Jaqueado por el déficit, y por la determinación obsesiva propia y reclamada desde La Plata de presentar las cuentas en cero, el zorro número uno no acertó ninguna de las medidas tomadas.

Cada uno de los recortes no bajó el rojo, sino que disparó nuevos problemas: La comuna se achica, deja talleres en los barrios y la orquesta infanto juvenil, para dictar cursos en OAM o Plaza Mitre, abandonando los lugares donde verdaderamente hay necesidad de cultura e imposibilidad de pagarla. Se bajan programas, se cortan servicios de salud en los barrios, se reducen horarios, no se terminan los polideportivos, hay caza de brujas en el EMDER y otras áreas, incertidumbre y cambios en los entes, conflictos, peleas y traiciones dentro de Cambiemos, mientras afuera la oposición parece ser la más colaborativa con el intendente.

Ante todo esto, Arroyo sigue adelante, con sus prioridades: Fondos para los sueldos, pedidos de 400 policías más para el distrito, y la mentira de haber prometido austeridad y triplicar la planta de funcionarios políticos. De aquella promesa de campaña donde vendía a los votantes que con 35 funcionarios podía gobernar, hoy son más de 100 los funcionarios, con sueldos que arrancan en los 50.000 pesos mensuales.

Es la hora más difícil de Arroyo, porque además queda evidenciado que no sólo el radicalismo se aleja y no pone todo lo que hay que poner para defender el gobierno, sino que también Provincia, Nación y Cambiemos parecen no tener verdaderamente entre sus prioridades a General Pueyrredón: Todos dejan frases convincentes sobre el valor estratégico de Mar del Plata-Batán, pero los fondos no aparecen. Queda la sensación de que no hay un solo sector político, sino varios, los que pretenden que la situación llegue a un nivel caótico. Ante esa probable panorama, ¿Es descabellado que los trascendidos de posibles renuncias se materialicen?

Nadie quedó afuera de esa posibilidad: Arroyo, Schroeder, Baragiola, fueron los nombres que sonaron durante la semana. Y desde el concejo, suenan otros para ocupar esos lugares hasta que una nueva convocatoria a elecciones ordene este hipotético escenario. Guillermo Arroyo, Juan Aicega, Lucas Fiorini  y Mario Rodríguez siempre aparecen en el horizonte, en el caso de una crisis de gestión terminal.

¿Que quiere Cambiemos? ¿Por qué no aparece la solución rápidamente con el envío de fondos? ¿Será que para María Eugenia, Agustín y el tablero de gestión, todavía no se hicieron los recortes necesarios?

Un empleado municipal dejaba en la marcha un comentario con la palabra más temida: “Estos tipos quieren despedir gente. Dejar afuera algunos empleados municipales”

Estos cuatro meses que restan para cerrar el año serán cruciales: Medirán fuerzas los gremios y el gobierno, que mantiene en carpeta el proyecto de asalto final sobre el empleo público buscando despedir cerca de 150.000 trabajadores antes que termine el 2016. ¿General Pueyrredón entraría en esa purga?

Todos en la perla del atlántico, penando por un Anticipo del Tesoro Nacional de 50 millones de pesos. Dicen que para el presidente, no es fácil ni rápido definir la partida. Pero en otros lugares el trámite es más rápido: Jujuy, con la misma población que General Pueyrredón, recibió de Macri más de 2170 millones de pesos de ATN en lo que va del gobierno. La tierra de Morales, con el bonus de Milagro Sala encarcelada y anulada, tiene una línea más directa que mardel…

Un fin se semana de dolor, impotencia, y expectativas, con un tema que seguirá. Porque hasta el mismo secretario de hacienda reconoce que la solución no llegará en el corto plazo. Este mismo sábado  habrá una reunión clave entre Schroeder y los presidentes de bloque. Buscará el funcionario la comprensión y el respaldo, que al parecer no llegan desde la misma coalición y alianza de gobierno, ni desde provincia y nación, con el mismo signo.

Quedan lejos aquellas palabras de Arroyo en campaña, cuando prometía bonanza y obras por doquier, con el sólo alineamiento mágico de Mauri-Mariú y él.

Mauricio le cuenta una fábula a María Eugenia, la historia zen del bambú. Pequeña semilla que tarda mucho en crecer, más de siete años, pero de golpe, luego de todo ese tiempo, acelera el proceso y en unas pocas semanas se hace grande y fuerte. Eso vislumbra Mauricio. En eso cree ella. A esto se aferra él. Pero para más de diez mil municipales, cientos de miles de marplatenses, y millones de argentinos, es demasiado tiempo. Y parece que nadie puede esperar más, porque se les terminó la paciencia…