Arroyo: “Busco que mi apellido no quede mal en la historia de Mar del Plata”

Arroyo: “Busco que mi apellido no quede mal en la historia de Mar del Plata”

Carlos Arroyo es intendente de Mar del Plata, uno de los tres dirigentes con mayor nivel de conocimiento en la ciudad y, sin embargo, tiene una costumbre extraña: cada vez que saluda, se presenta. Arroyo, un gusto, dice mientras da un apretón de manos, antes de sentarse en la cabecera de la mesa de reuniones que tiene en el despacho principal de la comuna.

Antes de que se prenda el grabador comienza a hablar de un tema de estricta actualidad: la cautelar del juez en lo Contencioso Administrativo, Marcelo Fernández, que suspendió el último aumento por seis meses, que luego quedaría sin efecto por la apelación del municipio.

Es la primera entrevista que acepta con 0223 desde que asumió como intendente, el 10 de diciembre de 2015. Acepta hablar de todos los temas: rumores sobre destitución, Aldrey Iglesias, elecciones 2017, Macri, Vidal, Crovetto, Rojas, y lanza su meta: “Independientemente de que yo siga o no, el tema es que mi apellido no quede mal en la historia de la ciudad de Mar del Plata”.

Entre las muchas promesas que hizo en campaña, reconoce que su mayor equivocación fue decir que no debía salir de Mar del Plata, defiende la gestión de la secretaria de Educación y asegura que los problemas en Cultura son culpa de las deudas que dejó la anterior gestión. “Prometí una ciudad limpia, ordenada y segura, y estoy cumpliendo”, dice.

-¿Cuán difícil es ser intendente?

-Es realmente muy complejo, muy difícil. Es una ciudad enorme, que equivale a entre dos y tres gobernaciones de provincias del norte. Si usted sumara la cantidad de habitantes, los presupuestos y la actividad administrativa de dos provincias norteñas son menores que el partido de General Pueyrredon.

-¿Esto lo tenía bien claro antes de asumir?

-Sí, lo tenía bien claro. Tengo experiencia municipal de años, fui varias veces funcionario, fui director de Transporte y Tránsito tres veces, subsecretario de Inspección General dos años y subsecretario de Servicios Públicos. Y seis años de concejal. Tengo mucha experiencia municipal y conocía las dificultades.

Lo que no sabía era la deuda no contabilizada que me dejó la anterior gestión, que llega a los 300 millones de pesos. Este es un dato no menor, porque usted puede opinar o hacer números o planificar sobre un presupuesto y saldos que están documentados. Ahora, ¿cuando no tiene contabilizada la deuda cómo hace? Aparece un individuo de la noche a la mañana que prestó un servicio que usted no tiene registrado en ninguna parte, entonces hay que mandarlo al Concejo Deliberante y si eso está acreditado por la dependencia el Concejo lo declara de legítimo abono, baja el expediente y hay que pagar. Pero es plata que no tiene y no está presupuestada.

En lo único que me equivoqué es que hay que viajar mucho más de lo que me gustaría

-Muchos de nosotros le recordamos en este tiempo algunas de las promesas que hizo, como por ejemplo que no le iban a quemar gomas en las calles, que no iba a aumentar las tasas, que no necesitaba viajar a Buenos Aires. ¿Se arrepiente de algunas de esas promesas?

-Nadie es perfecto. Todo el mundo se equivoca. Creo que de todo lo que usted refiere, en lo único que me equivoqué realmente y debo reconocer es que hay que viajar mucho más de lo que me gustaría. A mí no me gusta viajar, lo digo claramente. No me gusta porque adoro Mar del Plata; cuando no estoy en este clima me siento enfermo, mal. No me gusta viajar a ningún lado.

En eso me equivoqué, en las demás cosas no. Sabía que iba a haber dificultades, pero yo lo que prometí lo estoy cumpliendo. Prometí una ciudad limpia, ordenada y segura, y estoy cumpliendo. Con respecto a seguridad estamos a la avanzada en todo el país. Es el único distrito municipal que tiene asegurado un plan trienal de seguridad.

 -Como concejal fue muy crítico de la conformación de la Policía Local durante la gestión anterior y puntualmente de Fernando Telpuk. ¿Cambió Telpuk o cambió su visión sobre él?

