La baja de retenciones de Javier Milei: para las cerealeras, el campo ya vendió y no habrá lluvia de dólares

La baja de retenciones de Javier Milei: para las cerealeras, el campo ya vendió y no habrá lluvia de dólares

El Presidente y Toto Caputo no llegaron a la cosecha fina y buscan mayor oferta de divisas. Para el agro, los incentivos se demoraron.

 

Por Lorena Hak

 

El campo celebró con moderación la baja de retenciones que anunció Javier Milei. Aún no olvida que, apenas unas semanas antes, el Gobierno había vuelto a subir las alícuotas. Más allá del impacto político y simbólico, en los hechos, la medida llega tarde: el grueso de lo que se podía vender, ya se liquidó.

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"Lo que había para vender, ya se vendió", señalaron operadores del sector agroexportador y profundizaron: "Así también van a especular los que tienen, porque ahora no les están ofreciendo nada más de lo que ya había".

Los incentivos no modifican lo central: el Gobierno pretendía esperar hasta que llegue la liquidación del trigo, en diciembre, pero no aguantó la presión sobre el tipo de cambio.

Si bien el Merval y los bonos subieron este lunes, como consecuencia de un anuncio que el mercado juzga en la dirección que espera, el dólar oficial cerró a $ 1.305 y el blue subió a $ 1.320.

Baja de retenciones y tipos de cambio efectivos.

Desde el 23 de julio, la liquidación del agro frenó en seco. Las cerealeras reconocen que se está buscando “letra fina” para generar nuevos incentivos, pero no habrá un cambio de tendencia inmediato. "Por un mes y medio o dos, no habrá gran movimiento", admiten en el sector.

El mercado ya reaccionó (y se desinfló)

El presidente del Centro de Corredores y Agentes de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Marcos Hermanson, explicó a Letra P que “la medida reduce una asimetría con otros sectores y eso sí es importante”. Pero también subrayó que hay un problema de fondo.

“De cada 1.000 toneladas, el Estado se queda con casi el 60%”, puntualizó y profundizó: “Esta medida vuelve (la carga impositiva) a los niveles de enero".

"Acompañamos, pero apuesto a que se pueda seguir bajando o quitar los derechos de exportación”, planteó.

La especulación ya había jugado su parte. La semana pasada circuló el rumor de un anuncio. El mercado lo copió con la suba de la soja y al día siguiente esto empezó a diluirse. "El mercado retrocedió dos o tres dólares”, apuntan en la Bolsa de Cereales.

Certidumbre, pero sin derrame inmediato

Consultado por este medio, el economista especializado en granos Guillermo García dijo que el impacto no se verá en el corto plazo.

“En general, el ritmo de venta del productor está ligado a las necesidades financieras para afrontar alquileres o costos de siembra. Además, los exportadores ya anticiparon bastante flujo de dólares antes del 30 de junio, por la normativa anterior que los obligaba a liquidar el 85% de lo declarado”, detalla.

Para el experto, “lo que hubo en el primer semestre fue un anticipo de lo que se iba a declarar y embarcar después del 30 de junio. Lo que trae esta rebaja permanente es mayor certidumbre y por lo tanto el mercado se ajusta a los ritmos normales y a las necesidades de vendedores y compradores”.

La medida, además, tiene un costo fiscal estimado en 0,2% del PBI, pero no pondría en riesgo las metas de superávit comprometidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Javier Milei y los reclamos del campo

 Télam

Aún así, el margen político está atado a las reformas estructurales que el oficialismo planea impulsar luego de las elecciones legislativas de 2025, detalla el informe de Portfolio Personal.

Según estimaciones basadas en datos oficiales, quedan unas 18 millones de toneladas de soja por vender (sin contar las reservas que suelen hacer los productores), por unos u$s 6.800 millones. También hay guardadas 15 millones de toneladas de maíz, por u$s 2.655 millones.

Como quienes producen ya vendieron en masa hasta el 30 de junio, tienen ahora espalda para aguantar y despachar cuando el precio del cultivo y el tipo de cambio les resulten convenientes.

“Ayuda, pero ayuda poco”: la visión de CIARA

El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA), Gustavo Idígoras fue claro en una entrevista en Cadena 3: “Había muchos rumores en la semana, muchos idas y vueltas. Todos esperábamos una mayor baja para carnes bovina y aviar”, reconoció.

Sobre la soja, Idígoras explicó que “ponerle una alícuota del 26% es recaudar más que al 33%, porque al 33% el flujo de venta estaba cayendo muy fuerte”. Y agregó: “Esto ayuda, pero ayuda poco”.

El anuncio de Javier Milei sobre las retenciones no sedujo al campo

“No vemos grandes efectos de precio, pero sí una perspectiva de tener un impuesto a la exportación menor para cuando cosechen”, describió.

A futuro, esto podría impactar en decisiones de siembra, sobre todo en zonas alejadas de la zona núcleo en la que los márgenes están comprimidos.

Brasil como espejo: reglas claras y sin retenciones

Hermanson también se refirió al caso de Brasil como un modelo a seguir. “Brasil hizo los deberes y el agro se unió. Más allá de quién gobierne, el agro va para adelante y nadie le cambia el rubro. Tiene certidumbre y no tiene derechos de exportación”.

En contraste, el sistema argentino mantiene un esquema volátil. “Nunca se vende todo ni nunca se deja de vender todo, muchas veces no como las autoridades quieren”, reconoce. Y enfatiza que, por tratarse de un negocio volátil, el productor se protege con mercados de futuros: “Hay instrumentos que ayudan a moderar la volatilidad”.

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