Los superávits gemelos le vienen siendo esquivos al Gobierno desde junio: van tres meses al hilo de rojo. En agosto fue de USD1.269 millones y se explicó por los pagos de importaciones, el turismo influenciado por el atraso cambiario y los pagos de intereses al FMI y otros organismos
El Gobierno acumuló 3 meses sin superávits gemelos: la cuenta corriente cambiaria anotó un nuevo déficit durante agosto. Fue de USD1.269 millones y se explicó por unos pagos de importaciones que por primera vez en lo que va de la gestión actual superaron a las compras externas declaradas en el mes, por un atraso cambiario que moderó los ingresos de turistas y disparó las salidas al exterior de viajeros locales y por una pesada carga de de pagos de intereses a lo largo del mes, principalmente por las obligaciones del Gobierno con el FMI y otros organismos internacionales.
Los famosos superávits gemelos que caracterizaron al período que fue entre 2003 y 2018 se basan en obtener resultados positivos tanto en el resultado fiscal base caja, como en el de la cuenta corriente externa, también base caja, dato este último que es publicado todos los meses por el BCRA a través del informe de Evolución del mercado de cambios y Balance cambiario. Hasta mayo el actual Gobierno logró celebrar ese hito pero desde entonces anotó 3 meses consecutivos de rojos en el cambiario.
En agosto, de hecho, el déficit de la cuenta corriente, que al balance comercial le suma lo ocurrido al nivel de los servicios y los pagos de intereses, el déficit fue de USD1.269 millones. Si bien los bienes siguieron en niveles positivos, no alcanzaron a compensar el drenaje de divisas que generaron las otras cuentas. Y eso, en parte, fue porque los pagos de importaciones ya dejaron de generar deuda comercial y pasaron a ser incluso superiores a las compras externas declaradas en el mes.
Tres rojos consecutivos
Así, el superávit de los bienes fue de apenas USD576 millones. Mientras que ingresaron USD5.600 millones por los cobros de exportaciones, se fueron USD5.024 millones. Ese último dato marco un antes y un después que promete traerle altos costos en divisas al Gobierno en lo que resta del año. Y es que las importaciones declaradas en Aduana, tal como fueron publicadas en el informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) por el Indec, habían llegado a los USD4.830 millones en agosto. Es decir, por primera vez la deuda comercial, es decir la diferencia entre las importaciones y sus pagos, dejó de crecer. Los pagos, o sea la salida concreta de dólares por esta vía, representaron el 104% de las importaciones del mes.
En la economía argentina los bienes deberían ser los generadores de las divisas necesarias para cubrir el drenaje crónico que generan las otras cuentas. No fue el caso en agosto. Y es que el atraso cambiario siguió impactando en el turismo: la cuenta servicios generó el peor déficit en lo que va del año. El rojo fue de USD614 millones. Desde la consultora Epyca explicaron: “El atraso cambiario, que implica que Argentina está 'cara', explica que en agosto haya bajado en un 24% la cantidad de turistas extranjeros (sobre todo de Uruguay y Chile). También es la razón por la cual subió en un 27% la cantidad de argentinos que viajaron por turismo al exterior; en particular, a Chile”.
Por último, los pagos de intereses de la deuda generaron un déficit de USD1.243 millones en el mes. La enorme mayoría, explicados por los pagos del Gobierno, tanto al FMI como a otros organismos internacionales. Desde el BCRA reseñaron: “El Gobierno General y BCRA realizaron pagos por USD1.145 millones, de los cuales USD785 millones correspondieron al FMI (586 millones de DEG), USD265 millones a otros pagos del gobierno y USD95 millones a pagos de intereses a otros organismos internacionales”.
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