-Eso tiene dos etapas. Primero, yo quería otra organización para la policía, que no es la que tiene. La que tiene es un híbrido extraño en combinación con la policía de la provincia y yo quería una policía absolutamente independiente.

-Ese era el proyecto original de Pulti…

-No sé. Mi idea sí era esa. Con un jefe elegido por votación popular y renovación bianual. El jefe de la Policía no lo elegía ni el intendente ni el Concejo Deliberante, sino el pueblo por votación directa. Como el proyecto no se adaptó a esto, porque venía creado a través de la Policía de la Provincia, ya me dejaba de gustar.

Ahora, ya en el cargo de intendente, cuando tomo conocimiento descubro que fue un gran acierto del Concejo Deliberante y de la gestión anterior la designación de Telpuk y de la gente que está con él. El proyecto no es malo. Le hicimos algunas modificaciones mínimas y está funcionando.

La policía local ahora hace controles de tránsito y los que me critican por eso son ignorantes

-¿Cuáles?

-Hemos agregado nuestra propia manera de ver muchas cosas. El proyecto original trabajaba hasta las 11 de la noche, ahora lo hace toda la noche. No había puestos de control repartidos por la ciudad y ahora sí los hay. Había un montón de cosas que antes no se hacían y ahora se hacen, controles de tránsito por ejemplo. Eso ha sido criticado pero los que me critican son ignorantes. Si hubieran leído la ley sabrían que esta policía, como todas las policías, tiene poder de policía, es decir, puede hacer controles de tránsito. Por eso usted va por la ruta, lo para un policía, le pide documentos y se los tiene que exhibir. 

-En cuanto a seguridad, usted dijo que se redujeron casi un 50% la cantidad de homicidios dolosos. ¿También se registró una baja en otros delitos?

-Quiero aclarar algo: bajó un 50% en el período del año 2016. En los tres primeros meses del año 2017, sobre el total que ya venía bajando, hemos rebajado un 10%. Sobre 10 homicidios en 2016, tuvimos 7 en estos primeros meses. Esto es un éxito en materia de seguridad, pero no me pone contento porque no tendría que haber un solo muerto; hasta que no lleguemos a 0 no vamos a estar tranquilos.

-¿Y en otros delitos?

-En cuanto a los delitos de tipo económico, la rebaja es de aproximadamente del 45% en los hechos de arrebatos, robos de casa, etcétera. Y un poco más en robo de autos, pero allí tiene intervención la policía de la provincia de Buenos Aires más que la local.

-Habló de una ciudad limpia. ¿La ve así?

-No, estamos trabajando. La ciudad todavía está muy sucia pero no tenemos camiones porque todavía no pude comprar almejeros suficientes para juntar toda la basura. Además, hay que hacer una campaña intensísima de concientización a la población y sinceramente no tengo un peso para gastar en los medios para hacer la campaña que quiero hacer al respecto. Estamos limpiando y estamos lejos todavía del objetivo final, pero estamos en curso. De todas formas, todavía me queda un largo trecho por delante para poder llegar al nivel de limpieza que yo quiero.

-¿Y ordenada?

-En cuanto al ordenamiento, estamos también con el tema económico: primero debemos resolver la deuda que me han dejado para que yo pueda invertir en semáforos o señalización.

-Durante la campaña también había hablado de la circunvalación...

-Ese es un proyecto que sigue en pie e, inclusive, ya está en manos de Vialidad de la provincia porque no es algo que hace la municipalidad. Ahora el tema es que lo quieran ejecutar y que haya recursos para hacerlo.

También hay elementos que en mi plataforma original no preveía y sin embargo, por la fuerza de las circunstancias, lo hice y lo tenemos hoy en ejecución: por ejemplo, el tema del aeropuerto. Durante la campaña me aboqué al puerto no al aeropuerto pero después las cosas se dieron de tal manera que me dediqué al tema y fui a hablar con Macri, con un proyecto completo. Eso tuvo recepción y estamos avanzando. Queremos convertir a Mar del Plata en un aeropuerto de traslado, o sea, el turista que va a Bariloche o al sur -en general, europeo- pare en Mar del Plata y no pase por Ezeiza. Los comerciantes marplatenses van a tener clientes con buena moneda, que después seguirán viaje al sur. Esto no es un dato menor, es algo bien pensado que nos podría proporcionar un maravilloso turismo de invierno.   

Críticas, intervención y su pelea con La Capital

-¿Se siente muy criticado?

