Argentina revierte el déficit energético y prevé ingresos por u$s 3700 millones en 2024

Argentina revierte el déficit energético y prevé ingresos por u$s 3700 millones en 2024

Los datos habían sido adelantados por la secretaria de Energía, Flavia Royón, quien detalló que pasará de un déficit energético de u$s 4400 millones en 2022 a un superávit de u$s 3700 en 2024.

El déficit energético del país por la importación de Gas Natural Licuado (GNL) y de combustibles líquidos, compras en el exterior que se realizan todos los años fundamentalmente para la generación de energía, fue un dolor de cabeza para las cuentas nacionales, sobre todo en la última década. El energético es el sector que más dólares demanda, en una economía con serios problemas por la falta de divisas. Pero la ecuación comenzó a revertirse gracias al desarrollo de Vaca Muerta, que permitirá alcanzar el superávit energético en 2024.

En el Gobierno tienen la esperanza puesta en las obras de infraestructura que permiten la ampliación de la capacidad de transporte de gas natural y tener más fluido disponible para el consumo residencial y hacer más competitiva a la industria. La construcción del gasoducto troncal Néstor Kirchner y la reversión del Gasoducto Norte estarán terminadas en 2024. Se trata de obras que cambiarán el panorama energético del país.

Del déficit al superávit

La Argentina pasará de un déficit de la balanza energética, que en 2022 fue de 4400 millones de dólares, a un leve superávit de 100 millones este año. Pero el impacto real se observará el próximo año, ya que el país tendrá un superávit de 3700 millones de dólares en 2024, según afirmó la secretaria de Energía, Flavia Royon durante su participación en el Summit Energy del diario El Cronista.

El impacto se sentirá por los avances en infraestructura clave que viene realizando este gobierno. La obra central es el primer tramo del Gasoducto Néstor Kirchner, que ya está operativo con una capacidad de transporte de 11 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d). Pero el ducto permitirá transportar más gas natural con las plantas compresoras de Tratayén (Neuquén) y Saturno-Salliqueló (Buenos Aires).

“Con el primer tramo no vamos a necesitar hacer grandes compras de GNL, en octubre y noviembre ya van a estar terminadas las plantas compresoras”, afirmó Royon. De este modo, el ducto permitirá transportar 21 MMm3/d a partir de diciembre.

Anuncio para el segundo tramo

El segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner, que unirá Salliqueló con San Jerónimo (sur de Santa Fe) permitirá ampliar la capacidad de transporte de gas de Vaca Muerta hasta los 39 MMm3/d, una cantidad significativa ya que el país produjo en junio 138 MMm3/d y en invierno tiene un pico de consumo de alrededor de 180 MMm3/d.

El gobierno ya lanzó la primera licitación para el nuevo tramo del GNK. Se trata de la compulsa para la adquisición de la chapa y los caños de 36 pulgadas para cubrir 484 kilómetros de extensión que tendrá la etapa dos. Royon anticipó que “el segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner, si todo avanza como está previsto, junto a la reversión del Gasoducto Norte, podría estar terminado en el segundo semestre de 2024 y la Argentina ya va a estar prácticamente en autoabastecimiento”.

Autoabastecimiento

La titular de la cartera energética destacó que para 2025 “vamos a estar en un escenario de autoabastecimiento”. Para esto, Royon cuenta con el GNK con las dos etapas completas y operativas y la reversión del Gasoducto Norte concluida (permite que el gas de Vaca Muerta llegue a las provincias de norte).

“Ya no vamos a necesitar importar GNL ni el gas de Bolivia”, subrayó. Además, añadió que “vamos a tener ahorro de divisas y subsidios y esto va a generar una matriz energética más competitiva. También vamos a generar exportaciones (norte de Chile, Uruguay y Brasil, por ejemplo)”, a partir de la mayor disponibilidad de gas de Vaca Muerta en los gasoductos troncales del país.

Royon aclaró que llegar al autoabastecimiento “no es una definición matemática, no quiere decir que no se va a comprar ningún barco más porque claramente la compra de combustibles depende de numerosas variables como el clima, la cantidad de agua que hay para la generación de energía eléctrica, los precios relativos entre el gasoil, fueloil y el GNL, entre otros. Pero podemos afirmar que la Argentina no va a hacer más grandes compras de GNL, quizá se necesite algún barco puntual para algún pico de consumo de invierno, nada más”.

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