Los comicios de octubre inclinarán la balanza. El congreso del 5/11 definirá el rumbo de la central obrera ante Javier Milei.
Por José Maldonado
La Confederación General del Trabajo (CGT) vive una pulseada interna cada vez más intensa a seis semanas del congreso del 5 de noviembre para renovar autoridades. El resultado de esa pelea entre tribus definirá el perfil de la central obrera y su relación con el gobierno del presidente Javier Milei y el peronismo.
El Comité Central Confederal del jueves pasado ratificó la fecha del cónclave en Obras Sanitarias del que saldrá la nueva conducción que reemplazará al actual triunvirato que integran Héctor Daer, el camionero Octavio Argüello y Carlos Acuña, cercano a Luis Barrionuevo. Pero las definiciones centrales quedarían para después de las elecciones del 26 de octubre. Mientras tanto, la central obrera navega entre las tensiones cada vez más expuestas de los sectores que se reposicionan para la pelea por los espacios en la conducción.
Héctor Daer, triunviro de la CGT
La posibilidad de un nuevo triunvirato que surja de un acuerdo político entre los actuales sectores que se comparten la conducción (el moyanismo, los gordos, los independientes y Barrionuevo) cobra fuerza, pero se enfrenta a una resistencia de los sectores vinculados al kirchnerismo representados en Abel Furlán (UOM) y a otras tribus internas con fuerte peso, como los gremios de transporte.
Rosca acelerada en la CGT
La CGT busca mostrar renovación generacional, pero la rosca sigue en manos de dirigentes históricos. Los nombres que emergen representan más un cambio de caras que de posicionamientos.
Los movimientos de las últimas horas aceleraron la rosca. Una reunión de la mesa chica en la sede de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) selló un preacuerdo para mantener el esquema de triunvirato, pero con varios ausentes de peso. Los barrionuevistas no participaron, como tampoco el sector que empuja por un secretario general único de perfil combativo.
Omar Maturano (centro), titular de La Fraternidad
Prensa La Fraternidad
La discusión por el formato de conducción divide aguas. Omar Maturano, titular de La Fraternidad, se plantó en el Confederal con una definición tajante: "Si es triunviro no hay unidad y si es unicato hay unidad". El dirigente ferroviario reclama que la central defina "si queremos salir a pelear o a dialogar" con el gobierno de Milei. El gremio de Maturano está enrolado en la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Los nombres para la renovación
Los nombres para la renovación empiezan a tomar forma entre las nuevas generaciones. Cristian Jerónimo, del Sindicato de Empleados de la Industria del Vidrio (Seivara), aparece como el candidato con mayor consenso en el sector dialoguista. Su perfil moderno y su relación tanto con Gerardo Martínez como con sectores del moyanismo lo ubican en ventaja.
Jorge Sola, del Sindicato del Seguro y actual vocero de la CGT, se perfila como otra opción del ala moderada. Su participación en eventos con empresarios y su discurso en favor del diálogo lo alinean con el sector que busca mantener canales abiertos con el Gobierno. Maia Volcovinsky, secretaria adjunta de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, emerge como la dirigente con mayor consenso para un eventual lugar femenino en la conducción.
El sector dialoguista se estructura detrás de Martínez, líder de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA). El dirigente mantiene los mejores vínculos con el Gobierno y el empresariado, pero descarta volver a la máxima conducción cegetista. Su estrategia pasa por promover dirigentes más jóvenes que mantengan su línea política.
La movida de Abel Furlán
El ala combativa se agrupa detrás de Abel Furlán, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). El dirigente fue categórico tras el Confederal: "Va a haber confrontación. No hay posibilidades de dialogar con alguien que no te quiere escuchar". Furlán articula con gremios industriales y del transporte una alternativa que busca reunir a "más de 150 gremios" para forzar un cambio de rumbo.
Las acusaciones del metalúrgico le ponen condimento político a la interna. "La Secretaría de Trabajo está copada por Techint y quiere quedarse con la CGT", disparó Furlán contra el grupo de Paolo Rocca. El dardo pareció apuntar contra Jerónimo, a quien el sector kirchnerista ve como "el candidato de Paolo Rocca".
La apuesta de Hugo Moyano
El moyanismo juega una partida táctica con Octavio Argüello como representante en el triunvirato actual. Hugo Moyano, trascendió, desistió de promover a su hijo Jerónimo Moyano para la secretaría de Juventud y ratificará a Argüello.
Con todo, el líder camionero mantiene diálogo con los distintos sectores mientras evalúa las opciones. Su apuesta por ganar lugar en las listas tuvo éxito: Hugo Antonio, Huguito, el hijo en ascenso dentro el esquema de poder familiar, fue incluido en la nómina de Fuerza Patria y seguramente desembarcará en diciembre en la Cámara de Diputados.
Hugo Moyano hijo, presidente del partido Cultura, Educación y Trabajo a nivel país.
Luis Barrionuevo, por su parte, presiona desde afuera. Su sector se ausentó del Confederal y empuja por un secretario general único con Martínez como candidato ideal. El dirigente gastronómico maneja un sector de peso que puede inclinar definiciones.
Las elecciones del 26 de octubre condicionan las definiciones internas. El resultado en las urnas puede modificar el humor político de la central obrera e inclinar la balanza hacia sectores más combativos o dialoguistas. Será pocos días antes del Congreso de Obras Sanitarias del que saldrá elegida la nueva conducción.
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