Alertan de que la obesidad en niños de clase baja se disparará tras la pandemia

Alertan de que la obesidad en niños de clase baja se disparará tras la pandemia

El confinamiento y la situación económica de muchas familias afectadas por la pandemia ha favorecido el sedentarismo.

La pandemia podría tener efectos no deseados en la salud de los menores catalanes, mas allá de los derivados estrictamente del coronavirus. El confinamiento y el empeoramiento de la situación económica de muchas familias derivado del mismo podría desembocar en un aumento de patologías como el sobrepeso y la obesidad infantil en niños de familias de clase baja. 

Así lo auguran desde la Fundació Pere Tarrés. Lo sostiene el informe de la entidad social 'Infancia y Salud en Cataluña y España', que alerta de que los menores de hasta 14 años de estratos sociales más desfavorecidos tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud crónicos así como patologías de riesgo cardiovascular, entre las que está incluido el exceso de peso. 

Todo ello, derivado de los encierros domiciliarios y limitaciones a la mobildad. 

Esta afirmación, que sostiene el informe, está estrechamente relacionada con el estilo de vida y la alimentación que llevan los más pequeños, incluso antes del estallido de la pandemia. 

"Pasan más tiempo frente a pantallas porque no practican tantas actividades deportivas como lo hacen los niños con padres y madres con alta cualificación laboral", apunta a 20minutos.es la responsable de estudios y metodología de la Findació Pere Tarrés, Rosalina Alcalde. 

El estudio sostiene que, en la comunidad catalana, el porcentaje de obesidad infantil creció hasta el 12,5% en el año 2018. La diferencia más notable se da entre chicos de distintas clases sociales. Mientras que el 6,7% de menores de familias acomodadas la padecen, la cifra asciende hasta el 19% en niños de clases muy bajas. Una diferencia "abismal" que, según alerta Alcalde, probablemente será más notable en estos meses posteriores al confinamiento. 

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En estos malos datos de salud infantil y en su gran oscilación según el nivel económico y social de los hogares, tiene mucho que ver el estilo de vida que lleven los pequeños. Los de clase baja son los que tienen un día a día menos activo, pues tiendan a pasar más horas frente a las pantallas, crca de 12 minutos más al día respecto a los niños de clase alta. 

Estos 12 minutos pueden parecer insignificantes pero, según Alcalde, dejan al descubierto que "la clase obrera no dispone de un tiempo libre tan organizado". "Tú ves la televisión, cuando te aburres y no tienes nada que hacer", afirma.

"Hará falta una acción mucho más intensa para recuperar el ocio activo después de la Covid"Las niñas con menos recursos, las que menos deporte practican

El mencionado sedentarismo en su tiempo libre es fruto de la dificultad que experimentan las familias con menos recursos para pagar actividades físicas a sus hijos, agravadas por la pandemia y los ERTE y ERE que han afectado a muchas casas catalanas. Al respecto, Alcalde destaca la discriminación por género existente, puesto que las niñas de clase baja son las que menos practican deporte. 

"El deporte siempre se asocia a lo masculino", remarca Alcalde, quien también asegura que son los niños los que tienen más oferta deportiva disponible, y más barata. "No vale lo mismo apuntarse a fútbol, algo asociado a los chicos, que por ejemplo a gimnasia rítmica", añade. 

La alimentación es otro de los factores clave que influyen en los malos datos. Los niños de clase baja consumen un 12% más de productos hipercalóricos y bebidas azucaradas y, a la vez, un 17% menos de fruta fresca al día. 

Recuperar el ocio activo

A raíz de la pandemia, la fundación augura que los datos que ponen de manifiesto la creciente falta de ejercicio y la mala alimentación en estos niños se intensificarán en los próximos meses. 

"Si antes ya había una desigualdad enorme", señala Alcalde, ahora "hará falta una acción mucho más intensa" para recuperar el ocio activo tras la Covid. 

Los niños de clase baja consumen un 12% más de productos hipercalóricos y bebidas azucaradasOtro estudio de Salut sostiene la misma idea

Esta no es una tesis aislada, y es que otro estudio del Departament de Salut afirma que las desigualdades socioeconómicas afectan a la salud infantil en, al menos, una veintena de las 29 enfermedades analizadas. La tuberculosis, la obesidad y la hipertensión son las patologías con una mayor incidencia en menores desfavorecidos. De los 651 niños que tuvieron tuberculosis entre 2014 y 2017, 550 eran de familias de clase obrera y ninguno de clase alta. 

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