En el mes de abril, tuvieron una baja de ventas del 10% y decidieron no seguir comprando a intermediarios. Aseguran que con su propio mayorista chino bajarán los precios un 30%
Por Graciela Moreno
Desde1993 cuando comenzaron a abrir los primeros supermercados chinos en la Argentina, se expandieron despacito y en silencio. En la actualidad, hay 13.000 súper chinos en todo el país, en la única provincia donde aún no llegaron es en Tierra del Fuego, el resto está cubierto. Se plantearon otro objetivo: abrir el primer mayorista chino para poder competir con mejores precios.
En la post pandemia comenzaron a desembarcar en diferentes provincias. En plena pandemia casi 500 empresarios chinos quedaron atrapados en China sin poder volver al país por el covid y ahí muchos replantearon el negocio. Lo interesante es que ahora están presentes en lugares impensados como Monte Quemado en Santiago del Estero, una ciudad de 12.500 habitantes, allí abrieron un supermercado chino de 1.500 metros cuadrados. No es el más grande, el más amplio está en Orán, Salta y tiene 4.500 metros cuadrados. Le sigue el de Las Grutas en Neuquén con 3.500 metros cuadrados y hasta en Tigre abrieron uno de 1.800 metros cuadrados.
“Llegamos a muchos pueblos donde no tienen presencia los grandes hipermercados, siempre digo que hacemos también un servicio social. En varios lugares les abrimos las puertas a marcas regionales para que ofrezcan sus productos. Muchas dejan mercadería en consignación y a medida que se van haciendo conocidas, crece la aceptación. Eso genera empatía en la gente y en cada lugar del resto del país donde llegamos es una fiesta”, explicó Yolanda Duran, presidenta de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y países del sudeste asiático (CEDEAPSA).
Aunque no rija la ley de góndolas, esta comunidad abre la puerta no sólo a primeras marcas. Así como Argentina, fue para muchos chinos la tierra prometida, buscan ayudar a productores más pequeños.
Después de más de tres décadas el supermercadismo chino está comandado por la segunda generación de orientales, que se criaron corriendo entre góndolas y decidieron quedarse e impulsar el negocio familiar. El fénomeno de la expansión de estos negocios en Argentina llama la atención en varios países. Por eso, Duran da conferencias vía zoom para explicar cómo funciona el modelo en Argentina. “Seguimos abriendo supermercados a un ritmo de tres aperturas mensuales, pero nos cuesta encontrar locales”, agrego la presidenta de la cámara de súper chinos.
Fuerte baja en el consumo en el mes de abril en los supermercados chinos
Si bien no mermaron el ritmo de aperturas, siguen un riguroso control de precios para poder vender y crecer. “Los precios ahora no están aumentando tanto, salvo los estacionales como los huevos que aumentaron un 100%, las frutas y verduras tienen altibajos. Me pregunto por qué no consumimos bananas de Salta en vez de traerlas sólo de Bolivia y Ecuador. Tenemos que ayudar a las economías regionales. La cebolla y la zanahoria se cosechan en Santiago del Estero, allí el kilo de zanahoria cuesta $300 y en Buenos Aires se vende a $1.500. Hacemos un monitoreo diario de todo y no aceptamos mercadería con fuertes aumentos. Nuestra premisa es vender y para eso la mercadería tiene que circular, la entrada y salida es nuestro negocio. Por eso tenemos precios competitivos y buenos productos”, explicó Yolanda Durán.
La economía actual impactó en el bolsillo de los consumidores y generó un cambio en los hábitos de conducta. “En abril nuestras ventas cayeron un 10%. La gente no tiene plata, tarjetea mucho. No puede ser que la comida diaria se tenga que tarjetear en cuotas y pagar con intereses altísimos. A la gente no le alcanza el sueldo, no llega a fin de mes. No le sirve lo que gana. Por eso, nosotros hacemos valer la plata y no validamos cualquier precio”, aseguró.
Descuento del 10% a jubilados todos los días
Una contra que tienen los supermercados chinos es que compiten en condiciones desiguales porque no ofrecen los mismos descuentos o reintegros que logran los grandes hipermercados en alianzas con los bancos, billeteras o empresas virtuales. La mujer que es vocera de esta gran comunidad planteó: “No llegamos a acuerdos, porque las reglas no eran claras. Estamos estudiando la posibilidad de cerrar acuerdos con bancos. Por ahora ofrecemos todos los días un 10% de descuento a jubilados con un mínimo de compra de $5.000”.
Cuando se mira con lupa la compra en los supermercados chinos, admiten que hay consumos que les llaman la atención “si bien lo que más crece es la venta de polenta, fideos y harina, en ese orden, también repuntó la venta de jamón cocido o crudo de marca o la venta de cápsulas de café. Lo que casi desapareció es el vino en tetra bik. Si bien los vinos aumentaron un 15%, seguimos teniendo precios competitivos”.
Los súper chinos buscan vender sin intermediarios
Cuál es la fórmula para poder competir con gigantes: “Trabajamos con distribuidores chinos mayoristas en determinadas categorías como gaseosas, galletitas, bebidas alcohólicas como vinos y cervezas. Pero vamos a abrir nuestro primer centro mayorista chino, para que sólo puedan comprar los dueños de supermercados chinos. Estamos en conversaciones con varios municipios para instalarnos en un predio de 10.000 metros cuadrados. Luego lo replicaremos provincia por provincia. Sólo se pagarán gastos de administración y de logística, sueldos, impuestos y mantenimiento, no buscamos rentabilidad. Queremos que sea de los chinos y para los chinos”, puntualizó Yolanda Durán.
Se quejan de la actitud de algunos mayoristas que abren locales en todos los barrios y compiten con precios mayoristas. “Los grandes formadores de precios son los mayoristas, por eso nosotros queremos vender a los supermercados directo de fábrica. Estamos seguro que sin intermediarios podemos bajar los precios un 30%”, aseguró sin dudarlo.
La comunidad oriental, va por más, no sólo se queda en el sector supermercadista. Apunta a otros rubros y busca expandirse.
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