-Siento que han sido muy injustos.

-¿Quiénes? ¿Medios? ¿Dirigentes? ¿La gente en la calle?

-No, la gente ha sido bastante paciente. En algunos casos he tenido que pedir disculpas porque a veces no hemos podido llegar a cumplir. Creo que han sido injustos en muchos aspectos porque hemos luchado hasta abajo del agua con los problemas y esto, muchas veces, el periodismo no lo vio o no lo quiso ver. Hay una realidad: trabajar a cargo de una ciudad sin un solo peso para moverse es muy difícil; hemos hecho milagros en muchos aspectos. Yo creo que en este sentido (el periodismo) es muy injusto.

También hay una situación con un multimedio que es pública, pero yo fui votado por una mayoría, constituyo la cabeza de un gobierno democrático y mi obligación es con la gente, con el pueblo.

El 70% de la gente me pide que no afloje y un 30% me dice que siga así

-¿Se siente respaldado por la gente?

-Sí, yo creo que sí. Yo salgo a la calle y, más allá de alguno que me pide algo de una manera no muy adecuada, hay 100 que me felicitan, que me dan las gracias y que me dicen que no afloje. Lo que más me llama la atención es que el 70% de la gente me pide que no afloje y un 30% me dice que siga así. Que yo recuerde, son muy pocas -dos o tres personas- las que me han reclamado a gritos alguna cosa y fíjese qué notable: esos pedidos tuvieron que ver no con la seguridad, no con la salud ni la educación, sino con las calles. Los pocos cuestionamientos que he tenido de mala forma han sido por asfaltos.

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-Sin volver a los detalles de lo que ocurrió en la escuela municipal 205, ¿cómo se sintió al irse en medio de gritos, abucheos, insultos?

-Muy mal, totalmente incomprendido pero a su vez, comprendiendo que era una maniobra política: evidentemente no se sabe qué hacía Suteba en ese lugar cuando no tiene nada que ver con escuelas municipales, tampoco se entiende qué hacía la delegada sindical (por Alejandra Ayek, responsable del área de Educación del STM) si yo no fui a hacer ningún procedimiento contra la escuela; al contrario. Yo había estado recorriendo toda la escuela 6 para ver qué deficiencias tenía y la verdad es que no tenía ningún motivo, excepto, que la persona responsable estaba en falta respecto a la documentación.

Esto tiene una historia de muchos años atrás y que no tiene que ver con la municipalidad. Yo fui director durante 27 años y en mi escuela había 2000 alumnos y he llegado a hacer más de 500 títulos por año. Hacer 500 títulos es un trabajo terrible y la Provincia no te perdona. Para mí, el título no es un tema menor y es un proceso administrativo que conozco al dedillo porque lo hice durante años. Tal vez influyó en mí esa situación de mi historia y por eso, cuando me enteré lo que ocurría, decidí ir personalmente a ver cuál era el problema para darle una respuesta. Eso fue malinterpretado, cosa que no entiendo porque durante toda mi gestión como concejal fui a todas las escuelas.

-En este tiempo se habló en distintos momentos de su salida anticipada del gobierno. ¿Siente que quisieron destituirlo?

-Creo que hay mucha gente que quisiera ser intendente. Veo demasiadas ambiciones. Pero voy a seguir estando. Yo me debo solo a Dios y a mi consciencia. Desde que terminó la noche triste, cuando se acabó el gobierno militar y llegó la democracia, se sucedieron gobiernos municipales. Todos mantuvieron una determinada tesitura política con respecto a mucha gente de Mar del Plata y a los empresarios. Yo no. Por eso tengo los problemas que tengo.

-Es la segunda referencia solapada que hace a Aldrey Iglesias.

-No lo nombré.

Todos los intendentes mantuvieron una determinada tesitura política con los empresarios de Mar del Plata. Yo no. Por eso tengo los problemas que tengo

-Pero hoy mencionó que está enfrentado con un multimedios y es el único de la ciudad. ¿Cuál es su relación hoy?

-Yo no tengo ninguna relación con nadie, solo hago mi trabajo como intendente. Solo voy a decir lo siguiente: esa relación cambió el día que yo le gané la interna a Vilma Baragiola. Hubo una situación en campaña, cuando era concejal, que era normal, racional. El día que gané la interna de Cambiemos, el día que le gané a Vilma que ahora es funcionaria mía, ahí cambió completamente el tratamiento. Tan simple como eso.

