Argentina presentó una enérgica protesta contra el Reino Unido tras el anuncio de nuevos ejercicios militares en las islas Malvinas

Argentina presentó una enérgica protesta contra el Reino Unido tras el anuncio de nuevos ejercicios militares en las islas Malvinas

Desde la Cancillería, conducida por Santiago Cafiero, manifestaron que la iniciativa británica constituye “una injustificada demostración de fuerza”. El comunicado completo

Con motivo del reciente anuncio que realizó el Reino Unido sobre nuevos ejercicios militares a desarrollarse en las Islas Malvinas, desde la Cancillería argentina presentaron hoy una “firme protesta” y el “contundente rechazo” a la intención de ese país de “introducir nuevos actores militares”, en referencia a la posible presencia de soldados provenientes de Kosovo.

En este sentido, la cartera conducida por Santiago Cafiero convocó en la tarde del martes 6 de diciembre a la Embajadora del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en Buenos Aires, Kirsty Hayes, a fin de transmitirle la postura del Gobierno argentino a la intención del Reino Unido de introducir nuevos actores militares en las Islas Malvinas.

Mediante la entrega de una nota formal de protesta a la embajadora Hayes, el Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, y el subsecretario de Política Exterior, Claudo Rozencwaig, manifestaron que la iniciativa militar llevada adelante por el ejército británico constituye “una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de numerosas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de otros foros internacionales que instan tanto a la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la Cuestión de las Islas Malvinas”, según dice el comunicado de prensa publicado hoy por Cancillería.

Asimismo, los funcionarios nacionales subrayaron que la planificación del Reino Unido “contraviene específicamente la Resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que insta a ambas partes (la Argentina y el Reino Unido) a que se abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación mientras las Islas están atravesando el proceso de negociación recomendado por la misma Asamblea”.

“De igual manera, contraviene la Resolución 41/11 de la Asamblea General (Zona de Paz y Cooperación en el Atlántico Sur) que, entre otras disposiciones, exhorta a los Estados de todas las demás regiones, en especial a los Estados militarmente importantes, a que respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como una zona de paz y cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en esta región”, apunta el comunicado.

Por otra parte, Carmona y Rozencwaig agregaron que la “presencia militar extra regional en las Islas se contrapone categóricamente con la permanente voluntad de la República Argentina de resolver la controversia por medios pacíficos, de conformidad con el derecho internacional y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas”.

Ante este escenario, los funcionarios recordaron que las Malvinas “son objeto de una disputa de soberanía reconocida por las Naciones Unidas mediante la Resolución 2065 y posteriores de la Asamblea General, así como de otras organizaciones y foros internacionales, y reiteraron la disposición del Gobierno argentino de reanudar las negociaciones para resolver de forma pacífica la disputa”.

La postura oficial del Gobierno nacional se condice con la expresada el jueves pasado, día en el que se manifestó el “rechazo en forma contundente” el anuncio a nuevos ejercicios militares en las islas Malvinas -usurpadas en 1833 por el Reino Unido- por parte de un acuerdo suscripto entre el gobierno británico y la Asamblea de Kosovo, que decidió enviar siete miembros de sus fuerzas de seguridad en una “operación de apoyo de paz”, según informaron fuentes oficiales.

“Al respecto, la Cancillería llevará adelante una enérgica protesta formal ante el Reino Unido. Constituye una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de numerosas resoluciones internacionales de la Asamblea General de las Naciones Unidas”, indicó el documento.

Unas semanas antes, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores ya habían rechazado el despliegue de actividades oficiales de la princesa Ana, de la Casa real británica, en las Islas Malvinas, “en razón de que la misma se ha llevado a cabo en ejercicio de la ocupación ilegal británica en las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”.

“El gobierno argentino llama una vez más al Reino Unido a retomar las negociaciones de soberanía en cumplimiento de la resolución 2065 y demás resoluciones de la Asamblea General y su Comité Especial de Descolonización. Es hora de que el Reino Unido cumpla con el mandato de la comunidad internacional y ponga fin a la anacrónica situación colonial en esos archipiélagos, que son parte integrante de la República Argentina”, completó la Cancillería en un comunicado oficial difundido el pasado 22 de noviembre.

La princesa Ana había aterrizado en las Islas del Atlántico Sur el viernes pasado, cuando colocó una ofrenda floral en el “Monumento de la Liberación”, que es como el Reino Unido denomina a la guerra que se llevó a cabo en 1982.

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