“Aturden el silencio y la parsimonia del Gobierno frente al ataque al despacho de la Vicepresidenta”, sostuvo Larroque en referencia a lo sucedido el jueves mientras se debatía el acuerdo con el FMI, cuando el despacho de Cristina Kirchner recibió piedrazos por parte de los manifestantes en la Plaza.

Las piedras rompieron los ventanales cuando la exmandataria se encontraba en el lugar acompañada, entre otros, de su hijo Máximo. Tras la publicación del tuit la sorpresa fue total en el Gobierno, pese a que en los últimos días se habían acumulado, casi como nunca antes, las críticas púbicas desde la agrupación liderada por Kirchner hijo. La estocada final parecía ser la de la madrugada del viernes, cuando el legislador y La Cámpora en pleno votaron en contra del pacto con el organismo multilateral de crédito. Después emitieron un comunicado sobre el tema y se sumó el video de la propia vicepresidenta sobre lo ocurrido en su despacho.

Del otro lado no opinaban lo mismo. Cerca del mandatario aseguraban que el jueves “se hizo todo lo que tenía que hacer”. Tras lo que detallaban que apenas conocido el hecho, el Presidente se comunicó con su vice y con el secretario de ella, pero que ninguno de los dos respondieron a los mensajes en Telegram, lo que buscaron justificar considerando que podía ser “comprensible” en el marco del momento vivido.

Agregaron que el titular de Diputados, Sergio Massa, se dirigió personalmente hacia el despacho al tiempo que Fernández se comunicó con el titular de Seguridad, Aníbal Fernández, para que se encargue personalmente del tema. “Se hizo todo y si no repudiamos públicamente fue porque estábamos a full y nosotros también somos Gobierno, somos parte de los alcanzados por lo que pasó”. Luego de lo cual indicaron que no hay vallado, ni custodia militar en el lugar por decisión de la propia exmandataria. La respuesta al tuit de Larroque fue en tándem de la portavoz Gabriela Cerruti, y del ministro Fernández. En las filas de Fernández admitían “cansancio” por lo que viene sucediendo. “¿Hoy se acordaron de lo que pasó el jueves?”, se preguntaban.

”Somos conscientes y no obsecuentes”, replicaban desde las filas de la agrupación kirchnerista. Y coincidían en que “no hay lugar para más eufemismos”. Cerca de esa terminal insistían también en que “ni Cristina, ni Máximo dinamitaron el acuerdo”, pese al voto en contra de La Cámpora. “Nadie jugó al default, sabiendo que la oposición estaba obligada a votar porque la deuda la tomaron ellos”, detalló un hombre que conoce de cerca la dinámica camporista.

”Está todo tenso y hay que ver cómo sigue, pero todo en el marco de la alianza de Gobierno. Hay que sostenerla, nadie va a salir a perder todo”, completó. Al interior del Gobierno coinciden en admitir que las únicas posibilidades de ganar, en las próximas elecciones de 2023, son en “el marco del Frente de Todos, por eso se pueden diferenciar, pero hasta cierto punto”, como detalló uno de los consultados. “Es un momento muy delicado, por eso también Cristina no sacó un comunicado sobre el FMI. Hubo una responsabilidad, pero hay muchas fricciones”, completó uno autorizada voz del oficialismo. La sensación en el Frente en general, es que el acuerdo con el Fondo fue “la gota que terminó de llenar el vaso” y que “las piedras en el Congreso solo agravaron las cosas”. Tras lo que insistieron que “el accionar del Gobierno estuvo raro y eso enrareció las cosas”.

”Creo que se tienen que sentar a discutir sobre el funcionamiento del Gobierno. Es cada vez más necesario ese escenario”, evaluó un funcionario, que coincidió en ver que en la tensión existente en el Gobierno “no hay una emancipación” por parte de La Cámpora, pero sí que están, cada vez con más fuerza, buscando “una posición o relación distinta dentro de la alianza. Un ´dejanos hacer, queremos decidir´”. Desde el kirchnerismo duro agregan que hay “algunos sectores que desde el día 1 están militando la pelea y son los que tienen una lógica más en el corto plazo”. Y agregan que desde el “albertismo” se los señala “permanentemente” por el manejo de las cajas (como Anses, PAMI, YPF, Aerolíneas), que están en manos de La Cámpora. “Insisten y se obsesionan con el manejo de las cajas y si las tuvieran ellos ya estarían en manos del FMI”, remató una de las voces consultadas.