-Se habló mucho de intervención también. En su momento con Agustín Cinto, ahora con De la Torre.

-No, no, nunca hubo intervención. Eso son barbaridades que se dicen al pasar, también utilizadas por la prensa a veces con otros fines. Quien conoce mi carácter sabe que no soy la persona adecuada para permitir ese tipo de cosas.

En el caso de Cinto, siempre hubo una gran colaboración, con la mejor buena voluntad. Él había sido enviado por Rodríguez Larreta. Cinto vino, colaboró y ayudó en muchas cosas. Hubo cosas que se hicieron porque él nos dio una mano, como el caso de las ambulancias. Pero había algunas características de él como funcionario que no me convencían, y entonces se fue, porque el intendente soy yo.

-¿Y De la Torre?

-El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires es un amigo. Jamás me dijo haga esto o aquello. Hablamos, sí. Comemos, también. Conversamos de distintas situaciones, que se puede hacer para mejorar, pero es una conversación entre compañeros de una misma facción política. Pero nunca jamás Joaquín trató de imponerme algo. Es sumamente respetuoso de todos, es un hombre brillante, tiene una inteligencia superior. Yo le he preguntado, le he pedido consejos, porque cuando uno ve a un tipo que es más inteligente que uno le pregunta. Yo no tengo vergüenza en decirlo.

Todo el tema de tecnologías de las TICs, de lo que había pensado originalmente cambió el 90% porque me convenció (el secretario de Planeamiento Guillermo) De Paz. Y en otros casos la arquitecta Leniz ha marcado rumbos en mi forma de pensar. Yo no me atengo a rumbos rígidos. La vida me enseñó a escuchar. Por supuesto que calibro la capacidad del que me habla.

-Y con Macri y Vidal, ¿cómo está su relación?

-Muy bien. A mí siempre me escucharon. Con Macri ha sido casi un monólogo, tenemos una relación superior. Con Vidal en algún momento he tenido algunos cambios de opinión. Es brillante, es inteligentísima. Nunca me trató mal, siempre me ayudó, siempre colaboró conmigo, lo único que tengo para con ella es agradecimiento. Y si hay algo que no se hizo es culpa de Arroyo, no de la gobernadora. Siempre me aconsejó bien, hizo lo imposible por ayudarme.

Los propios que actúan como opositores desnudan ambiciones personales

-¿Le duelen más los ataque de la oposición o la actitud de algunos oficialistas que actúan más como opositores?

- Por supuesto que me duele más la de los propios que juegan de opositores, porque desnudan ambiciones personales. Además, estando en un grupo humano, uno debe mantener una cierta coherencia. Entonces, salir a las perdidas, con cosas sueltas, no tiene mucho sentido.

Por otro lado, en la oposición, yo no hago un paquete completo, porque no todos los opositores son iguales. Por razones éticas no daré nombre, pero hay opositores a los que escucho y me importa lo que piensan, y otros que me dan lo mismo. Una cosa es el funcionario que discute por mejorar las cosas de la sociedad, algo que respeto. Otra, el funcionario que toma una medida para ver si puede ocupar un cargo, ascender o asegurarse una elección.

-De los oficialistas - opositores hay varios, pero le pregunto por dos que entiendo que respeta y aprecia: José Reinaldo Cano y Eduardo Abud.

-Yo soy respetuoso de su pensamiento. No comparto para nada la actitud que tomaron, pero soy respetuoso de lo que ellos decidieron, es el juego de la democracia. Tenemos que aceptar esto: si nos felicitan está bien y si nos critican también. Si vas a estar solo para lo que te conviene dejamos de ser democráticos. No le voy a pedir a nadie que haga lo que creo o que piense como yo. Trato de convencer, por supuesto. Hubiera preferido que dialogaran, cosa que no hicieron. Hubiera preferido que se dieran cuenta de toda la inmensidad de cosas que la administración está tratando de lograr con la mejor intención, bien o mal, porque no somos perfectos. Y eso es lo que no veo. No hubo diálogo. No vinieron a preguntarme qué opinaba de esto o aquello, simplemente votaron.

Cambios en el Gabinete, Crovetto y Rojas

-Anunció cambios de gabinete. Hizo algunas modificaciones, pero tal vez se esperaba algo más profundo. ¿Puede haber en el corto plazo otros cambios?

