce, analista en comercio exterior.
En esa línea, Jorge Berciano, titular de la consultora Unexar, especializada en comercio exterior, señaló a este medio: “Las importaciones aumentan sextuplicando el ritmo de crecimiento de las exportaciones, el superávit comercial es exiguo (primer cuatrimestre 2025 USD 1.265 millones). De continuar con este ritmo de importaciones y si se cancela deuda en los plazos previstos (Bonos, FMI, otros organismos) no alcanzarán los “parches” (baja momentánea de Derechos de Exportación) y frente a esta realidad Argentina se ‘endeuda para pagar deuda’, peligroso círculo vicioso que se repite”.
“Va a estar llegando el aluvión que viene de China. En la última feria de Cantón fueron 4.000 argentinos. La gente va a China, ve en esa feria tres artículos que le gusta, ordena, cierra negocio, se vuelve. Pero resulta que, sin haber consultado si hubo otro argentino que eligió lo mismo y también compró, en dos meses vamos a tener acá el espectáculo de containers que ni siquiera van a ser retirados, porque no le va a convenir retirarlo al que lo compró y lo va a dejar a pérdida. ¿Por qué? Porque va a llegar acá y en 15 días empieza a ver que lo que él eligió, ordenó, compró y pagó ya está acá y va a ver sobreoferta de eso”, advirtió Ponce.
Importaciones en niveles históricos y creciendo
De acuerdo a la consultora Unexar, el monto importado en el primer cuatrimestre de 2025, que fue de unos USD 24.096 millones, fue récord, solo superado por el mismo período de 2022, que fue de USD 24.851 millones, tras la salida de la pandemia del Covid.
“El monto importado aún no alcanzó su techo debido al atraso de la paridad cambiaria, la baja generalizada de Derechos de Importación (más de 1.000 posiciones arancelarias-mercaderías), menores controles aduaneros (respecto de la seguridad de los productos), desaparición de barreras paraarancelarias y trámites engorrosos (muy positivo) y, lamentablemente, que empresas fabricantes comenzaron a importar los productos que antes se manufacturaban en Argentina”, añadió Berciano.
Las cantidades importadas están cerca de romper el récord histórico de principios de 2018, a nivel mensual. “Pero la dinámica es diferente por tipos de importación. Por un lado, las cantidades importadas de bienes de capital se explican por la recuperación de la inversión, en un contexto de apertura a las importaciones y dólar barato. La de bienes de consumo, por reactivación del consumo (también en un contexto de apertura y apreciación cambiaria)”, señaló en redes sociales Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva de Fundar.
Y agregó: “El importado viene ganando cuotas de mercado frente al nacional, lo que ayuda entender por qué en el primer trimestre de 2025 la producción industrial total fue 10% menor que en 2023”.
En cuanto a este último punto, desde la fundación ProTejer señalaron que “en el primer trimestre del año, las importaciones incrementaron significativamente su participación en el consumo aparente textil e indumentaria. De hecho, el componente de productos importados tiene una presencia en el 67% de las prendas que se consumen en el país, el nivel más alto de la serie”.
“Las importaciones de ropa y textiles del hogar se dispararon en el primer trimestre del año marcando un récord histórico: crecieron un 86% y 109% interanual en volumen, respectivamente. Lo más preocupante es que, si bien las cantidades importadas prácticamente se duplicaron, los valores en dólares crecieron mucho menos. Esto indica que muchos de estos productos están ingresando al país a valores significativamente más bajos que en 2024 e incluso por debajo de los valores registrados en los últimos 11 años”, agregaron desde ProTejer.
El factor clave del sector energético en la ecuación
Durante el primer cuatrimestre de 2025, el sector energético contribuyó a mantener a flote el magro superávit comercial de los primeros meses del año. Entre enero y abril la balanza energética arrojó un superávit de USD 2.684 millones, lo que significó una mejora interanual de USD 246 millones.
A pesar de que las importaciones de energía ascendieron en abril a USD 278 millones según un informe de IARAF, lo que implicó un aumento interanual de más de USD 100 millones, este repunte mensual se vinculó con factores estacionales y con un mayor dinamismo en la demanda interna, aunque los precios internacionales más bajos moderaron el impacto neto en la balanza. Las importaciones energéticas sumaron USD 950 millones en los últimos cuatro meses. Sin embargo, la moderación en la cantidad de importación de combustibles en los últimos años le quitó un peso enorme en la balanza comercial general. Cabe recordar que desde 2024 Argentina volvió a tener superávit energético luego de 18 años.
“La maduración de Vaca Muerta y la puesta en marcha del gasoducto hicieron que las importaciones se desplomaran desde 2022. Si no fuera por esto, posiblemente las cantidades importadas totales ya estarían en máximos históricos”, subrayó Schteingart.
El turismo, la otra canilla de salida de dólares
Durante el primer trimestre del 2025 viajaron más de 5 millones de argentinos al exterior. Esta dinámica en el turismo arrojó egreso de USD 2.750 millones, que no logró compensar el monto en la balanza turística por turismo receptivo, lo cual resultó en un déficit por USD 1.236 millones, según datos oficiales del Banco Central.
Cabe destacar que el propio BCRA aclaró que alrededor del 60% de los gastos turísticos de marzo fueron cancelados directamente por los clientes utilizando sus propios dólares, amortiguando de esta manera el impacto en las reservas. Ese mecanismo se sostuvo hasta marzo, cuando convenía pagar el resumen de la tarjeta con dólares propios vía compra del MEP, que abonar el resumen de la tarjeta con el recargo del 30% del “dólar tarjeta”. A partir del 14 de abril se liberó el cepo para los ahorristas, aunque continúa vigente el recargo impositivo sobre los consumos en el exterior.
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