Las alimenticias proyectan seguir aumentando para el segundo semestre

Las alimenticias proyectan seguir aumentando para el segundo semestre

Según un grupo de consultoras privadas, el sector de empresas alimenticias seguirá liderando las subas de precios durante el segundo semestre, a pesar de haberle ganado a la inflación durante la primera parte del año, y en una coyuntura económica delicada.

 

 

Las empresas alimenticias proyectan seguir subiendo el valor de sus productos, a pesar de las condiciones económicas de fijación de tarifas y dólar estable, según expresaron un grupo de consultoras privadas.

Así, consideraron que, a pesar de los esfuerzos del gobierno nacional para frenar los aumentos y reducir la presión inflacionaria, las alimenticias seguirán pensando en su propia ganancia e interés, más allá de cualquier coyuntura económica.

Es que los trabajadores y trabajadoras viven actualmente en una situación sumamente delicada, caracterizada por restricciones económicas y suba constante de los costos de los alimentos, producto, siendo víctimas de las decisiones patronales de los empresarios.

Según las consultoras los productos suben por la mayor demanda y por los problemas de abastecimiento. Para los analistas, cuando se levanten las restricciones el resto del índice seguirá este mismo ritmo.

 

Le ganan a la inflación

 

Para que quede claro, en los primeros cuatro meses de 2020 el índice de precios al consumidor (IPC) del INDEC subió 9,4%. En el mismo lapso los alimentos aumentaron 15,2%, reflejando que las alimenticias volvieron a ganarle a la inflación en el primer semestre de 2020.

Sin embargo, para los analistas “la demanda sostenida por parte de las familias y los problemas de abastecimiento explican esta diferencia del 60%”. Pero también advierten que este rubro es el que marca cómo evolucionará la inflación cuando la cuarentena termine.

Alimenticias: la estrategia de la victimización a la hora de las paritarias

Así, las consultoras arrojaron otra perspectiva respecto de la suba del valor de los productos alimenticios, que refleja la indolencia y la falta de empatía con la situación que atraviesan las familias argentinas, en un contexto de aislamiento social.

 

Promueven despidos y no negocian paritarias

 

Esto, sumado a que son las mismas empresas las que se niegan a negociar aumentos salariales para los trabajadores del sector alimenticio, y promueven despidos y suspensiones, pensando en la rentabilidad empresaria.

Así lo manifestó el propio presidente de la Coordinadora de Industrias de la Alimentación (COPAL), Daniel Funes de Rioja, representante de la patronal alimenticia, quien expresó que “no es el camino impedir despidos y suspensiones”.

Daniel Funes de Rioja, presidente de la Copal

 

Funes de Rioja es, además, vicepresidente de la Unión Industrial, y viene avalando a las empresas alimenticias, como Arcor, Mondelez, Granja Tres Arroyos, y otras gigantes que alientan suspensiones y despidos de personal.

Pero, además, se niegan a sentarse a dialogar por las paritarias del sector alimenticio, para subir el salario de los trabajadores. Lo demuestra la fallida primera reunión con los paritarios de la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA).

La voz patronal sobre los aumentos

 

Para la COPAL apuntan a que “en las fábricas hay que tomar mayores medidas de protección a los operarios y cubrir el ausentismo y eso eleva los costos”. El argumento parece insólito, sobre todo cuando tuvo que ser el propio gremio el encargado de la seguridad sanitaria.

Es que las empresas se negaban a suscribir al protocolo de seguridad sanitaria, y el gremio se encargó de controlar la salud de los trabajadores, que ahora es usado como argumento falaz de la patronal para subir los precios.

Luis Pagani, presidente de Arcor

 

“A esto se agrega que los insumos tardan más en llegar por las limitaciones para circular”, dijero desde la COPAL para justificar las subas (injustificadas) de las empresas alimenticias, que siguen aumentando el valor de sus productos.

Además, Funes de Rioja aseguró que “también impacta la extensión hasta el 30 de junio de los precios máximos de 2.300 productos. Ante este congelamiento la respuesta de las empresas y comercios es aumentar los productos fuera del acuerdo para cubrirse”.

 

¿Quieren seguir aumentando?

 

Para Juan Ignacio Paolicchi, economista de Eco Go, la suba de los alimentos «es en parte por un redireccionamiento del gasto de las familias, que aumentan las compras de comida, bebidas y limpieza».

Los empresarios alimenticios no paran de ganar con la inflación.

 

«Lo que estamos viendo es por un lado un redireccionamiento del gasto y por otro falta de precio para relevar. Cuando esos comercios abran probablemente estarán más caros que al inicio de la cuarentena”, manifestó el consultor privado.

“Eso se suma a las tarifas congeladas que tiran para abajo el índice de precios regulados. Hoy la inflación no refleja toda la realidad», dijo Paolicchi. Otro argumento similar lo ofreció la consultora Ecolatina, desde donde afirmaron que “con la vuelta a la actividad algunos rubros enfrentarán mayores costos operativos debido a los protocolos sanitarios”.

En ese sentido, auguró que el Indica de Precios al Consumidor crecerá 1,9% en mayo, acumulando 11,5% en los primeros cinco meses.

 

Eludir los esfuerzos del Gobierno

 

Desde otra consultora, IERAL, Gustavo Reyes, aseguró que «el 1,5% de la inflación de abril se explica fundamentalmente por el confinamiento y el congelamiento de tarifas”. El resto de los precios subió a un ritmo de 3,4% mensual».

«Lo que los alimentos están marcando es que no hubo desaceleración de la inflación. Lo que pasó es que los otros precios desaparecieron del mercado», sostiene Victoria Giarrizzo, directora de CERX.

«Hay muchos problemas de abastecimiento y eso tira los precios para arriba. Esto afecta especialmente a los comercios más chicos que tienen menos poder de negociación ante los proveedores», dijo.

Así, auguran que las alimenticias continuarán su presión para eludir los esfuerzos del gobierno nacional para frenar el alza de precios generalizada de los productos alimenticios.

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