-Sí, por supuesto. Siempre va a haber cambios, porque hay que ir acomodando las piezas a lo que le convenga a la ciudad.

-¿Los tiene resueltos?

-No. Estamos estudiando. No es tan simple el tema. Cada persona que yo tengo aquí dentro recibe un sueldo. Ese sueldo no se lo paga Arroyo, se lo paga el pueblo de Mar del Plata. Eso significa que yo estoy atado a hacer la mejor elección posible en cada caso. Y no poner a nadie que no necesito realmente. Tengo que cuidar el dinero más que si fuera mío. Por eso no tomo decisiones rápidas. Si tengo que hacer cambios los voy a hacer, pero será de a poco, estudiando cada caso, viendo por qué sí y por qué no.

-En el inicio de su gestión hubo muchos movimientos por distinto motivos…

-Cambiemos es un conjunto de partidos políticos, había compromisos preelectorales. Eso todo el mundo lo entiende. Yo no decidí solo todos los funcionarios.

-¿Hoy los decide todos usted?

-En este momento sí.

-¿Y hay áreas con las que no está conforme?

-Hay áreas con las que estoy medianamente conforme. Y se pueden esperar cambios. Soy muy sincero. Uno nunca está conforme 100%, tal vez con algún funcionario sí pero no es bueno que lo sepan. En otros casos tengo dudas y estoy viendo qué conviene más a la ciudad. En el momento que vea algo mejor puedo decidir un cambio. Acá nadie está seguro, yo tengo que pensar siempre en lo mejor para la ciudad. Dentro de un tiempo los votantes van a decir si mi gestión fue buena o mala y yo quiero que digan que fue buena. Independientemente de que yo siga o no, pero el tema es que mi apellido no quede mal en la historia de la ciudad de Mar del Plata.

Crovetto cumplió su misión y es buena la función que cumplió

-En ese marco, ¿le influyen las constantes críticas que reciben Crovetto y Rojas?

-No es lo mismo Educación que Cultura. En Cultura la mayor parte de las críticas fueron por temas económicos, que se los debemos al que fue secretario en la anterior gestión (por Leandro Laserna), que me dejó una lista interminable de cosas a pagar. Cantantes que no habían cobrado hace dos años, la comedia tampoco había cobrado, a pesar de que tenía resoluciones en contra del secretario de Hacienda de la anterior gestión.

La devolución del Teatro Diagonal no tenía otro camino. Se debía plata, se estaba cayendo a pedazos y no teníamos un centavo.

-¿No siente que lleva adelante una gestión en contra de la cultura local?

-No, para nada.

-Pero es el reclamo que le hacen...

-No, hay que analizar las cosas en detalle. ¿Alguna vez se había hecho un mantenimiento de los monumentos que tiene la ciudad? Nunca. Yo lo estoy haciendo y hoy, después de 20 años de no hacerle nada, el monumento a los Caídos en Malvinas está impecable y ese trabajo no tiene precio. Es la primera  vez que se está escribiendo la historia de los monumentos de Mar del Plata y eso es cultura.

Dentro de mis proyectos -estoy viendo cómo consigo los recursos- está hacer un teatro circulante, es decir, un camión gigante adosado como teatro para llevar el teatro a los barrios. Yo hice teatro a los 14 años y lo quiero, pero cuando tenga los recursos.

Al director del teatro Colón se le dio orden de hacer todos los conciertos de orquesta sinfónica, con la de tango y con la banda que se puedan hacer. Incluso, quiero sacar a la orquesta de Mar del Plata, llevarla a Buenos Aires y quiero hacer todos los fines de semana conciertos en la Plaza San Martín, tal como se hacía históricamente.

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-Fue muy criticado por desarmar la orquesta infanto juvenil.

-La orquesta de chicos (por la orquesta Infanto Juvenil) no fue eliminada como he escuchado tantas veces, es una locura. La primera orden que di al primer secretario de Cultura fue que mantenga la orquesta. Nunca se me hubiera ocurrido sacarla. Pasaron muchas cosas: lo primero fue en la época que comenzó el caso Gianelli, cuando apareció un conjunto de padres vociferando contra el director a quien acusaban de una cosa así. Yo me asusté porque pensé que íbamos a tener un problema judicial, policial. Entonces ordené suspender el tema, cambiar el director, iniciar un sumario. Después surgió el problema de que se debía plata y no había dinero para pagar a la gente que enseñaba. Pero no había dinero y cuando uno no tiene, no tiene y hay que hacer un orden de prioridades. No puedo dejar de dar de comer los jardines o no comprar insumos para hacer análisis de sangre para pagar esto; es simple.

-¿Y ahora cuál es la situación?

-Según me informó la secretaria del área hace unos 10 días, hay dos grupos que están practicando y la idea es salir cuanto antes con la orquesta en forma, con el presupuesto que hay que tener.

Por otra parte, el teatro ambulante es un gran déficit que tiene la ciudad y yo lo quiero reimponer. Otro de mis proyectos desde la época de concejal es hacer una escuela de teatro y ojalá consiga los recursos para hacerla antes de irme. Pero no en un edificio alquilado, sino algo que realmente sea propio. Acá todo se alquila: hay escuelas y jardines de infantes que no tienen edificio propio; la Dirección de Transporte y Tránsito tampoco. Hay un montón de temas que resolver.

-¿Cómo evalúa la gestión de Crovetto?

-Crovetto era jefa de distrito de Miramar y llegó por carrera, no era una funcionaria política. O sea, yo tomé un técnico para que se ocupara de la parte técnica porque había que elaborar toda la parte de documentación del sistema secundario que evidentemente durante la era anterior no se hizo. Digo esto como docente de carrera: una escuela secundaria no se crea de un día para otro y aquí se crearon 17 escuelas secundarias de la noche a la mañana y mediante un decreto. Obviamente están compartiendo edificios con primarias, cosa que no es bueno, y nombraron personal a toda velocidad, lo cual tampoco es bueno.

-¿Cómo se debería haber hecho? Porque había que crearlas o dejar a los chicos sin sistema.

-Sí, está bien, se hizo pero yo tengo que resolverlo y tratar de mejorar el sistema. Tal vez la solución hubiera sido ir más lento, no tan rápido. No todo es culpa de la administración anterior porque el tema viene por la Ley Federal de Educación, el sistema de tres años, el cambio inmediato al otro sistema; era todo un desastre. Acá hubo marchas y contramarchas que perjudicaron a todo el esquema pero nosotros tratamos de darle una unicidad a todo el sistema y por eso está Crovetto. Más allá de que las características del funcionario no hayan sido las mejores para mantener una buena relación.

-¿Pero para usted es buena su gestión?

-Ella cumplió su misión y es buena la función que cumplió, aunque tal vez no tanto lo que está relacionado con la función pública y la política. Muchas veces pasa que uno tiene funcionarios que son absolutamente simpáticos pero no resuelven nada.  Yo he tenido esa experiencia y a uno, incluso, le tuve que pedir la renuncia porque estaba en un tema no menor como el desarrollo industrial.

Desempleo, gobierno para ricos y elecciones

-¿Cómo cree que se puede llegar a revertir durante su gobierno el tema del desempleo?

-No es un problema fácil de resolver porque a Mar del Plata siempre viene gente que después se queda. Vienen a trabajar en verano, se quedan, necesitan un lugar, después una escuela, esto, lo otro; mil cosas. A eso hay que agregarle el crecimiento demográfico normal de la población por casamientos, nacimientos de chicos, etcétera.

En este momento tenemos dos caminos iniciados. Lo primero que hice fue pedirle al gobierno que continúen con el tema del gasoducto porque si no conseguimos gas no podemos darle manija al Parque Industrial ni a la construcción de grandes edificios que son dos caminos fundamentales para aumentar la cantidad de empleo. En el Parque Industrial tenemos en este momento 16 empresas en vía de instalarse.

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-¿Cuántos puestos de trabajo genera el Parque Industrial?

-En este momento, casi 5 mil. Por ejemplo, la última empresa genera 200 puestos fijos más otros 300 que vienen por derivación, es decir, comercialización, publicidad, etcétera. Hay otras 15 empresas más que están en camino de instalación y que estamos tratando de hacer inversiones en calles y luz y esperamos el gas, que ya lo pedí. No bien llegue el gas vamos a tener la posibilidad de abrir una cantidad de empresas y, además, darle la importancia que tiene al tema de la construcción, porque si no podemos seguir construyendo, estamos mal.

Por otra parte voy a trabajar todo lo que pueda para limpiar y pintar todos los frentes de la ciudad. Dan asco las pinturas, los grafittis. Hay que arreglar la ciudad, hay que limpiar y cortar pasto por todos lados y hay que pintar escuelas, hospitales. Entonces, en la medida que me den recursos o que yo los pueda obtener en General Pueyrredon, quiero trabajar con las cooperativas, que tienen contacto directo con la gente y dan trabajo. Yo quiero poder tener gente y decirles que vayan y limpien una plaza, una playa, etcétera.

-Más allá del gas o de la infraestructura del Parque Industrial, la radicación de industrias depende de un contexto económico que no es responsabilidad del intendente. ¿Está de acuerdo con el rumbo general que está tomando el gobierno nacional?

-El rumbo general sí pero en algunos detalles yo habría hecho cosas distintas. Por ejemplo, hubiera controlado muy de cerca los formadores de precios porque las grandes empresas formadoras de precios son las que de alguna manera, al no frenar los aumentos, generan inflación. La inflación hace que haya menor inversión y si hay menor inversión hay menor trabajo.

Además, aplicaría más impuestos a algunas actividades como el juego y la minería.

Dentro de un tiempo los votantes van a decir si mi gestión fue buena o mala

-Se vienen las elecciones y se habla de que Vilma Baragiola podría ser su candidata. ¿Es algo que usted tiene resuelto? ¿Va a imponer o negociar candidatos en las listas?

-No, yo soy jefe de Agrupación Atlántica y desde ese lugar voy a reclamar los lugares que me corresponde.

-¿Le interesaría poner a alguien de Agrupación Atlántica en el Senado provincial, por ejemplo?

-Si, por supuesto. De todas maneras, llegado el caso, se hablará. Yo no puedo dejar de pensar que formo parte de un grupo que es Cambiemos y que más allá de las apetencias o de las intenciones que tengan los radicales, los justicialistas o nosotros mismos, está la conveniencia del gobierno en general.

Le aclaro: considero que Vilma es una excelente persona y una excelente funcionaria que merece estar en un cargo y por eso la tengo en cuenta, pero ella es radical y yo tengo mi propia gente dentro de la Agrupación Atlántica, como Patricia Leniz, Patricia Serventich, Juan Tonto y el hermano o María Stella Maris Marinier.

-¿Piensa en la reelección ?

-Después de lo que pasó el sábado, que sin ninguna convocatoria se reunió toda esa gente, honradamente yo no sé si toda esa gente está de acuerdo con el gobierno, pero sí sé qué es lo que quieren: república, democracia, libertad, trabajo y seguridad. El mensaje del pueblo está clarísimo y yo también lo sé: no van a volver. Si vamos a seguir o no nosotros, solo lo dirá Dios, yo hoy no lo puedo anticipar. Espero que sí, espero hacer los deberes bien y que podamos continuar. Más allá de eso yo sé que para atrás no se vuelve. No es antikirchnerismo ni antinada, es defender la república, la democracia y la libertad. El kirchnerismo fue totalitarismo y en realidad benefició a los menos, nos dejó un país con un 30 y pico por ciento de pobreza.

-¿No cree que este gobierno no beneficia a determinados grupos de poder? Hay sospechas de corrupción o investigaciones latentes por vínculos entre funcionarios del gobierno nacional con empresas.

-No, no creo que haya la corrupción que vivimos con el kirchnerismo. Yo no puedo poner las manos en el fuego por nadie porque uno nunca sabe si un funcionario cualquiera puede estar comprometido en algún tema; yo no los conozco a todos, no me consta. Pero creo que este gobierno es decente, está bien orientado y no tiene ni un punto de comparación con lo que fue el gobierno anterior, que ahora están todos procesados.

-Más allá del tema de la corrupción, ¿no siente que benefician más a los ricos que a los pobres?

-No, para nada. Yo enseñé Economía durante 40 años y creo que hubo pocos gobiernos que hayan beneficiado tanto a los ricos como el kirchnerismo y el que no se da cuenta de eso es porque no ve nada. 

-¿Y hoy el rumbo es otro?

-Hoy la orientación es otra. Hace 4 ó 5 años atrás recorrí los jardines de infantes y vi que los chicos tomaban mate cocido con un pedacito de pan, nada más. Hoy puede ir usted mismo ver qué es lo que comen los chicos. Estamos trabajando de otra manera.

-Insisto, ¿piensa en ser reelecto?

-Sí, por qué no.

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